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Entrevista central, lunes 19 de diciembre: José Mujica

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Entrevista con el senador y expresidente José Mujica.

Video de la entrevista

EN PERSPECTIVA
Lunes 19.12.2016, hora 8.19

EMILIANO COTELO (EC) —Fuera del país, suelen calificarlo como una “estrella de rock” o un “ícono pop”. Dentro de fronteras, en cambio, su figura genera bastante más polémica.

Me refiero a José Mujica, expresidente de la República, hoy senador del Frente Amplio (FA), que, en los últimos meses ha dedicado buena parte de su tiempo a recorrer el mundo realizando discursos y participando en conferencias.

Al mismo tiempo, lidera el sector más importante del partido de gobierno en el Parlamento, mientras evalúa su retiro.

Con él vamos a conversar esta mañana.

¿Dónde lo hemos encontrado? ¿En la chacra?

JOSÉ MUJICA (JM) —Sí.

EC —Está tomándose su tiempo para salir. ¿Cómo es su actividad en un día como hoy?

JM —De tarde voy a salir. Tengo que ir a la Comisión de Defensa y otras cosas por el estilo. De mañana estaba esperando su llamada y tengo un par de entrevistas aquí en mi casa.

EC —El lunes de la semana pasada, su compañero de bancada, Ernesto Agazzi, que tiene 74 años, renunció a su banca en el Senado. En una carta que divulgó, dijo que “una cosa importante es abrir espacios de participación”, y agregó: “Tenemos que ir dejando lugares para que avancen otros compañeros”. De esta forma, Agazzi estaba cumpliendo con lo que él, Lucía Topolansky y usted habían anunciado en 2015. ¿Por qué en el caso suyo no ocurre? ¿Por qué sigue ocupando el escaño?

JM —Coyunturalmente asumí una iniciativa que pienso que tiene que llegar a puerto. Son algunos cambios en las disposiciones que organizan la economía de los partidos y que necesitan obviamente acuerdo interpartidario, por lo menos un acuerdo intermayoritario. Esto tiene que ver con las finanzas, con la propaganda, pero también con otras cuestiones de funcionamiento, como derechos laborales de la gente que trabaja rentada en los partidos, como otras cosas que están en discusión; pensamos que es bastante importante para el futuro político del Uruguay. Y tiene dificultades, entre otras cosas hay que poner peso político en esta discusión. A este factor le he dado mucha importancia.

Por otro lado, tengo la opinión de mis compañeros, soporto una enorme presión de todas partes con respecto a no ser candidato en las próximas elecciones. Lo tengo decidido desde hace tiempo, pero la presión no es sencilla, no solo de mi sector, y en ese caso tengo que negociar con mis compañeros quedarme un poco más pero no tanto. Es decir, tirar un poco más porque hay que dar tiempo para que se consoliden algunas potenciales figuras, que sean conocidas por la gente. Tal vez ese sea el último papel que tenga que cumplir en mi militancia política. Por eso estoy medio a desgano, si se quiere.

EC —Dice que recibe muchas presiones para que termine siendo candidato a la Presidencia de la República otra vez. Y dice que vienen de su grupo, el MPP, pero también de otros sectores del FA. ¿Podría identificar a esos otros?

JM —No, vienen de la gente de la calle, del común de la gente. Es la presión más grande y más fuerte. Lo reflejan encuestas, estoy aburrido de decir que no soy candidato, y sin embargo aparece como simpatía y todo lo demás. Yo sé que en este país no es fácil procesar candidaturas presidenciales, pero hay que pasar por eso. Es una parte esencial de cualquier proceso de renovación. Y bueno, tengo que darles tiempo a mis compañeros a que se sientan un poco más seguros.

EC —Estoy tentado de preguntarle: ¿entonces va a ser candidato?, ¿sí o no? Pero al mismo tiempo me arrepiento, porque me de la impresión de que es muy difícil tener una respuesta contundente suya a ese punto.

JM —No, la respuesta es clara, es la misma que he estado dando. Tengo 81 años cumplidos, voy para 82. Me encantaría, es un lugar de honor, todo lo que se quiera, pero a la altura de la vida en que estoy tengo que luchar por vivir dos o tres, cuatro años más. Si me meto en algo que está por encima de mi fuerza, biológicamente hablando, le estoy haciendo mal por un lado a mi salud, pero por otro lado, a la larga también estoy perjudicando a la fuerza política, que tiene que pasar sí o sí por las horcas caudinas de procesar gente nueva que la represente.

EC —Su decisión entonces es no ser candidato, y tiene una cantidad de argumentos en contra. Pero… ¿todavía queda algún margen?

JM —No, no queda margen. Tengo el argumento de mis tripas, que es contundente.

EC —De todos modos, no me queda clara una cosa: si el tema que está de por medio es ese, la presión para que sea candidato, ¿qué tiene que ver eso con seguir o no en el Senado? Usted puede ser, y de hecho es, una figura política, un líder político muy activo, no precisa para eso la banca en el Senado.

JM —Sí, tiene razón. Pero por ejemplo si hubiera algún cambio por ahí en algún ministerio Lucía se iría, porque su suplente está cantado y los compañeros quieren que haya un poco de peso político en la bancada.

EC —El suplente está cantado… ¿Quién es el suplente de Lucía Topolansky?

JM —Un abogado que está en el Ministerio del Interior, joven.