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Las largas interpelaciones uruguayas

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¿Porqué las interpelaciones en Uruguay son tan largas? ¿La duración exagerada es una originalidad uruguaya o se da también en otros países?. En Perspectiva conversó con el politólogo Daniel Chasquetti y consultó a varios legisladores que proponen cambios al reglamento para acortar estas instancias.

EN PERSPECTIVA
Jueves 25.05.2017, 10.30 hs

Informe de Fernanda Gómez

La última interpelación en la Cámara de Diputados encendió otra vez el alerta por la extensión de estos debates: 14 horas estuvieron en sala el interpelado, el canciller Rodolfo Nin Novoa, el miembro interpelante, el colorado Ope Pasquet, y los otros legisladores que intervinieron en la sesión.

Es imposible que la opinión pública siga con atención semejantes maratones. Ni siquiera pueden seguirlas las personas más interesadas en los temas políticos. Pero además los propios protagonistas caen abatidos, y así se suceden los bostezos, las distracciones de todo tipo (facilitadas ahora por internet y los teléfonos celulares), las siestas que algunos no disimulan en las mismísimas bancas, las salidas del recinto durante largos ratos para descansar o atender otros asuntos, etc., en un abanico de perforaciones que afectan seriamente el objetivo del llamado a sala.

¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es la causa de la deformación de estas instancias parlamentarias tan importantes?

¿La duración exagerada es una originalidad uruguaya o se da también en otros países?. La producción de En Perspectiva investigó sobre el tema

Información básica

Repasemos, primero, el funcionamiento de una interpelación.

Para que un llamado a sala tenga lugar, debe contar con el respaldo de al menos un tercio de los miembros de la cámara en la que se presenta la solicitud*.

Llegado el día, el interpelante debe formular preguntas fundadas sobre el tema acordado y luego el ministro debe responder. Ninguno de los dos tiene restricciones de tiempo para sus exposiciones. Es un régimen de debate libre.
Luego el presidente de la cámara abre la discusión, y da paso a las intervenciones de cada uno de sus miembros. En este caso sí hay límite de tiempo: en el Senado es de 30 minutos por cada orador y en Diputados 15 minutos.

Al cierre del debate, la Cámara debe adoptar una resolución que exprese si las respuestas ofrecidas fueron o no satisfactorias.

Hace unos meses, en setiembre del año pasado, hubo otra interpelación record, cuatro horas más extensa que la de Nin Novoa. En esa ocasión compareció la ministra de Educación y Cultura, Ma. Julia Muñoz y la duración fue de 18 horas.

En aquel momento consultamos al politólogo Daniel Chasquetti quien explicó que estas instancias “se vuelven largas porque tenemos esta modalidad de que todos pueden participar y todos tienen un tiempo asegurado”.

Así que nuestras interpelaciones son sin límite de tiempo para interpelado e interpelante y un tiempo acotado pero asegurado para que hablen todos los miembros de la cámara correspondiente.

¿Qué ocurre en otros países con democracia presidencialista, como la nuestra?

Chile

En Chile, al igual que en Uruguay, para la interpelación se requiere el voto de al menos un tercio de los diputados en ejercicio**.

A pesar de esta similitud, les ganamos por goleada: en los últimos 10 años hubo cinco veces más interpelaciones en Uruguay que en Chile.

Chasquetti explicó que “en Chile incorporaron la interpelación en 2005, y hasta ahora que hubo 10 interpelaciones nada más”.

En ese país, la solicitud debe ser presentada por escrito, y debe indicar el cuestionario temático sobre el que tratarán las preguntas, solicitudes de antecedentes que se requiera, y preguntas y documentos que los solicitantes consideren pertinente adjuntar.

Además -y acá hay una gran diferencia con el funcionamiento de estas instancias en Uruguay- la sesión no puede extenderse por más de tres horas. En ese lapso deben desarrollarse la totalidad de las actuaciones.

El reglamento es bien detallado y cronometrado en cuanto a las intervenciones de los participantes:

• El diputado designado para interrogar al ministro formula las preguntas de una en una, pudiendo referirse a los antecedentes que justifican su formulación en un término de hasta tres minutos por cada una de ellas.

• Luego, el ministro debe responder las preguntas una a una inmediatamente después de formuladas, en forma sucesiva y durante un lapso no superior a cinco minutos por cada una.

• El diputado “interpelante” tiene derecho a pedir de inmediato aclaraciones sobre cada respuesta, por un tiempo no mayor a de tres minutos. Acto siguiente, el ministro responde a la solicitud de aclaración por un término no superior a cinco minutos. Si el diputado que formula las preguntas no queda conforme con la aclaración, dispone de 30 segundos para solicitar una nueva aclaración. El mismo tiempo tiene luego el ministro para responder.

• Concluidas todas las preguntas y aclaraciones, y entregadas por el ministro respectivo las respuestas a las interrogantes planteadas, los jefes de las distintas bancadas, o aquellos a quienes éstos designen, disponen de hasta tres minutos cada uno para realizar precisiones sobre la materia de la convocatoria. En esta instancia, la bancada a la que pertenezca el diputado nominado para formular las interrogantes será la última en formular sus comentarios.

• Por su parte, el ministro dispone de un total de tres minutos para hacer sus consideraciones finales.

Argentina

Veamos ahora el caso de Argentina, donde las interpelaciones son bastante menos frecuentes que acá, ya que para lograrlas se requiere el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cualquiera de las Cámaras.***

El funcionamiento es el siguiente:
• Tanto miembro interpelante como interpelado tienen un límite de tiempo para exponer sus posturas: 60 minutos cada uno.

• Cuando llega el turno de los demás integrantes de las cámaras, los senadores tienen cinco minutos, pudiendo remitir por escrito al ministro o al jefe de gabinete sus preguntas puntuales, las que serán evacuadas inmediatamente o en la exposición final de aquél.

• Luego de que hablan todos los anotados, el interpelante puede formular observaciones que considere pertinentes, por un máximo de 30 minutos.

• Finalmente, el ministro o el jefe de gabinete realiza su exposición final, con un tiempo máximo también de 30 minutos.

• Las duraciones máximas sólo pueden ser ampliadas con la aprobación de la Cámara.

Perú

Ahora veamos el mecanismo en un país donde, al revés que en Argentina, es relativamente fácil la concreción de una interpelación: Perú.

En Perú se requiere que al menos el 15% del número legal de congresistas firme la moción. Ésta debe entregarse por escrito, adjuntando un Pliego Interpelatorio con las preguntas propuestas para el ministro en cuestión.

Luego, para su admisión, se requiere el voto del tercio de representantes hábiles. Esta votación se efectúa independientemente en la siguiente sesión****.

“En Perú es bastante fácil, como en Uruguay. Creo que incluso es más fácil, se requiere el voto del 15% de las Cámaras. Por eso en Perú hay muchas interpelaciones, incluso censuras a ministros”, sostuvo Chasquetti.

¿Y cómo es el reglamento respecto a los tiempos?

Una particularidad importante: No existe la intervención inicial del miembro interpelante. Las preguntas, como quedó dicho recién, ya fueron presentadas por escrito en el Pliego Interpelatorio.

• El primero que habla, entonces, es el interpelado. Si se trata del Presidente del Consejo de Ministros, tiene 60 minutos para exponer su posición; y cuando el llamado a sala es un ministro, dispone de 15 minutos.

• Luego, para contestar el Pliego Interpelatorio (la base de la interpelación), el Presidente del Consejo de Ministros cuenta con tiempo ilimitado (dentro de lo razonable), en tanto los ministros cuentan con el tiempo que les concede la Mesa Directiva.

• Acto siguiente, el Congreso da inicio a la ronda de preguntas, donde manifiestan sus posiciones los voceros de las bancadas o los congresistas, según se acuerde con el Consejo Directivo. Y se inicia el debate.

• En esta instancia, los ministros pueden conceder interrupciones por no más de dos minutos, previa autorización de la Mesa Directiva. Terminada la discusión, el miembro del Consejo de Ministro puede retirarse de la Sala en cualquier momento.

Con un funcionamiento así las interpelaciones se hacen largas, aunque, aparentemente, no tanto como en Uruguay. El punto diferencial es que la posición interpelante llega escrita, entonces no existe ese “en vivo”.

Justamente esta semana, hace unos días, hubo una interpelación en Perú de 9 horas.

El ministro interpelado, Martín Vizcarra, de Transporte y Comunicaciones, respondió durante tres horas el pliego interpelatorio del Congreso, que abarcaba 83 preguntas. Luego hubo seis horas más de debate congresal.

Brasil

Y, para agregar una referencia más, ¿qué ocurre en Brasil?

Chasquetti explicó que “hay casos como Brasil que no tienen llamados a salas. Sí convocan a los ministros a las comisiones, pero no hay un llamado a sala”

En Síntesis

Cuando las interpelaciones ministeriales tienen un reglamento que pone límites a cada una de las intervenciones, estas instancias no sólo se vuelven más cortas, si no también más ágiles.

“En Uruguay interpelado e interpelante tienen tiempo ilimitado para hablar. La participación de los demás miembros difiere en cada una de las cámaras: 30 minutos para cada uno en el Senado, y 15 minutos para cada uno en Representantes. Entonces, necesariamente, estas interpelaciones van a ser largas. La única forma de acortarlas es cambiar el reglamento”, opinó Chasquetti.

La reacción

¿Y qué piensan los políticos? ¿Es necesario modificar el reglamento para limitar estos tiempos? ¿O está bien así como es hoy, a pesar de que se vean bostezos, caras cansadas y público disperso?

En Perspectiva consultó, primero, al diputado Ope Pasquet, quien hace unos días interpeló al ministro Nin Novoa, y usó una hora para su alocución inicial.

El representante colorado estimó que “es necesario reformar el reglamento y regular de otra manera las interpelaciones. Tienen una duración absolutamente excesiva que impide que la opinión pública, y no solamente los legisladores, pueda seguir el curso de la interpelación.”

Pasquet, incluso, dio algunas fórmulas para atacar el problema.

“Sería razonable darle un tiempo máximo al interpelante; pienso que dos horas puede ser suficiente, lo mismo para el interpelado. Y en el debate que tiene que abrirse posterior a las intervenciones de interpelante e interpelado, acotarlo a algunos miembros por cada partido, o por cada sector de partido. En la interpelación pasada al ministro de Relaciones Exteriores tuvimos 33 legisladores que hicieron uso de la palabra, y que no solamente hablaron durante sus 15 minutos sino que además contestaron alusiones y dieron aclaraciones estirando así el debate a la extensión que conocemos. A cada uno le interesa hablar, le gusta hacerlo, pero tenemos que tener en cuenta el interés general, y establecer una norma según la cual haya un número limitado de participantes por partido o eventualmente por sector parlamentario”, dijo Pasquet.

Martín Lema, diputado del sector Todos, Partido Nacional, también fue consultado por En Perspectiva.

¿Cuáles son, a su entender, los pro y contras del actual funcionamiento?

“Dentro de los pro se puede destacar que es sumamente democrático ya que le permite a cada legislador hacer uso de la palabra y poder expresarse sobre el tema que se esté tratando en el correr de la interpelación. Entre los contras, entiendo que muchas veces se torna un trámite sumamente tedioso. Jornadas extremadamente largas, que pueden hacer que se pierda el objeto del tema que se está discutiendo. Por ese lado sí, es una contra no tener límite en el tiempo”, opinó Lema.

El diputado aseguró que, además de revisar el tiempo de las alocuciones, hay que exigir para estas instancias respuestas reales y concretas de los ministros.

“Me ha tocado ver interpelaciones donde se realizan preguntas concretas en el objeto en cuestión y el ministro comienza a hablar de un desarrollo de aspectos que nada tiene que ver con el motivo de esa convocatoria, con el motivo de la situación, y con las consultas y dudas que se quieren evacuar. Me parece que también es un compromiso ir con la intención de contestar, de dar la cara, de dar respuestas y transparencia al Parlamento, y por supuesto, a la ciudadanía toda”, dijo Lema.

Por su parte, el diputado Alejandro “Pacha” Sánchez, del MPP-FA, se refirió a este tema en marzo, en el programa “A las pruebas me remito”, de Nuevo Siglo TV, y fue contundente.

“Creo que tenemos un sistema de funcionamiento de la Cámara que es del siglo pasado”, sostuvo.

En ese sentido, Sánchez planteó alternativas para evitar debates con duraciones “eternas”, porque entiende que eso impide que se traten realmente “los problemas de fondo”.

En su opinión, “hay ciertas cuestiones que el Parlamento debe cambiar. Por ejemplo, ¿por qué no pueden tener vocerías políticas, donde las bancadas se expresen políticamente, con un vocero o con un coordinador, o con dos, y allí se pone el posicionamiento político de una bancada, de un sector? Eso permitiría que los ciudadanos pudieran acceder a esa información y conocer la opinión de un sector, de un partido. Pero si tenés que aguantar una sesión de 16 horas para entender cuál es esa posición de los partidos, la gente no va a estar atrás mirando lo que sucede y por tanto queda relegada a información tercerizada de lo que sucedió, porque la recibe a través de los medios de comunicación”

¿Ustedes, mientras tanto, qué dicen?

La discusión queda abierta.

Tienen dos minutos, cada uno, para contestar

***

*Uruguay tiene un sistema bicameral. La Cámara de Diputados tiene 99 miembros http://www.diputados.gub.uy/ y la Cámara de Senadores tiene 30 integrantes https://parlamento.gub.uy/camarasycomisiones/senadores

**La Cámara de Diputados tiene 120 miembros, y tiene como funciones exclusivas fiscalizar los actos del gobierno e iniciar las acusaciones constitucionales contra el Presidente de la República, los Ministros de Estado. https://www.camara.cl/camara/media/docs/reglamento_camara_10.pdf

***La Cámara de Diputados en Argentina tiene 257 miembros http://www.diputados.gov.ar/ La de Senadores tiene 72 http://www.senado.gov.ar/

****En Perú el Parlamento es unicameral, y tiene 120 miembros. Más info sobre su reglamento: http://www.congreso.gob.pe/Docs/files/documentos/reglamento-15-07-2016.pdf

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