El Poder Ejecutivo decretó ayer tres días de luto para homenajear a un uruguayo que será difícil de olvidar.
No fue militar. Sin embargo, su disparo dejó sin voz, sin aire y casi sin vida a 200.000 brasileños que lo observaban.
Tampoco fue un político, aunque desde su posición al frente de once hombres fue capaz de llevar a cabo una de las mayores hazañas realizadas por un grupo de uruguayos.
Tampoco fue músico, actor o escritor. Y en cambio ha dejado una de las huellas que más profundo han calado en la cultura del Uruguay.
Era futbolista.
Ayer, el mismo día en que se cumplían 65 años de la final de la Copa del Mundo de 1950 de la que fue su mayor protagonista, falleció Alcides Edgardo Ghiggia, a los 88 años.
Este fue unos de los temas tratados en La Mesa de los Viernes de En Perspectiva.