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Pablo Caggiani (FA) sobre transformación curricular: Cuestiona que se quiera redefinir el concepto de competencias que estaba aprobado y pide mecanismos de participación para las familias y estudiantes

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Foto: Mauricio Zina/ adhocFOTOS

Los consensos no faltaron: la reforma educativa es importante. Los agradecimientos y el intercambio tampoco estuvieron ausentes. Pero la reunión de este jueves entre autoridades educativas y representantes de los partidos políticos y de organizaciones civiles para discutir la reforma de la enseñanza dejó entrever, además, algunas discrepancias sobre el ritmo y el rumbo que debe tomar este proceso de ahora en más, consignó El Observador.

Mientras que desde las cámaras empresariales enfatizaron la necesidad de apurar el recorrido, actores de la oposición recalcaron su preocupación por lo que entienden como un clima poco propicio para el diálogo en una transformación de esta envergadura.

Como ejemplo: en una punta, el representante de la Confederación de Cámaras Empresariales, Leonardo Loureiro, dijo que "la velocidad no es la adecuada", es decir, que se avanza muy lento; en la otra punta, el frenteamplista Pablo Caggiani consideró que "faltan voces" en el proceso.

El encuentro se realizó en el salón de actos de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y fue a iniciativa de los jerarcas de la enseñanza para intercambiar, fundamentalmente, sobre el documento preliminar que las autoridades de la educación aprobaron sobre mediados de abril, definiendo los marcos más importantes de la ansiada transformación.

De ellos surgió este jueves el énfasis en lo que, entienden, es una “imperiosa necesidad” de cambiar la educación. Pero las diferencias más evidentes surgieron de un lado y del otro cuando el planteo se centró en cómo llevar adelante la reforma, es decir, de qué manera y con qué velocidad.

Los empresarios pusieron sobre la mesa la retórica de que la transformación es importante porque los uruguayos están “perdiendo más de un tren” y en ese sentido esbozó que el mundo no espera: por esa razón, argumentaron, conviene ir más rápido. La respuesta entre risas que recibió de la directora de Planificación Educativa de la ANEP, Adriana Aristimuño, que seguía atentamente cada una de las intervenciones sacando apuntes en una cuadernola —al igual que hizo, a pocos metros, Robert Silva— fue elocuente. “¿Más?”, replicó Aristimuño.

Desde la cámara enfatizaron que “desde hace mucho tiempo” están “preocupados” por el rumbo de la educación, razón por la que destacaron los cambios procesados hasta ahora que incluyen, en el documento base, un enfoque de egreso por competencias que consideraron “muy bueno”. Su lectura es que las habilidades que se requieren para el mundo del trabajo son, según Loureiro, “todas las que se pusieron en el marco curricular”.

Pero en una tónica más mesurada con la idea de seguir avanzando a todo vapor, el representante del Frente Amplio en el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Pablo Caggiani, indicó que la discusión sobre la reforma de la educación no puede ser básicamente técnica, sino que debe incluir a toda la sociedad.

Conversamos En Perspectiva con Pablo Caggiani, maestro e integrante de la Comisión Directiva del Ineed por el FA.


Destaques de la entrevista:

  • "La transformación de lo educativo requiere de la participación de los actores de la sociedad. Las transformaciones en educación no son transformaciones de un gobierno sino que tienen luces más largas que un período de gobierno".
  • !Hay que construir condiciones, la persecución a docentes en San José, una investigadora en el Parlamento sobre Fenapes, no escuchar a las ATD y tener jerarcas con denuncias en la justicia no parece ir en ese sentido. No parece ir construyendo eso que se necesita".
  • "No sé cuánto gana el gobierno en esto de redefinir lo que ya estaba aprobado como competencia. En el marco curricular de referencia nacional, que refiera ya, no solo a primera infancia, inicial, sino hasta el egreso de bachillerato, fue un documento donde participaron las ATD, los docentes, actores de la academia nacional y de la región".
  • "La discusión es entre un enfoque excesivamente individualista, donde la responsabilidad del aprendizaje es del estudiante, donde lo importante son las habilidades vinculadas a la empleabilidad con las valoraciones que el mundo empresarial hace del tipo de empleado que necesita. Del otro lado lo que existe es una perspectiva humanista, que piensa en los aprendizajes pero también en el derecho a la educación, que no es solamente individual sino que colectivo. Piensa que la educación y su relación con el mundo del trabajo son importantes pero no en términos de trabajo enajenado sino en términos de transformación del entorno, del medio, actividad que genera satisfacción, etc".
  • "Esto no es una discusión que pueda ser solo del gobierno, darle voz a las familias, a los estudiantes, las regiones".