Entrevista central

Diez días de funerales de la Reina Isabel II: ¿Cómo se explica la duración y la pompa? ¿Por qué este fallecimiento conmovió y movilizó tanto a los británicos?

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Foto: GEOFF PUGH / POOL / AFP

Hoy en el Reino Unido culminan 10 días de velatorios y cortejos fúnebres por la Reina Isabel II, que falleció el jueves 8 de este mes, a los 96 años de edad y con 70 al frente de la monarquía británica.

A las 7.00 de la mañana de Uruguay, 11:00 de Londres, comenzó el servicio funebre religioso en la Abadía de Westminster, donde confluyeron los 2.000 invitados especiales llegados de todo el mundo.

Sobre el mediodía hora local, al final de la ceremonia, hubo dos minutos de silencio y luego se entonó el himno nacional. A continuación se inició una nueva procesión que pasa por el Arco de Wellington y Hyde Park Corner, cerca del Palacio de Buckingham, la residencial oficial de los reyes en esa ciudad. El recorrido finalizará en el castillo de Windsor, en el oeste de la capital británica.

Los restos de la Reina serán sepultados en la Capilla de San Jorge, en una ceremonia privada, a las 15:30 de Uruguay, 19:30 del Reino Unido.

La familia real cumplirá un período de luto durante siete días más.

Cuando se difundió el cronograma del ceremonial, luego de la muerte de la reina, seguramente muchos pensaron que el protocolo era exagerado y demasiado largo.

Sin embargo, la respuesta de la gente lo validó. En los últimos días cientos de miles de personas hicieron cola durante más de 12 horas en las afueras del Westminster Hall, esperando para, simplemente, pasar unos segundos frente a la capilla ardiente, reclinarse y seguir luego el paso.

Hoy el cortejo fúnebre está siendo seguido por millones de personas, en la calles, en pubs, a través de pantallas gigantes montadas en los parques y hasta en cines que transmiten la ceremonia.

Además, decenas de líderes mundiales participan en las exequias, que son comparadas con el sepelio del ex primer ministro Winstor Churchill, en 1965. De hecho, la concentración de tantos líderes internacionales, y las actividades que se están desplegando en estos días, presentan un desafío de seguridad "mayor que los Juegos Olímpicos de 2012″, según estimó un portavoz de Scotland Yard.

¿Qué explicación tienen estos actos fúnebres tan particulares?

¿Cómo se entiende tanta devoción por la Reina Isabel II?

¿Por qué su fallecimiento conmovió y movilizó tanto a los británicos?

Conversamos En Perspectiva con la economista Andrea Burstin, desde Londres, y el Dr. Agustín Espinosa Lloveras, ex embajador en el Reino Unido.


Destaques de la entrevista:

  • "El reinado de Isabel II coincide con 70 años de relativa estabilidad en el Reino Unido, de pacificación en Europa y el hemisferio norte, de un cierto equilibrio global. Hoy sentimos (en Reino Unido) que, tras el Covid y ahora la guerra, estamos otra vez con una inflación altísima, con escasez, con restricciones, se está hablando de racionamiento de energía. Cuando despedimos a alguien despedimos una parte de nuestra vida y una época nuestra. Fue también un momento de catarsis colectiva, de unidad nacional, de reafirmación de esa cosa tan importante de la tradición de la monarquía".
  • "En la mayoría de los casos en Europa, las Repúblicas cuestan mucho más que las monarquías. En el Reino Unido se gasta alrededor de 40 millones de euros al año para mantener la monarquía; en Francia se gastan 228 millones de euros para mantener la República y en Italia se gastan más de 100 millones de euros al año. Tampoco olvidemos que la monarquía significa una importantísima fuente de ingresos por concepto de atracción de turismo, gente que visita los palacios, los parques y los museos reales, por la venta de objetos vinculados a la corona. Estos casamientos y estos funerales atraen enorme cantidad de gente que consume y que permite ingresos al fisco".
  • "Se puede heredar un trono pero no se hereda ni la sabiduría de un rey ni el afecto del pueblo"
  • El rey Carlo III "ha sido una persona que ha mostrado mucho su opinión, se ha posicionado mucho y eso es algo impensable en su nuevo cargo, es algo impensable institucionalmente. El rey no puede posicionarse abiertamente en asuntos públicos. en su nuevo rol, si siguiera con esa tendencia podría tener un llamado al orden del primer ministro".