Entrevista central

La evolución del MACA hacia un gran centro cultural: «El museo es un contenedor extraordinario, pero hay que llenarlo de actividades y que sea motivo para que uno vuelva», dice Pablo Atchugarry

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Foto: Pablo Atchugarry y Emiliano Cotelo. Crédito: En Perspectiva

En enero de 2022, la apertura del MACA, el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry, fue un acontecimiento formidable.

Con sus 15 años de historia, el predio de la Fundación Pablo Atchugarry, tan característico por su Parque de Esculturas, sumaba un edificio diseñado por el arquitecto Carlos Ott, que albergaba cuatro nuevas salas de exposiciones del más alto nivel en comodidad y tecnología, un auditorio para conferencias y cine, una tienda de libros, una preciosa cafetería y ese gran hall multifuncional de paredes acristaladas orientadas al entorno verde.

Esa nave majestuosa, revestida de vidrio y madera, se llenó de inmediato con muestras interesantísimas, conciertos, charlas y diversos eventos.

Pero el crecimiento no se quedó allí.

Desde entonces ha ido sumando más propuestas, como el festival de cine ARCA, dedicado a películas sobre artes plásticas, que se hace enero, y ahora un festival internacional de Teatro, que se instala en la Semana Santa o de Turismo.

Todo esa efervescencia, junto con las visitas del público, uruguayo y del exterior, y la llegada constante de grupos escolares y liceales han ido consolidando al MACA como un gran centro cultural, un gran dinamizador de esta zona de Manantiales, Maldonado y Punta del Este, pero además una carta de presentación inmejorable para el Uruguay.

¿Cómo es posible esta evolución tan dinámica y fermental? ¿Estuvo siempre en el proyecto o se fue dando naturalmente? ¿Hay más mojones previstos?

En el comienzo de este En Movimiento desde el MACA, lo conversamos con Pablo Atchugarry.