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La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue condenada ayer a seis años de prisión y con inhabilitación para ocupar cargos públicos de manera perpetua luego de que un tribunal la halló culpable de fraude y corrupción en la época en que presidió el país, de 2007 a 2015, un fallo que la líder peronista atribuyó a una "mafia judicial".
Cristina Fernández fue declarada culpable de "administración fraudulenta" en perjuicio del Estado en el otorgamiento de obras viales en la provincia de Santa Cruz, de donde es originaria. Pese a la condena, la exmandataria no irá a prisión, debido a que cuenta con fueros como integrante del Senado, que preside en su rol de vicepresidenta.
"Hoy, en Argentina, ha sido condenada una persona inocente", dijo el presidente, Alberto Fernández, poco después de conocerse la decisión. El comunicado del primer mandamiento incluyó una referencia a la vicepresidenta como "víctima de una persecución absolutamente injusta". El fallo, añadió, "es el resultado de un juicio en el que no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso".
Por su parte, Cristina Fernández habló a la población desde su despacho en el Congreso en una emisión en vivo a través de las redes sociales. "En los alegatos probé absolutamente que no tuve el manejo del presupuesto. No legislo, lo hace el Congreso. Ninguna de las mentiras fueron probadas. Es un Estado paralelo, una mafia judicial que me condenó", dijo casi al inicio de su discurso.
“El presidente de la nación, en este caso la presidenta, no es responsable de la ejecución y administración del presupuesto, porque después de la reforma del año 94, quien tiene la responsabilidad, el deber jurídico -que puede ser demandado si lo incumple- de administrar y ejecutar el presupuesto de la nación argentina, es la figura del jefe de Gabinete. Curiosamente, en este juicio los jefes de gabinete solo declararon como testigos. Esto no significa que quiera decir que ellos tienen responsabilidad alguna, porque a lo largo de todo el juicio también se probó que ninguna de las aseveraciones, de las mentiras que dijeron los fiscales en su alegato histriónico, eran ciertas”.
La decisión judicial de primera instancia, conocida ayer, abre ahora un largo derrotero de apelaciones que puede extenderse por años, durante el cual Cristina Fernández podría postularse a cargos públicos. Pero en una declaración sorpresiva, ayer Cristina anunció que no será candidata a ocupar ningún cargo en las elecciones de 2023.
En un extenso mensaje, indicó: “Condenan un modelo de desarrollo económico y de reconocimiento de los derechos del pueblo, por eso me condenan. Pero la condenan no son los seis años a la cárcel, la condena real que dan es la inhabilitación perpetua a ejercer cargos políticos electivos, cuando todos los cargos a los que accedí fueron siempre por el voto popular. Cuatro gobiernos en nombre del peronismo ganamos con el apellido Kirchner: en 2003, en 2007, en 2011 y también contribuí a la victoria que obtuvimos en 2019, cuando nadie daba dos pesos por el peronismo. Esto es lo que me están cobrando, y por eso me inhabilitan. Esta es la verdad de la milanesa, que la cuenten como quieran. Me gustaría ver después los argumentos de esta sentencia, pero esta es la verdad, por esto me están condenando".
"¿Saben qué?", continuó la vicepresidenta, "voy a hacer lo mismo que hice el 10 de diciembre de 2015. Me acuerdo cuando Daniel Scioli me vino a proponer que fuera candidata a diputada nacional para darle fuerza a la lista, para acompañar: No, no, no voy a someter a la fuerza política que me dio el honor de ser dos veces presidenta y ahora vicepresidenta, a que la maltraten en período electoral con una candidata condenada, con inhabilitación perpetua… ¿A mí, administración fraudulenta por el Estado? ¿Y a estos, los amarillos, que nos dejaron 45.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, se pasean orondos en los aviones de Clarín?"
"¡No voy a ser candidata! Es más, una muy buena noticia para usted, [Héctor] Magnetto [presidente del Grupo Clarín], ¿sabe por qué? Porque el 10 de diciembre de 2023 no voy a tener fueros, no voy a ser vicepresidenta, así que le va a poder dar la orden a sus esbirros de la casación y de la Corte Suprema de que me metan presa. Sí. Pero mascota de usted, ¡nunca, jamás! No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta, ni a senadora, mi nombre no va a estar en ninguna boleta, termino el 10 de diciembre y me vuelvo, como me volví el 10 de diciembre de 2015, a mi casa. A la misma casa de donde salí un 25 de mayo de 2003 para acompañar a quien fuera mi compañero", concluyó.
Para saber más sobre la situación en Argentina, conversamos con nuestro corresponsal, Fernando Gutiérrez.