Entrevista central

Vacuna rusa tenía "credenciales más que suficientes" y ahora se confirma su efectividad; "el problema fue que quedó presa del entusiasmo" de Putin, que "puso por delante el juego geopolítico", dice inmunólogo Alejandro Chabalgoity

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El martes la revista científica The Lancet publicó los resultados de una investigación independiente que concluye que la vacuna rusa Sputnik V tiene una eficacia de 91,6% en los casos sintomáticos de covid-19.

La noticia es todo un espaldarazo para el fármaco desarrollado por el instituto Gamaleya de Moscú, que en agosto, cuando se presentó, provocó desconfianza y hasta rechazo en varios países del mundo. Se advirtió que la vacuna solo había sido probada en algunas decenas de militares y, por otro lado, se denunció el uso político que el gobierno de Vladimir Putin hacía del lanzamiento.

Ahora autoridades rusas celebraron la publicación de The Lancet como una revancha. Kirill Dmitriev, jefe del fondo soberano ruso que financió la investigación, sostuvo que el artículo era un "jaque mate" a todas las críticas y declaró que "Rusia tenía razón desde el principio".

Ahora Moscú busca cerrar acuerdos de cooperación para que otros países produzcan su vacuna que, por ahora, se fabrica en países como Brasil, India, Corea del Sur y Kazajistán. Incluso se estudia su aplicación en Europa.

¿Qué implica este anuncio? ¿Cómo altera el tablero de vacunas a utilizar en el mundo? De este y otros temas conversamos En Perspectiva con el inmunólogo Alejandro Chabalgoity, miembro del Comité Asesor de Vacunación del MSP.