Editorial

Prever es aprender

Por

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Por Alejandro Sciarra ///

Al momento de preparar este aporte, el dólar supera los $ 32 en Uruguay, y roza los $ 40 en Argentina.

El Banco Central del Uruguay lleva vendidos unos US$ 400 millones en unos pocos días, pero el efecto es más de placebo, o quizá de amortiguar la caída.

La arrocera Saman anunció hace unos días el cierre de una de sus plantas y el mismo día Motociclo con más de 300 empleados, solicitaba a la justicia el concurso voluntario de acreedores.

Los supermercados anuncian bajas llamativas en las ventas y estiman que la situación podría empeorar.

El 40 % de los empresarios uruguayos cree que para el año que viene reducirá su plantilla laboral.

Cerraron Fanapel, Fripur, Molino Dolores, La Spezia, Mr. Bricolage, se fue Chery y tantas otras.

En menos de cuatro años, se perdieron 55.000 puestos de trabajo.

Los expertos siguen ajustando a la baja sus pronósticos en cuanto a las expectativas de crecimiento.

Y para ir cerrando, los jóvenes emigran a granel, en busca de oportunidades laborales, de su propio emprendimiento, de seguridad, de una vida más asequible, de más libertades. En búsqueda de un Estado que no sofoque, de menos condiciones, de ideas frescas.

Todo esto, que es muy importante y claro que urgente, nos distrae y quita el foco del problema más impostergable de nuestra historia, que es la educación. Y entre tanto barullo, pensamos cómo explicar, porque ya no sé puede contener, y porque ya ni hablamos de prevenir, la delincuencia que goza de una salud admirable y va campeando libremente a lo largo y ancho del país como quien estuviere de zafra. Y si alguien creía que el ejército nos podía mantener a salvo, hace tan solo unos días balearon a un soldado para robarle el fusil. Increíblemente, en la puerta del cuartel. Estimo que a esta altura, han creído ya estos malvivientes, que tienen un derecho consagrado constitucionalmente.

La película parece de Tarantino.

Y eso que bastante tiempo nos mantuvo entretenidos el conventillo de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que logró tapar todos nuestros problemas con su telenovela de lo audios de WhatsApp, llena de actores de reparto sintiéndose protagonistas nominados al Óscar, y que parece más larga que Lo que el viento se llevó.

Más allá de dicha distracción, son demasiados los signos de que vienen tiempos difíciles como para ignorarlos.

Uruguay está "preparado para enfrentar cualquier efecto negativo” que pueda derivar de la pronunciada suba del dólar en Argentina, decía el Ministro Astori en mayo. Pero el hecho es que la suba parece no ceder y los efectos negativos, están aún por verse. Ojalá el ministro tenga razón.

Siendo este el panorama, la ley de rendición de cuentas aumenta el presupuesto en unos US$ 150 millones para 2019 y otro tanto para 2020. La oposición pide la reconsideración, mientras que el oficialismo entiende que el aumento es necesario.

A menudo vemos que en las crisis económicas unos gobiernan y otros piden la cabeza del ministro de Economía. Todos somos testigos y tenemos claro, que a menudo ni siquiera es el responsable de las crisis. Porque cuando la cosa anda bien, el programa lo hicimos todos. Y cuando no, ya sabemos quién debe renunciar.

Así y todo, en un país como el nuestro, me niego a creer imposible el diálogo sincero y vacío de cámaras, en torno a iniciativas acerca de cómo enfrentar una posible crisis económica. De este modo, no tendremos un partido gobernando y otro pidiendo la cabeza del ministro de turno. Tendremos un partido gobernando, y otros coautores de las decisiones, a menudo cargadas de costo político, necesarias para el momento de dificultad.

Hemos vivido ya una experiencia similar.

¿Será que podríamos haber demostrado algo más de capacidad de aprendizaje y haber tentado la elaboración de líneas de acción para enfrentar posibles dificultades? ¿Será que estamos a tiempo de hacerlo?

Uruguay ha mantenido a lo largo de su historia ciertos lineamientos en materia económica. Lineamientos que no han cambiado a pesar del cambio de ideología. Sabiendo que el mal tiempo viene en camino, no sería para nada sensato dejarlo venir sin un solo acuerdo sobre los posibles caminos a tomar.

Nos evitaríamos así, además del malestar por la economía, un enfrentamiento político partidario.

¿Será que existe voluntad?

***

Emitido en el espacio Tiene la palabra de En Perspectiva, miércoles 05.09.2018

Sobre el autor
Alejandro Sciarra es abogado de formación, pero a los 30 años dio un giro hacia la psicología positiva aplicada al ámbito educativo y empresarial. Desde los 18 años participa en política, integró en más de una oportunidad La Tertulia de En Perspectiva, es colaborador del Semanario Voces y en Radio Oriental. Desde hace un año está radicado en Italia con su esposa, desde donde sigue de cerca la realidad política y social uruguaya y europea.