La Fiscalía General de la Nación inició ayer una investigación administrativa en la sede a cargo de Alicia Ghione. El objetivo, según se informó en un comunicado, es esclarecer hechos vinculados a “presuntos mensajes de chat” entre la fiscal y las víctimas o terceros del Caso Penadés divulgados el domingo de noche en Canal 4. También, añade el texto “se determinarán eventuales responsabilidades”.
El domingo en el programa Santo y Seña de Canal 4, el periodista Ignacio Álvarez aventuró que Ghione “va a ser relevada" del caso Penadés y eventualmente sancionada por un vínculo al parecer "confianzudo" con las víctimas presuntas del exlegislador. Según capturas de Whatsapp que mostró, la fiscal compartió con una de las víctimas su impresión de que una "logia" estaría involucrada en el caso y, además, sospechas de que podría haber teléfonos "pinchados ilegalmente", eventualmente los de los denunciantes.
Por otra parte, la oficina a cargo de Juan Gómez accedió a la solicitud de Ghione de, “por razones de decoro o delicadeza”, abstenerse en otra causa, bajo su estudio, que tiene a Álvarez como imputado por la emisión en su programa de radio de una grabación de contenido sexual sin el consentimiento de la víctima. El periodista relató el domingo que la fiscal le había enviado por medio de Jonathan Mastropierro (una de las víctimas del caso Penadés) un mensaje en el que le pedía que no contactara a ninguna víctima y a la vez que recordaba que ella estaba a cargo de la investigación que él tiene pendiente por la difusión de ese video, vinculado a la denuncia por una presunta violación grupal en el barrio Cordón.
Analizamos este caso, conversamos En Perspectiva con Germán Aller, abogado penalista y catedrático de Derecho Penal en la Udelar.