Foto: JOHN THYS / AFP
Desde hace una semana España vive una ola de protestas en las calles por la detención del rapero Pablo Hasél, que fue condenado a nueve meses de prisión por los delitos de “enaltecimiento del terrorismo” y “calumnas e injurias contra la corona”. Las movilizaciones, en particular las que se desarrollan en Barcelona, culminan derivan en hechos violentos, barricadas, enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y destrozos en el mobiliario urbano y locales comerciales.
El músico fue a la cárcel a raíz de una serie de tuits que publicó y en los que tildaba de “mafioso” al rey emérito de España Juan Carlos I, elogiaba a terroristas de ETA, y acusaba a la Policía de matar y torturar a migrantes y manifestantes.
El ingreso en prisión del rapero avivó en España el debate sobre la libertad de expresión. Además produjo diferencias entre el PSOE, del jefe de gobierno Pedro Sánchez, y su principal aliado, Unidas Podemos, que criticó la detención de Hasél.
La Mesa de Análisis Internacional con Gustavo Calvo, Leo Harari y Homero Fernández.
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