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¿Cómo se hace para bailar La Tregua?

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¿Todos leyeron la novela de Benedetti? Sí, y mucho. El texto es el punto partida único. Sin embargo, "no se trata de contar La Tregua a través de la danza —explica el dramaturgo Gabriel Calderón—, sino de danzar La Tregua, que no es lo mismo". Cuando los románticos franceses crearon a Giselle, un fantasma, y a Coppélia, una muñeca, claramente lo hicieron pensando en su potencial bailable. Para no hablar de Odette y Odile, que son cisnes, el más grácil acaso de los animales. ¿Cómo se hace para poner en movimiento, luego, esta historia de grisedumbre montevideana y rutina de hogar y de oficina? Tres de los artistas que participan de manera protagónica en esta producción del Ballet Nacional del Sodre visitaron Oír con los ojos para contarlo.

Desde el principio estuvo claro —según contó Calderón, que a la distancia participó brevemente de esta conversación—; no estaba definido cuánto ni cómo, pero se iban a despegar del libro. "La novela ya está, es buena, no es necesario contarla a través de la danza", comentó.

En ese sentido, de todo lo que adelantó Marina Sánchez, la coreógrafa, quizá lo más novedoso y sorprendente tenga que ver con la creación e introducción de un llamativo personaje alegórico: la rutina. En el papel de Martín, Ciro Tamayo, primer bailarín del BNS, se desdoblará y bailará entonces, cual cisne blanco – cisne negro, dos roles, el de Martín Santomé y el de este aplastante antagonista. Para Tamayo, cabe añadir, el desafío es particularmente grande; La Tregua, como sabemos, es una historia muy uruguaya; y él, que nació en Málaga, recién se está empezando a conectar con lo uruguayo. Pero es un desafío que le gusta especialmente: "soy muy dramático —dice—; meterme en la piel, en la psicología de un personaje como este me interesa incluso más que la danza, porque es con eso que el público se va a conectar".

El Tchaikovsky de este lago de los cisnes, finalmente, es el compositor uruguayo nacido en París Luciano Supervielle, que dijo: "acá el protagonista es el baile. La música tiene que acompañar, realzar, subilmar el baile". Se trata, en principio, de su trabajo de mayor tamaño hasta este momento, amén de la unidad compositiva que supone un disco.

La música que vamos a escuchar, al parecer (durante el programa se pudo escuchar un breve pasaje), va de lo más clásico —Vivaldi, la Patética de Beethoven— a lo más "tanguero, piazzollero y bajofondero".

La Tregua por el BNS

Oír con los ojos
T04P34
Emisión: 31.10.2020

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