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J’accuse: Por Juliana Xavier (*)

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Foto: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS

El 7 de octubre de 2021, el Consejo de Facultad de Ciencias propuso la destitución del Profesor Titular Martín Sambarino. Esto es consecuencia de un contexto político, de una campaña difamatoria, y de presiones de gremios que buscan un chivo expiatorio.

El camino legal comienza con una denuncia presentada ante la Comisión de Prevención y Actuación ante el Acoso y la Discriminación: la CPAAD. Dicha Comisión elaboró un informe sobre el asunto y recomendó que se iniciara una investigación administrativa. Esta investigación concluyó e informó al Consejo de Facultad de Ciencias, dictaminando que surge probado acoso sexual.

¿Pero de qué se lo acusa exactamente a Sambarino?

  • El hecho que configura “acoso sexual” es un abrazo, que en palabras de la denunciante, se interpretó como un avance. La denuncia no dice que el abrazo fuera acompañado de acciones físicas y objetivas de carácter sexual. El denunciado reconoce que abrazó amistosamente a la denunciante porque ella estaba angustiada.

A partir de este dictamen, el consejo de Facultad de Ciencias propuso al Consejo Directivo Central (el CDC) la destitución del docente. Es este Consejo quien debe pronunciarse ahora.

La desproporción en la sanción propuesta no es casual. En agosto de 2019 se publicó un artículo en la prensa cuyo tono fue extremadamente agresivo, relatando hechos falsos, algunos que constituirían delitos graves, respecto a la conducta del profesor con sus alumnas mujeres. La nota también refiere a hechos muy graves que habrían cometido otras personas que nada tienen que ver con Sambarino, sin aclararlo, enchastrando así su nombre a nivel local e internacional. Concluída la investigación, resultan falsas las aberraciones que le endilgaron. Una investigación donde se entrevistaron más de 50 testigos: docentes, estudiantes y amigos de la denunciante.

La comisión que recomendó realizar esa investigación, la CPAAD, se desempeñó en forma paupérrima:

  1. Una única persona estudió el caso, una sicóloga del equipo técnico, cuando supuestamente es un grupo interdisciplinario quien debería haber actuado. Todo el equipo técnico firma el informe final.
  2. No se levantaron actas de las entrevistas realizadas: la sicóloga dio un informe oral a partir del cual la comisión recomienda la realización del sumario.
  3. La misma sicóloga extravió documentación a favor de Sambarino que le fue entregada frente a testigos.
  4. La periodista que escribió el artículo de prensa, indica que esta sicóloga le proporcionó información confidencial sobre la denuncia.

Luego de esta actuación de la CPAAD, comienza el sumario instruído por la Dirección General de Jurídica de la Universidad. El expediente que surge del sumario pasó un lapso tan breve en la Facultad que es imposible que los consejeros lo hayan leído completamente, dado su volumen de mil folios y el hecho que existe del mismo un sólo ejemplar en papel.

El Consejo sesionó dos veces en régimen de Comisión General (es decir, sesión secreta). Sin embargo, lo que se dijo, incluyendo la opinión de cada consejero y su intención de votar una sanción u otra, fue publicado poco después en Twitter.

A esto hay que agregarle la campaña orquestada para desprestigiar la imagen del profesor, con instrumentos en facultad, en redes sociales, y en la presión internacional para cancelar su participación en eventos científicos. Actuando en forma contraria a los valores que dice defender, el gremio docente de Facultad de Ciencias también participa: convocó a una asamblea, donde se decidió encomendar a sus delegados a pronunciarse por la destitución. Cabe señalar que la Asamblea no contaba con el expediente conteniendo la investigación llevada a cabo durante dos años. Del expediente no surge que haya que destituir a Sambarino, sino más bien al contrario: se sugiere tener en cuenta el buen desempeño anterior del funcionario a la hora de evaluar la sanción.

Además, se dictaminó acoso sexual a pesar de que:

  1. El "abrazo" denunciado ocurrió en un apartamento que el profesor alquiló en París, en el que se estaba alojando la denunciante. Una testigo propuesta por la denunciante es la persona más cercana a los hechos, habiendo estado en París con ella, alojándose ambas en el apartamento del profesor. Esta testigo contradijo explícitamente varias afirmaciones que hizo la denunciante al respecto de su estadía en la capital francesa.
  2. Dos testigos mujeres propuestas por la denunciante afirmaron haber sido presionadas por la denunciante y su pareja en relación a su declaración.
  3. El testigo principal de la denunciante se encontraba en Dinamarca en el momento del hecho, y se enteró de lo sucedido por teléfono.
  4. Un solo punto de la denuncia configura el hecho probado de acoso sexual: el abrazo. Los otros puntos fueron desestimados por la sumariante, tras una investigación exhaustiva. Por ejemplo, se acusa a Sambarino de perjudicar académicamente a la denunciante. El sumario llegó a la conclusión de que esto es absolutamente falso.
  5. La misma sumariante decide que en el caso concreto del abrazo, la denunciante sí interpretó el gesto de forma correcta.

Poniendo las cosas en perspectiva: el único hecho que se intenta punir es un abrazo, y no se denunció ni se probó que ese gesto tuviera el carácter sexual que prescribe la ley. Todas las demás afirmaciones de la denunciante fueron desmentidas y hay una abundancia de irregularidades en todo el proceso, que son fuerte evidencia de explicaciones alternativas a la del acoso. A pesar de esto, la sumariante concluye que todas las declaraciones comprobadamente falsas son irrelevantes y que la única afirmación que no se puede desmentir materialmente (es decir, la interpretación del abrazo) es verdadera. Toda la cadena de eventos muestra por parte de varios actores un desprecio hacia la evidencia y la búsqueda de la verdad: una actitud profundamente anticientífica y antiuniversitaria.

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(*) Mi nombre es Juliana Xavier, soy doctora en matemática, docente Grado 3, Dedicación Total en Facultad de Ingeniería de UdelaR, investigadora del SNI (Sistema Nacional de Investigadores) y del PEDECIBA. Represento a todas, sin excepción, las mujeres doctoras en matemática que trabajan en el país y que prestamos declaración en el sumario instruido al Prof. Sambarino. Algunas fuimos testigos por parte del denunciado, pero otras por parte de la denunciante.

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