La medicina del interior profundo tiene un desafío muy importante a partir de hoy: estar alerta ante el reinicio de clases en más de 500 escuelas rurales en medio de la pandemia del coronavirus.
La Sociedad de Medicina Rural se manifestó en contra de esta decisión del gobierno, especialmente por la falta de personal de la salud que pueda dar respuesta a un eventual brote del virus.
Esta situación es un buen pretexto para que le prestemos atención al trabajo que desarrollan esos profesionales.
¿Cuál es la situación de los médicos radicados en esas zonas lejanas de la capital y de las grandes ciudades del interior del país? ¿Cómo es trabajar y ejercer la medicina? Lo conversamos esta mañana con el doctor Ramón Soto, presidente de la Sociedad de Medicina Rural.
Destaques de la entrevista:
- "No estamos en contra, nunca estuvimos en contra de la decisión del gobierno porque no manejamos parámetros o variables como para estar en contra".
- "Queríamos lograr un puente para mostrar nuestra preocupación y eso se logró".
- "En la ciudad el médico cumple su horario y puede ir a tomar un mate tranquilo. Acá, vayas a donde vayas, al almacén o a la cancha de fútbol, siempre sos el doctor".
- "Estamos buscando un mecanismo, tal vez una diplomatura en salud rural, que le de un soporte académico de formación uniforme en todo el país a los equipos que trabajan en estas zonas".
- "No pretendemos que se la nombre especialidad pero tiene características diferenciales con el trabajo en la ciudad y me parece que debe tener una formación diferente desde las aptitudes, actitudes e inquietudes que necesita alguien que trabaja en la salud rural".
Foto: Policlínica de Valentín, Salto. Cortesía de Ramón Soto.
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