El intendente de Colonia habló de la campaña de recolección de firmas lanzada por su sector, Alianza Nacional, para reformar la Constitución en aspectos de seguridad.
EN PERSPECTIVA
Jueves 24.05.2018, hora 8.28
EMILIANO COTELO (EC) —Quedó oficializado. Alianza Nacional (AN) comenzó ayer la campaña de recolección de firmas para plebiscitar una reforma de la Constitución que incluye cuatro propuestas vinculadas con la seguridad pública. “Vivir sin miedo” es el lema elegido.
En un acto que tuvo lugar en el Palacio Legislativo, el líder del sector, Jorge Larrañaga, presentó, junto con varios dirigentes, la comisión que se pone al frente de esta movilización y que está presidida por Silvia Ferreira, hija de Wilson Ferreira Aldunate.
¿Por qué se va por este camino? ¿Cómo va a ser el trabajo de este grupo?
Lo charlamos con el doctor Carlos Moreira, intendente de Colonia, abogado, exsenador y exsubsecretario del Interior entre 1990 y 1994.
¿Dónde lo encontramos?
CARLOS MOREIRA (CM) —En Colonia del Sacramento.
EC —¿Qué tal allí? ¿Cómo viene este otoño-invierno?
CM —Un poco complicado con la situación de Argentina, estos meses no son los mejores para el turismo particularmente. Estamos esperando a ver qué pasa en Argentina, que se estremece económicamente. Pero bien, en términos generales bien.
EC —Ahí han sentido el golpe de esta inestabilidad de las últimas semanas, ahí se notó.
CM —Claro. En estos días se ha sentido, veníamos de una temporada veraniega muy buena y ahora se ha sentido una caída en el ingreso de turistas. Trataremos de compensarla de diferentes maneras, pero evidentemente la relación de precios ha variado, Argentina ahora está más barata, entonces nos perjudica, sin ninguna duda. Vamos a tratar de paliar eso con incentivos.
EC —¿Qué medidas pueden adoptar ustedes?
CM —Hacer rebajas de precios, espectáculos, tratar de dar estímulos para que la gente venga. Eso se logra con buenos precios, con entretenimientos, con espectáculos, en fin. En eso estamos trabajando con la Asociación Turística y la Cámara Hotelera. Los meses de invierno siempre baja el ingreso de turistas, es natural, pero ahora se sumó esto de los cambios, sobre todo la devaluación abrupta que hubo en Argentina, los precios han bajado allá. Así que veremos, tenemos que pelear. No es solo el turismo, la agropecuaria tampoco está atravesando su mejor momento. Pero vamos a salir adelante, no tengo dudas.
EC —Vamos a centrarnos en el otro sombrero suyo, el de dirigente de AN, y en esta campaña en particular. Hace tiempo que Larrañaga y AN venían preparando esta iniciativa. ¿Por qué decidieron volcarse a una reforma constitucional para impulsar medidas vinculadas con la seguridad pública?
CM —Porque de otra manera no podíamos sacar adelante esto. Hemos presentado proyectos de ley, muchos proyectos de ley y ninguno contó con los votos en el Parlamento. De modo que la única forma de poder hacer aplicables estas medidas que consideramos necesarias es ir por la vía de una reforma constitucional y que la gente decida, primero firmando y luego votando la reforma en la elección de octubre.
EC —Una de las objeciones que se formulan a ese planteo es que se sigue cargando a la Constitución de la República de disposiciones que deberían ser materia de ley y que entonces terminan teniendo una rigidez que no corresponde.
CM —Pero la gente decide, esto es el ejercicio de la democracia directa. Cuando no podemos ir por el camino de la ley porque no tenemos las mayorías necesarias, y vaya si lo hemos intentado en varias oportunidades, optamos por este camino. El voto de la gente, más allá de sus afinidades partidarias, porque seguramente gente que pertenece a otras agrupaciones y a otros partidos políticos va a apoyar esto porque lo considera necesario. No hay otra forma de obtener esos resultados. Mucho más grave es la situación de la seguridad pública hoy. Creo que tenemos que buscar caminos alternativos y que es legítimo hacerlo para obtener los resultados que la gente quiere. No hay ninguna duda de que es así.
EC —El camino que han elegido implica que tienen que obtener la adhesión del 10 % de los ciudadanos inscritos en el Registro Cívico para que se habilite el plebiscito que tendría lugar junto con las próximas elecciones nacionales. Son unas 270.000 firmas. Si todo marcha bien, si se recolectan esas 270.000 firmas y entonces la propuesta se plebiscita junto con las elecciones nacionales y se aprueba, las medidas van a entrar en vigor en esa fecha.
CM —De inmediato.
EC —Sí, pero dentro de un año y medio, cuando el problema que preocupa es el de hoy.
CM —Claro, pero es eso o nunca. Hoy algunos indicios hay de que algún cambio se está proponiendo porque están planteando que las Fuerzas Armadas puedan hacer patrullajes y colaborar con función policial en los 20 km anexos a la frontera. Es un signo, un síntoma: a las Fuerzas Armadas, que tienen otro rol, que están formadas profesionalmente en forma diferente, ahora se les asignan competencias complementarias para coordinar con la acción policial en los 20 km de frontera. No en los centros poblados, pero sí en la franja de 20 km de frontera. Creo que esta situación exige cambios radicales, no tengo ninguna duda. Ahora estamos presenciando que el presidente de la República se pone al frente de esas medidas vinculadas a la seguridad… Claro, si escuchamos lo que Layera dijo, que es una visión casi apocalíptica de la situación, que vamos a llegar a El Salvador, a Guatemala… Que lo diga el número tres del Ministerio del Interior (MI) me preocupa muchísimo, y a todos los uruguayos.
EC —A propósito del camino elegido, del procedimiento, en el mejor de los casos las medidas entrarían en vigor al día siguiente de la votación positiva en las urnas, o sea dentro de un año y medio. Pero también podría ocurrir que la reforma fracasara; después de todo, arranca con una base muy débil: no la apoya todo el Partido Nacional (PN), ya se desmarcaron Luis Lacalle Pou y Verónica Alonso… Tampoco la apoya la nueva corriente formada por intendentes wilsonistas escindidos de AN. ¿Cómo se evaluó eso, el respaldo político con el que arrancan?
CM —Hemos visto los resultados de alguna encuesta que nos da un apoyo popular muy grande. Vamos a hacer el esfuerzo, nos tenemos fe para conseguir las firmas. Lo entiendo legítimo, cada cual puede tener su opinión respecto a estos temas. No queremos unanimidades en esa materia, vamos a buscar nuestro propio camino, vamos a iniciar la recolección de firmas y con mucho respeto escucharemos lo que digan los otros. […] es la gente, a ese pronunciamiento nos queremos someter.
EC —Otra objeción que se maneja dentro del PN es que con una recolección de firmas en pos de un plebiscito se da la señal de que no se está seguro de una victoria de la oposición en las elecciones nacionales. Esto se planteaba en El Observador hace unos días: “En un escenario de paridad como el que muestran las encuestas para el 2019 entre el PN encabezando la oposición y el Frente Amplio, resignarse a que los cambios tengan que llegar por una reforma constitucional y no de la victoria opositora en las urnas no es una buena señal”.
CM —Si tenemos opiniones diferentes dentro del propio PN, aunque ganemos las elecciones, si los otros sectores no acompañan tampoco sacaríamos las leyes. Entonces creemos que la única forma es recurrir a la voluntad de la gente, que la gente se pronuncie, sin que esto signifique romper la unidad del partido ni decir que no vamos a ganar. Creo que vamos a ganar, pero al margen de eso, nos pondremos de acuerdo en muchos temas y en este particularmente no estamos de acuerdo. El país tampoco necesita unanimidades dentro del partido, eso no significa que no nos tengamos fe para ganar las elecciones. Simplemente, en AN entendemos que ese es el camino. Tendremos que esperar un año y pico, no tenemos otra forma de lograrlo.