El economista Paulo Guedes, calificado de "ultraliberal", asumirá un "superministerio" que vinculará los actuales de Hacienda, Planificación e Industria, y Comercio Exterior
48 horas después de convertirse en presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro confirmó ayer el camino que había anunciado durante la campaña electoral, hacia fuertes recortes del gasto público y reformas del Estado en clave liberal, pero además hizo otros adelantos de lo que ocurrirá en su gobierno.
Este martes anunció la creación de un superministerio de Economía, que estará bajo el mando del economista ultraliberal Paulo Guedes. Combinará los actuales ministerios de Hacienda, Planificación e Industria, y Comercio Exterior.
Bolsonaro recortará de 29 a 15 el número de ministerios, en el marco de un plan de reducción de gastos del Estado. Guedes llega con un programa de reducción de la deuda, que incluye privatizaciones y una reforma de las jubilaciones.
La unión de ministerios del área económica es cuestionada por la industria, temerosa de quedar en manos de financieros. Bolsonaro dio a entender la semana pasada que había atendido a esos reclamos pero finalmente volvió a su decisión inicial.
Agricultura ‘se traga’ al Medio Ambiente
El próximo jefe de gabinete de Bolsonaro, Onyx Lorenzoni, informó que también se fusionarían los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, lo que generó agrias críticas de grupos y personalidades ecologistas, que denuncian el riesgo de que el avance de la agropecuaria, ya muy fuerte, ponga en riesgo la selva amazónica.
En la recta final de la campaña, el candidato del Partido Social Liberal (PSL) dio señales de que podría no ejecutar esa fusión, atendiendo a planteos de sus propios aliados, temerosos de que esa iniciativa genere trabas a las exportaciones brasileñas.
Eso le recordó Greenpeace en un comunicado. "Los mercados internacionales y los consumidores quieren garantías de que nuestro producto agrícola no esté manchado con la destrucción forestal. Al extinguir el Ministerio de Medio Ambiente, reduciremos el combate a la deforestación, perdiendo competitividad, lo que puede inclusive afectar la generación de empleos", declaró la ONG.
Banco Central y Mercosur
Guedes también dijo el lunes que apoya la independencia del Banco Central (BCB). "No podemos estar en cada elección preguntándonos si [el presidente del BCB] se va o se queda. Tendremos un BC independiente", dijo.
Esos anuncios agradaron a los mercados: la Bolsa de Sao Paulo cerró con un alza de 3,69% y el dólar cerró a 3,69 reales, su valor más bajo desde abril.
Por otro lado, Guedes dio marcha atrás en referencia al Mercosur. El economista había dicho que el bloque regional no sería "prioridad" para el Gobierno que asumirá en enero, pero este martes pidió disculpas. "Fueron palabras en la noche de la elección y uno no sabe qué responder", declaró Guedes.
No fue la única contradicción en el discurso de Guedes, que tuvo ya su primer roce con otro "hombre fuerte" de Bolsonaro, el antedicho Onyx Lorenzoni, con respecto a la reforma previsional que está impulsando el actual presidente Michel Temer. Lorenzoni pretende que no se continúe en esa senda, mientras que Guedes aclaró que la economía es su territorio y que él está a favor de reformar la seguridad social.
El juez Moro, posible ministro
Otra bandera de campaña de Bolsonaro fue la lucha contra la corrupción, que podría verse encarnada por el juez Sergio Moro, muy popular en buena parte de los brasileños.
Moro lidera la operación Lava Jato, la mayor investigación anti corrupción de la historia de Brasil, que puso bajo la lupa a buena parte de la clase política por un esquema gigantesco de sobornos para obtener contratos en la petrolera estatal Petrobras.
Recordemos que el Lava Jato tuvo su punto cúlmine este año, cuando el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado a 12 años de prisión.
En una entrevista con la cadena televisiva Record -propiedad de la neopentecostal Iglesia Universal del Reino de Dios y cercana a las posturas de extrema derecha a las que él se ha mostrado afín-, Bolsonaro afirmó que quiere a Moro como ministro de Justicia. Por su parte, Moro, consultado por la prensa ayer martes, respondió que se siente "honrado" por el interés del futuro mandatario en sumarlo a su gobierno.
"En caso de que sea efectuada oportunamente la invitación, será objeto de ponderada discusión y reflexión", afirmó Moro.
Ataques a la prensa
Pero la lucha contra la corrupción no fue la única característica de la campaña del presidente electo que reflotó en los reportajes de esta semana. En conversación con la cadena Globo, Bolsonaro lanzó una fuerte advertencia contra el diario Folha de Sao Paulo, el más leído del país si se suman las ventas en papel y las suscripciones digitales.
El periodista William Bonner, del programa Jornal Nacional, le preguntó por las contradicciones en su discurso en torno a la libertad de prensa: se declara un defensor de la prensa libre, pero en campaña llegó a desear que Folha cerrara.
Bolsonaro aclaró que no quiere que el periódico cierre, pero recordó informaciones que Folha publicó en su contra durante la campaña y que según él son “falsas”. Por ese motivo, adelantó que le retirará la publicidad oficial. "Por sí solo, ese diario se acabó". Así de fuerte fue la afirmación del presidente electo.
¿De dónde viene el enojo de Bolsonaro con Folha? En Perspectiva se comunicó ayer con la periodista brasileña Sylvia Colombo, que integra la redacción de ese diario, en busca de una respuesta.
"Las notas que más molestaron a Bolsonaro fueron dos. Una de ellas que mostraba el enriquecimiento sin explicaciones de sus hijos, que son políticos también, y otra que mostraba que Bolsonaro tenía una funcionaria fantasma, o sea que era una empleada por el Estado, pagada por el Estado, pero que trabajaba en su quinta, en Río de Janeiro", contó Colombo. "Y Bolsonaro se puso muy, pero muy nervioso con eso. Insultó a Folha, más o menos como Trump con CNN. Dijo que era todo fake news. Pero la noticia era cierta, se comprobó después. Desde entonces Bolsonaro asumió una actitud muy agresiva con el diario".
Colombo recordó que el primer discurso de Bolsonaro tras ganar el balotaje el domingo fue a través de Facebook Live, como una indicación de cuál será su estrategia una vez que asuma el cargo el 1º de enero.
La periodista aseguró que gracias la cantidad de suscriptores que tiene Folha puede sobrevivir si le cortan la publicidad oficial. Además aclaró que no moderará sus críticas hacia Bolsonaro pero advirtió que el problema que enfrenta la prensa brasileña no es el militar retirado, sino sus seguidores.
"Ahora, el tema con Bolsonaro es siempre qué hacen sus seguidores, que van más allá de lo que dice el propio presidente electo. Estamos experimentando, yo trabajo con periodismo internacional y no me está afectando, pero mis colegas que trabajan en Brasilia, que cubrieron las elecciones y están cubriendo esta transición, están sufriendo mucho acoso, están teniendo sus teléfonos hackeados", dijo Colombo.
Y siguió: "Pasó con una periodista que hizo una nota sobre la red de fake news que estaba siendo pagada con coimas por empresarios vinculados con Bolsonaro. Esa reportera es una colega brillante que tengo en el diario, y le hicieron la vida imposible. Le hackearon todo lo que era redes sociales, WhatsApp, publicaron su dirección, la de su novio, tiene un hijo pequeño".
"Actitudes intimidatorias hay, pero no de la parte del presidente electo sino de sus seguidores", cerró Colombo. "Que a veces se va de las manos, con un tipo que inflama la violencia como hace Bolsonaro".
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Foto: Paulo Guedes. Crédito: Mauro Pimentel / AFP