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Entrevista central, jueves 8 de diciembre: Wilson Netto y Andrés Peri

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Entrevista con el profesor Wilson Netto, presidente del Codicen, y el doctor Andrés Peri, representante de Uruguay en la Junta de Gobierno de las pruebas PISA y director de la División de Investigación, Evaluación y Estadística de ANEP.

Video de la entrevista

EN PERSPECTIVA
Jueves 08.12.2016, hora 8.15

EMILIANO COTELO (EC) —¿Empezaron a verse signos de mejora en la educación uruguaya?

En las pruebas PISA 2015, cuyos resultados se conocieron el martes, Uruguay obtuvo en ciencias y lectura sus mejores resultados desde 2003, cuando comenzó a participar en esta evaluación, y en matemáticas, si bien consiguió una mejora con respecto a la medición de 2012, no alcanzó la más alta performance histórica, que fue la de la primera vez.

Igual que en otras partes del mundo, el informe PISA ha sido todo un tema de debate entre los distintos actores preocupados por la situación del sistema educativo, que sigue mostrando problemas y desafíos.

¿Cómo hay que leer entonces estas novedades?

Ya tuvimos un primer enfoque ayer, en conversación con Robert Silva, uno de los consejeros de la ANEP elegidos por los docentes, y asesor, además, del Partido Colorado. Hoy retomamos el asunto y para eso recibimos al presidente del Codicen, profesor Wilson Netto, y al representante de Uruguay en la Junta de Gobierno de las pruebas PISA, el doctor Andrés Peri, que además es director de la División de Investigación, Evaluación y Estadística de ANEP.

La presencia de Peri en estudios en los días posteriores a que se conozcan estos resultados es casi un clásico ya en el programa.

ANDRÉS PERI (AP) —Nos vemos una vez cada tres años.

EC —¡Por lo menos una vez cada tres años! ¿Con cuánta expectativa espera esta instancia?

AP —Uno trabaja mucho antes de estos resultados. Hay que pensar que este es un estudio comparativo de 70 países, hay una operativa tecnológica y metodológica detrás muy sofisticada para lograr comparabilidad y calidad en estos aspectos. De hecho, Uruguay siempre llegó a los estándares PISA; vieron lo que pasó con Argentina recientemente, nosotros nunca tuvimos una cuestión de ese tipo.

EC —Argentina fue excluida, “sancionada”.

AP —Fue excluida por problemas con la muestra. La otra cuestión es que en cada uno de los ciclos uno viene con expectativas, pero mi impresión es que el desafío que tenemos es mejorar el tipo de debate posterior a las pruebas.

EC —Recordemos tres o cuatro datos básicos para ubicarnos en el análisis que viene. El nombre completo del informe PISA es Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes. Es un reporte que se realiza cada tres años, ya es bastante conocido en nuestro país, pero de todos modos es bueno recordar algunas de sus características. En primer lugar, ¿quiénes son los evaluados?, ¿cuáles estudiantes?

AP —PISA evalúa a la generación de 15 años, de hecho de entre 15 años y 3 meses y 16 años y 2 meses, los nacidos en un tramo etario que están escolarizados en cualquier oferta educativa posprimaria. Uruguay encuentra en ese tramo de edad al 85 % de los jóvenes, todavía nos queda el desafío de incorporar a los que no llegan a estar en la evaluación PISA. Pero uno mira los 70 países y economías que participan en PISA y en una de las áreas está Vietnam, que está en los lugares más altos, pero tiene a la mitad de la población en el sistema educativo. Por eso las comparaciones entre países también deben considerar cuántos muchachos están para hacer la prueba. Es una prueba que se hace cada tres años, tiene un eje rotativo, en este último el foco fue ciencias, pero va rotando entre ciencias, lectura y matemática. Y va incorporando dominios nuevos, por ejemplo resolución de problemas cooperativos, y para adelante se está pensando en una nueva dimensión de competencia global. O sea, PISA va cambiando también, este ciclo es el primero que se realiza todo por computadora, eso también puede introducir algunos cambios en la comparación para atrás, a pesar de los resguardos que tomó PISA para que eso no interfiriera en las series largas.

EC —A propósito de los alumnos evaluados, hablamos de los 15 años, ¿qué más?, de institución públicas o privadas, de liceos o dependencias de UTU. ¿Cómo es eso?

AP —Relevamos a todo estudiante que a los 15 años esté en una oferta posprimaria y mandamos el marco muestral de todas las ofertas, séptimo, octavo y noveno, las distintas ofertas de UTU, si están en secundaria, si están en privados, mandamos la lista de centros que tienen al menos un estudiante de 15 años. Sobre eso nos mandan cuáles son los centros sorteados, y a su vez dentro de cada centro sorteado se sortean estudiantes. En un centro grande capaz que sortean 40 estudiantes en el momento, que son los que hacen la prueba, para garantizar. Porque necesitamos garantizar que la muestra es una inferencia válida para los jóvenes de 15 años escolarizados en el sistema educativo.

EC —Vale la pena aclarar que no es una evaluación curricular, es una evaluación de capacidades, de habilidades para la vida.

AP —Exactamente. No es como la evaluación de Unesco, por ejemplo, que trata de ver cuál es el mínimo común múltiplo de todos los currículos de los 16 países de América Latina y sobre eso hace una evaluación. En el caso de PISA trata de ver qué pueden hacer los estudiantes con lo que aprendieron, con eso que saben. Los enfrenta a situaciones nuevas, tanto en ciencias como en matemáticas como en lectura, para ver cómo los preparó el sistema educativo para enfrentar un problema nuevo. Por eso las actividades de PISA nunca van a referir a cuál es el tercer elemento de la tabla periódica, no son actividades curriculares, sino qué se necesita para hacer un experimento para saber cierta cosa.