La presidente de Fundación Canguro, Pamela Moreira, contó sobre su trabajo con los bebés del Pereira Rossell. Rosario Castellanos estuvo en el Hospital Pereira Rossell conversando con los voluntarios y observando su trabajo.
Se podría pensar que un bebé recién nacido no sabe si está recibiendo o no cariño. Que con alimento y un lugar calentito para dormir le alcanza. Si lo miman o no, no debería hacerle la diferencia. Pero la nutrición afectiva resulta fundamental para el desarrollo de los bebés.
Tiene sentido, ¿no? Un bebé solo, sin nadie que le dé afecto, es de las imágenes más tristes del mundo. Y no solo es triste: la nutrición afectiva favorece la adquisición del lenguaje, las habilidades sociales, hasta las capacidades cognitivas. Su falta puede golpear duramente el desarrollo del bebé.
La Fundación Canguro trabaja para que a los bebés apartados de sus familias en el Hospital Pereira Rossell no les haga falta cariño. Los voluntarios sostienen, miman, acompañan, dan contención emocional a esos bebés solitarios.
Rosario Castellanos visitó el Pereira Rossell y desde allá se comunicó por teléfono para contar más sobre la fundación. Por otro lado, la presidente de Canguro, Pamela Moreira, visitó el estudio de En Perspectiva.