Entrevista central

Perú: Una semana después de la destitución y prisión de Pedro Castillo, las protestas sacuden al país. ¿Qué salida tiene esta crisis? Análisis con Rodrigo Barrenechea y Carlos Noriega

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Foto: MARTIN BERNETTI / AFP

Perú está hace una semana envuelto en una nueva crisis política, luego de la destitución del presidente Pedro Castillo

Cientos de protestas estallaron en todo el país desde el miércoles de la semana pasada, cuando Castillo disolvió el congreso y horas después fue destituido por el propio legislativo de mayoría opositora. Hoy Castillo permanece en prisión, acusado de “rebelión” y otros delitos de corrupción.

Las novilizaciones, que exigen la liberación del ex mandatario y elecciones inmediatas, han dejado un saldo de al menos siete muertos y unos 200 heridos. Ademas hubo tomas de carreteras y aeropuertos.

Ayer el gobierno de Dina Boluarte, que fue designada como presidenta por el Congreso tras la destitución de Castillo, declaró el estado de emergencia en todo el país. Boluarte pretendía quedarse en el poder hasta 2026, cuando finaliza el período constitucional de gobierno. Pero las manifestaciones la llevaron a proponer el adelanto de las elecciones, primero para abril de 2024 y luego, ayer, para diciembre de 2023.

Hoy, por otro lado, será un día clave ya que tendrá lugar una audiencia judicial en la que se decidirá si Castillo continúa en prisión preventiva por 18 meses.

Analizamos esta nueva crisis en Perú. Conversamos En Perspectiva desde Lima con Carlos Noriega. Aquí en Montevideo está el politólogo Rodrigo Barrenechea.


Destaques de la entrevista:

  • "Hace meses había una sensación ciudadana creciente de rechazo a la clase política, una sensación de "que se vayan todos". Este Congreso tenía un rechazo por encima del 80% antes de esta crisis. Había encuestas que señalaban que si Castillo era destituido, más del 50% de la población decía que también tenía que irse el Congreso y llamar a nuevas elecciones". 
  • "El desánimo y la ira contra la clase política encuentra un chispazo adicional en el anuncio de Boluarte de seguir hasta 2026, que hace que finalmente todo estalle". 
  • "Si la protesta sigue escalando tanto en número como en violencia, en última instancia habrá dos opciones: Puede escalar la represión, cosa que me parece inviable. La otra es abrir una fuga de presión todavía mayor que la que de momento aparece como el adelanto de elecciones. A medida que el tiempo avanza y la protesta se hace más grande, estas salidas como el adelanto de elecciones van a hacerse cada vez más insuficientes".
  • "Hay grupos vandálicos que están actuando en medio de las protestas pero creo que el vandalismo no es lo que implica la protesta y no todo se reduce a eso. Hay un descontento real, un descontento legítimo, un nivel de hartazgo con la clase política y con una situación de abandono, de marginación de estas poblaciones. Eso ha estallado en una especie de desborde de ira popular". 
  • "Hay una crisis profunda de liderazgos políticos que comienza de alguna manera en la década de los 90 y también con el régimen de Fugimori. Creo que entre sus objetivos estaba el de destruir los partidos políticos. Ahí empieza una degradación de la política peruana y a partir del 2000 esto no se ha logrado reconstruir". 
  • "Hay una deslegitimación de la representatividad, tanto a nivel político como de organizaciones sociales. Estas protestas no tienen un liderazgo". 
  • "Los Congresos están siendo más fragmentados que nunca históricamente hablando. Eso tiene como correlato que el Poder Ejecutivo tiene cada vez menos congresistas asegurados como respaldo en el Parlamento. Los pone en una posición de debilidad. Eso se ha ido radicalizando y, en el caso de Castillo, hemos llegado al fondo".