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Cierre del Cambio Nelson
Ex empleado revela varias irregularidades en la operativa de la institución

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Alejandro Curbelo, un ex empleado del Cambio Nelson que renunció a su puesto de trabajo poco antes de que la institución cerrara, reveló a En Perspectiva varias irregularidades que ocurrían en la casa cambiaria. Según su relato, la firma propiedad del ex dirigente colorado Francisco Sanabria, nunca realizó controles sobre el origen del dinero depositado en la empresa, lo que representaba un atractivo para "empresarios y políticos" que buscaban "resguardo" a sabiendas de que la operativa era "irregular".

El cierre del Cambio Nelson (Camvirey S.A.) y la fuga de su propietario, el ex dirigente colorado Francisco Sanabria, sigue arrojando novedades en distintos ámbitos.

Ante la Justicia concursal Sanabria reconoció deudas de esa firma por casi US$ 9 millones, según el expediente del concurso de acreedores que citan hoy El País y El Observador. El empresario y dirigente político colorado solicitó pagar con una quita del 50 % y en 24 cuotas bimestrales a partir de la fecha del acuerdo.

Por otro lado, el director Nacional de Trabajo, Juan Castillo, dijo en diálogo con El País que la situación de los empleados del cambio es "de terror" y contó que varios de ellos "se dieron cuenta que no tenían la cantidad de años aportados que ellos decían que habían trabajado y otros no tenían todos los días del mes cubiertos con aportes porque figuraban con faltas y con licencias que nunca habían tenido lugar".

Alejandro Curbelo, quien trabajó en el cambio hasta noviembre de 2016, relató a En Perspectiva* que cuando decidió renunciar pidió cobrar el seguro de paro y ese le fue aceptado por Sanabria pero al completar los trámites ante el BPS se enteró de que la firma había falseado sus aportes jubilatorios. Según Curbelo, en sus registros figuraba que había trabajado solo algunos días y no todo el mes y tenía aportes solo por $ 3.000 y $ 4.000.

Curbelo relató que los empleados empezaron a notar una situación problemática en la empresa entre setiembre y octubre del año pasado. En ese entonces Sanabria, que no iba con asiduidad a la casa central en Punta del Este, comenzó a a aparecer con más frecuencia.

"Lo veías todos los días preocupado. Entraba a la hora en que abrían los bancos porque lo llamaban por el rebote de cheques. Llegaba la hora de la tarde y era un caos de nerviosismo hasta que aparecía una salvación: Alguien o alguna empresa de la zona que llegaba a depositar mucha plata, u otra casa de cambio que prestaba efectivo. Y ahí iba la bicicleta", contó Curbelo.

Sobre fines de 2016 comenzó a faltar dinero en las cajas para sustentar la operativa del día a día. En ese contexto Sanabria le pidió a los funcionarios "colaboración" y "paciencia" y les agradeció por dar la cara ante los clientes que no podían cobrar, por ejemplo jubilados que se veían impedidos de retirar sus pasividades.

"De repente teníamos que pagar 1 millón de pesos de tarde y teníamos 200. Sabíamos que hasta una hora pagábamos y después no teníamos más plata, y dábamos la cara dando explicaciones a la gente que no eran verdad. Teníamos que decirles que se había complicado con el banco, que mañana seguramente iban a a cobrar, que se había caído el sistema, que Prosegur no había llegado", relató Curbelo.

Por otro lado, el ex trabajador se mostró sorprendido porque nunca vio ningún control por parte del Banco Central, a diferencia de lo que, le consta, le sucede a otras casas de cambio. El ex empleado, que trabajó en otras empresas similares, contó que en Camvirey S.A. había "controles básicos" que no se hacían. Por ejemplo, iba una persona a cambiar más de US$ 3.000 y no se le hacía boleta ni se le llenaba una "ficha del cliente", algo que es "ilegal", explicó.

Curbelo también asegura que a los clientes que depositaban dinero -una actividad que no está permitida para ningún cambio- se les anotaba la cédula y el nombre y se les daba una boleta oficial del cambio como constancia de que había realizado un depósito. Ese documento, según Curbelo, era emitido desde un sistema informático interno, propio de la empresa.

Según el ex funcionario, Camvirey S.A. tampoco realizaba ningún tipo de control sobre la procedencia del dinero depositado. Para el ex trabajador esta ausencia de fiscalización era una atractivo para muchos clientes que buscaban "resguardo" a sabiendas de que la operativa del cambio era irregular.

De acuerdo a Curbelo entre esos clientes había importantes empresarios y varios políticos que prefirió no identificar.

"Si yo soy una persona política, abro una cuenta y deposito 70 mil dólares y no me preguntan de dónde lo saqué, cuando en Uruguay por ley hay un seguimiento… Si yo abro una cuenta con mi nombre y apellido y deposito y deposito, y nunca me preguntan nada, es porque yo tengo que ser consciente de que esto no es serio", opinó.

Curbelo afirmó que no realizó las denuncias mientras trabajó en el cambio ya que no quería perder su fuente laboral.

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* La primera parte de la entrevista se realizó a las 10:30 de la mañana. Tras la finalización del programa Romina Andrioli continuó en contacto con Alejandro Curbelo.

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