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Brasil: Bolsonaro rompió el silencio y “no dejó a todos satisfechos”, pero “se aplacaron las preocupaciones”. Análisis con Marcelo Silva De Sousa

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Foto: EVARISTO SA / AFP

Jair Bolsonaro habló ayer por primera vez tras la derrota electoral que sufrió el domingo en las elecciones brasileñas.

El actual presidente autorizó la transición hacia el próximo gobierno y prometió que cumplirá con la Constitución, aunque no se refirió explícitamente al ganador de los comicios: Lula da Silva.

Además, pidió a sus seguidores que las protestas que se realicen sean “pacíficas”. “Nuestros métodos no pueden ser los mismos de la izquierda, que siempre perjudican a la población”, afirmó.

Siempre fui rotulado de anti democrático, pero a diferencia de mis oponentes, siempre jugué dentro de los límites de la Constitución. Nunca hablé de controlar los medios ni las redes sociales.

Bolsonaro mantuvo al país en vilo durante dos días al guardar silencio tras perder en el balotaje por un estrecho margen (49,1% de los votos frente a 50,9% para Lula).

Durante meses, el mandatario había cuestionado sin pruebas el sistema electrónico de votos, y despertado así temores de que no aceptaría una derrota.

La corte suprema, garante de la Constitución, subrayó en un comunicado la "importancia" de que Bolsonaro "determinara" el inicio de la transición y "reconociera el resultado final de las elecciones".

Vamos a actualizar la situación en Brasil con nuestro corresponsal, Marcelo Silva de Sousa.


Destaques de la entrevista:

  • Discurso de Bolsonaro "no dejó a todos satisfechos, no solo porque no lo mencionó a Lula ni se refirió tan directamente a la elección. Bolsonaro le habló a los 58 millones de Brasileños que lo votaron, no a los brasileños. Sino también por los dichos por las protestas, para algunos fueron interpretados como algo condescendiente".
  • "Lo más importante fue cuando Ciro Nogueira, el jefe de gabinete, dijo que fue autorizado por el presidente a iniciar la transición con el gobierno de Lula. Eso es, sin lugar a dudas, un reconocimiento de la derrota de los hechos y dejó algo de tranquilidad de que el equipo del presidente electo podrá empezar a tomar los resortes del Estado y poder conocer la situación de las cuentas públicas".
  • Tras dichos de Bolsonaro "se aplacaron las preocupaciones pero hasta ahora la situación todavía no está normalizada".