Entrevista con el intendente de Durazno, profesor Carmelo Vidalín.
EN PERSPECTIVA
Martes 21.11.2017, hora 08.31
EMILIANO COTELO (EC) —El contrato de inversión firmado por el Poder Ejecutivo y UPM para la potencial instalación de la tercera planta de celulosa en el país ha generado varias inquietudes en el espectro político. Por ejemplo: ¿son excesivos los compromisos que asumió el gobierno?, ¿qué pasa si la obra finalmente no se concreta? Por ahí van algunas de las dudas que marcan la agenda en estos días. Sin embargo, en los departamentos que van a recibir esta inversión, la visión sobre este asunto es completamente distinta.
Lejos de la discusión política que tiene su centro aquí Montevideo, muchos habitantes de Durazno y Tacuarembó ven en la posible inversión de UPM una tabla de salvación para superar la falta de oportunidades en una zona deprimida de nuestro territorio. Pero junto con la expectativa y el optimismo, también hay preocupación por los impactos sociales que puede traer una obra de este porte.
Para averiguar cómo manejan estas tensiones las autoridades locales, vamos a conversar con el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín.
CARMELO VIDALÍN (CV) —Me encantó el término que usó, son los términos correctos, excelente: potencialidad y posibilidad. Porque esto indudablemente para nuestra región es algo que nos da una potencialidad de crecimiento importante. Pero el otro término correcto es posibilidad de instalación. Posibilidad es lo que hemos firmado por el momento y tenemos que tener mucho cuidado en ilusionar a nuestra gente, fundamentalmente en lo que tiene que ver con los tiempos de instalación de este emprendimiento.
EC —El motivo de la llamada hoy es esta reunión que tuvo lugar el sábado pasado en la que participó usted, participó también el intendente de Tacuarembó y estuvieron los principales líderes del Partido Nacional (PN), Jorge Larrañaga y Luis Lacalle Pou. Fue en la represa de Rincón del Bonete. También estuvieron los senadores Álvaro Delgado y Carlos Camí, el diputado por Durazno Benjamín Irazábal y el alcalde de Paso de los Toros, Juan José Charo López. Buena parte de la agenda del encuentro giró en torno a este asunto, la segunda planta de UPM. ¿Cómo se gestó? ¿Por qué este encuentro?
CV —Porque yo he tenido la oportunidad de ser tres veces diputado, una vez senador, tres veces intendente, y quienes estamos en la actividad política tenemos concepciones diferentes. Es muy lindo estar en el Parlamento para controlar, para legislar, pero la realidad se vive en las intendencias o en las alcaldías, en un contacto permanente con la gente. Entonces era buena cosa que los líderes de mi partido y los senadores y/o diputados tomasen contacto con la realidad en forma directa escuchando a las autoridades locales. Nosotros estamos tremendamente agradecidos por que ellos concurrieron para tratar de conocer e interpretar cuál es el sentir de nuestra gente, que nosotros les trasmitimos.
EC —El antecedente eran unas declaraciones del alcalde de Paso de los Toros en las que había cuestionando las críticas que hacía la dirigencia del PN al proyecto UPM. Unas declaraciones del alcalde que a su vez habían caído mal en algunos líderes del sector Todos, especialmente…
CV —En el transcurso de la reunión ese tema estuvo sobre la mesa, pero hubo una actitud de grandeza de los dirigentes, que dijeron no haber escuchado las declaraciones de mi querido amigo el alcalde, que comparto. No sé lo que dijo, porque a veces tenemos que cuidar el lenguaje, pero sí lo que él me manifestó.
EC —Dijo que “una cosa es gritar en el semicírculo de diputados y senadores y otra es ver la necesidad del Uruguay profundo”. Incluso llegó a criticar la idea del llamado a sala en régimen de comisión general al ministro de Economía, Danilo Astori, por el tema. “No están acordándose del centro del país. Es muy lindo hablar en la Cámara, pero no han venido a la zona, no nos han preguntado por necesidades extremas como las fuentes laborales que tenemos.”
CV —En Durazno por ejemplo tenemos dos emprendimientos de primerísimo nivel, que son para mostrar al mundo, como son el BPU, frigorífico inglés ahora comprado por los japoneses, y Estancias del Lago. Dos emprendimientos que generan trabajo decente, de calidad, que es a lo que también apostamos con la instalación de este emprendimiento. No obstante eso, debo decirle que todos los días por la secretaría de la Intendencia pasan 15, 20 personas pidiendo trabajo. Indudablemente eso nos preocupa, nos desvela y nos lleva a tratar de agudizar nuestro ingenio para tratar de lograr otros emprendimientos. Y el Uruguay y nuestro Durazno o nuestra región centro no son el ombligo del mundo como a veces creemos, entonces tenemos que trabajar mucho para lograr que lleguen fuentes de trabajo. Y nosotros a la vez tenemos que demostrar que realmente tenemos ganas, ganas en serio, de trabajar y de cuidar nuestros empleos.