El sistema carcelario uruguayo está en crisis. La situación no es nueva, pero algunos sucesos volvieron a encender las alarmas.
El sábado en la Unidad 7 de Canelones fue asesinado un joven de 22 años, apuñalado. En lo que va del año han fallecido 55 personas en cárceles: 15 homicidios, nueve suicidios, y otras ocho son catalogadas como “muertes dudosas”.
A esto hay que sumar, por supuesto, el secuestro de un hombre durante al menos 40 días en una celda del módulo 11 de la Unidad Nº4 Santiago Vázquez, el ex Comcar.
Allí lo tenían encerrado sus propios compañeros de celda, quienes lo sometían a torturas. El hombre, un delincuente primario, fue rescatado en un estado de desnutrición severa, aunque no lo encontraron las autoridades: fueron otros reclusos que sabían de su situación.
En entrevista con En Perspectiva, esto nos decía al respecto el comisionado parlamentario para el sistema penitenciario, Juan Miguel Petit:
Aquí ha habido una grave omisión del Estado. Hay que desplegar todos los instrumentos, se debe continuar con un tratamiento, una rehabilitación, y un seguimiento. Porque esto no se arregla con que coma más y lo vea un médico. Va a requerir, el trauma que él tiene, su estrés postraumático, su dificultad para expresarse… yo tuve la sensación de que estaba frente a un náufrago. No lo interrogué, no le pregunté, simplemente hablé, los saludamos, pero el hombre estaba muy traumatizado. Eso es algo que hay que seguir muy de cerca por buen tiempo para que se pueda recuperar.
Le dimos una mirada a esta situación crítica con una persona que supo trabajar dentro del sistema y que ahora lo mira desde afuera: Jaime Saavedra, exdirector de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado, también exsubdirector de cárceles y exresponsable del Polo Industrial del Comcar, licenciado en Ciencias de la Educación.
También es docente del servicio penitenciario de Buenos Aires, y presidente de la Asociación Latinoamericana de Estudios Penitenciarios.