Estados Unidos espera esta semana un pico de contagios y muertes por Covid-19.
El sábado pasado, en conferencia de prensa, el presidente Donald Trump, que había asegurado que la epidemia estaba controlada e incluso que era un problema “muy pequeño”, dijo que se vienen los días más difíciles en el combate al virus.
Esta será probablemente la semana más dura. Va a haber mucho muertos lamentablemente, pero menos muertos de los que habría si el gobierno no estuviera actuando como lo está haciendo.
Más duro fue el administrador de la salud pública, Jerome Adams, que comparó la semana en curso con el «momento Pearl Harbor» o con el 11 de setiembre de 2001.
El Covid-19 ha provocado 10.335 muertes en EEUU, que hoy es el tercer país con más decesos detrás de Italia (16.523) y España (13.169).
La primera economía mundial además suma 347.003 infectados, más de un cuarto del total de casos que están registrados en el planeta. El estado de Nueva York es el foco principal del brote estadounidense, con más de 4.750 muertes y 130.000 casos, más de la mitad de ellos en la ciudad de Nueva York.
Por ahora Trump extendió hasta mediados de abril las medidas que rigen a nivel nacional, es decir evitar viajes no esenciales, salir de casa para ir a trabajar, la prohibición de concurrir a restaurantes o bares y de realizar reuniones de más de 10 personas. La mayoría de los Estados individualmente ha ordenado medidas de confinamiento más severas que abarcan a 245 millones de personas.
La Mesa Internacional con Gustavo Calvo, Leonel Harari y Gerardo Stawsky.
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Foto: Times Square vacía en Nueva York. Crédito: Kena Betancur/Getty Images/AFP