Foto: MAURO PIMENTEL / AFP
Ayer aumentó a 152 la cifra de muertos por las lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en la ciudad de Petrópolis.
Los rescatistas y los habitantes con familiares desaparecidos continuaban excavando entre montañas de lodo y escombros en esta localidad de Río de Janeiro, en un escenario que el presidente Jair Bolsonaro describió el viernes como «casi de guerra».
Las autoridades han reconocido que es poco probable que se encuentren más sobrevivientes. Se estima que 126 personas están desaparecidas.
Las tormentas, que se mantienen y han dificultado las tareas de rescate, obligaron a más de 1.200 personas a evacuar sus hogares.
Petrópolis llevaba a cabo este domingo lo que llamó una «megaoperación de limpieza», con la ayuda de 370 trabajadores enviados como refuerzos desde las vecinas Río de Janeiro y Niteroi, por lo que la oficina del alcalde pidió a los residentes quedarse en casa excepto en caso de «extrema necesidad», para permitir que los equipos de saneamiento eliminen las montañas de basura y escombros que aún obstruyen las calles.
Tuvimos un testimonio de primera mano con Pablo Rosendo, uruguyo residente desde hace once años en Petrópolis.