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El desempeño de la actividad comercial en el inicio de 2021

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¿Cómo se comportaron los principales giros comerciales y cuáles son las perspectivas?

EMILIANO COTELO (EC): La actividad comercial viene enfrentando dificultades severas en el último año, muy afectada por la crisis sanitaria, que no sólo generó una caída importante de los ingresos y del empleo, sino que además supuso un desplome del turismo. De hecho, las cifras de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios confirmaron un primer trimestre del año de fuerte retracción en la gran mayoría de los giros comerciales, aunque con algunas excepciones. 

Con estas cifras sobre la mesa, nos pareció valía la pena conversar sobre el desempeño reciente del comercio en nuestro país. ¿Cómo está siendo la evolución de las ventas a nivel de los principales giros comerciales? ¿Qué perspectivas se manejan para adelante? Lo conversamos en los próximos minutos con la economista Florencia Carriquiry, socia de Exante. 

ROMINA ANDRIOLI (RA): Florencia, la llegada del coronavirus el año pasado fue sin dudas un golpe duro para la economía en general y para la actividad comercial en particular. Tras un año de crisis sanitaria, ¿cómo está siendo la evolución del comercio en el comienzo de 2021? 

FLORENCIA CARRIQUIRY (FC): Sin dudas el comercio ha sido de los sectores más duramente impactado por la crisis sanitaria. Como mencionaba Emiliano antes, por un lado, el sector se ha visto afectado por la caída del consumo interno ante la pérdida de ingresos y de empleos y fruto también de la menor movilidad y las restricciones que se introdujeron en algunos rubros. Y, por otro lado, el cierre de fronteras supuso un shock particularmente fuerte para los rubros más vinculados al turismo. 

En este contexto, las cifras de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios para el primer trimestre de este año pautaron descensos interanuales realmente muy generalizados a nivel de los distintos giros comerciales… con muy pocas excepciones. 

De hecho, del total de giros relevados por Equipos Consultores para la Cámara de Comercio, apenas el 13% logró crecer en ventas en el primer trimestre y sólo una de cada 4 empresas relevadas aumentaron su actividad en la comparación con un año atrás. 

 

 

RA: Está claro. Vayamos a las cifras, entonces, ¿cómo fue el desempeño a nivel de los giros más relevantes? ¿Dónde se vieron las caídas más importantes? 

FC: Cómo se viene viendo desde el inicio de la crisis sanitaria, las caídas más importantes se observan a nivel de los rubros de servicios y en particular de los servicios más vinculados al turismo. Hay que recordar que el primer trimestre de 2020 fue el último trimestre previo a la llegada del coronavirus, con lo cual estamos comparando un verano “normal” en términos de turismo con un verano sin turismo receptivo prácticamente… Eso sin dudas afecta muy severamente esta comparación interanual para el primer trimestre del año. 

Concretamente, a nivel de hoteles la facturación real se contrajo más de 40% frente a enero-marzo de 2020, las ventas de las agencias de viaje cayeron más de 60% en esa misma comparación y los restaurantes y confiterías sufrieron una retracción de casi 20% (siempre en términos reales). 

Luego también hubo descensos muy importantes en otros rubros, donde probablemente también hay un impacto fuerte del desplome del turismo. No podemos perder de vista que en enero-marzo de 2020 habrían ingresado al país 1 millón de visitantes residentes en el exterior, mientras que este año el ingreso de visitantes habría sido de unos pocos miles… Si bien también se desplomó el turismo de salida y hubo más uruguayos haciendo turismo interno, el saldo neto es muy negativo y eso necesariamente tiene impactos en todos los rubros de consumo masivo. En ese sentido, el sector de venta de indumentaria y las ópticas, por ejemplo, sufrieron descensos de sus ventas de aproximadamente 25% real frente a los niveles de un año atrás. Y los supermercados, que habían mantenido relativa firmeza en el inicio de la pandemia, sufrieron un descenso de sus ventas de casi 13% interanual en enero-marzo de este año. 

RA: Florencia, antes mencionabas que fueron pocos los giros comerciales que lograron crecer en la comparación con enero-marzo de 2020… ¿Cuáles fueron esas excepciones? 

FC: La excepción más relevante está siendo la venta de automóviles y camionetas, que después de una caída importante al inicio de la pandemia, viene mostrando un dinamismo extraordinario. Concretamente, las ventas de automóviles y camionetas 0 km se recuperaron muy rápidamente desde mediados del año pasado y en el primer cuatrimestre de este año acumulan una suba de 70% respecto a los niveles de un año atrás. Es claro que esta comparación está distorsionada por ventas extraordinariamente bajas en marzo-abril de 2020, pero lo cierto es que incluso si miramos enero-febrero las ventas crecieron 25% interanual y en una mirada más larga, estamos viendo en los últimos meses los niveles de ventas de autos y camionetas más altos desde 2017… Desde finales de 2020 se están vendiendo más de 4.000 unidades por mes en promedio. 

Y por otro lado el rubro Informática ha sido desde el comienzo de la pandemia una excepción, en un marco en el que  la educación y el trabajo en casa alentó la compra de computadores y otros elementos de informática. En concreto, después de crecer casi 5% en 2020, en el primer trimestre de 2021 las ventas del rubro Informática en términos reales crecieron 9% frente a los niveles de un año atrás. 

RA: Florencia, volviendo a los automóviles, la verdad es que no deja de llamar la atención que las ventas estén creciendo tanto en el contexto actual… ¿cómo se explica esa evolución tan favorable? 

FC: Es cierto que el dinamismo que están mostrando las ventas de automóviles es llamativo y está siendo además bastante generalizado a nivel de marcas. Más aún, Romina, esto se está dando incluso cuando en el último año el dólar subió de modo significativo y eso supuso un encarecimiento relevante de los bienes importados, como los automóviles. 

 En ese marco, no sabemos con certeza a qué obedece el muy buen desempeño de las ventas de automóviles, pero sí tenemos algunas conjeturas. En primer lugar, hay que tener presente que, al inicio de la pandemia, en un marco de mucha incertidumbre y ante la suba abrupta del dólar que vimos en ese momento, las ventas de automóviles se desplomaron… entre marzo y mayo de 2020 se vendieron unas 1.700 unidades en promedio (con un piso de apenas 1.200 unidades en abril), cuando se venían vendiendo aproximadamente 3.400 unidades por mes previamente. Seguramente, al menos parte de las ventas que no se hicieron en el peor momento (en parte también por las restricciones a la movilidad de aquel entonces), se fueron realizando en los siguientes meses.

Y, en segundo lugar, es notorio que la crisis sanitaria ha supuesto una contracción significativa del ingreso de los hogares y una pérdida importante de empleos, pero el impacto ha sido mucho menor a nivel de los hogares de mayor nivel socioeconómico… Y en ese marco, con ingresos que no se vieron tan afectados y con restricciones fuertes a la movilidad, que supusieron una drástica caída del gasto en algunos rubros y servicios suntuarios (como los viajes o los servicios de esparcimiento, por ejemplo), en todo el mundo se ha observado un fuerte aumento del ahorro a nivel de los hogares de mayor nivel socioeconómico, un ahorro de alguna manera “forzado” por la coyuntura de la pandemia. En ese marco, es probable que estos hogares hayan aumentado su gasto en rubros suntuarios como los automóviles… 

RA: ¿Y qué se puede prever para adelante? ¿Podemos pensar en una reactivación del sector comercial en lo que resta de este año? 

FC: Bueno, en el segundo trimestre que está transcurriendo el agravamiento sanitario seguramente está impactando negativamente en la actividad comercial en general, pero difícilmente veamos cifras tan malas como las de abril-junio de 2020. Y mirando para adelante es muy probable que el sector tenga cierta recuperación en el transcurso del segundo semestre, sobre todo en la medida en que la situación sanitaria vaya mejorando de la mano del avance de la vacunación. 

Ahora, de todos modos, la evolución va a ser diferente por rubro y en términos globales difícilmente se recuperen niveles de actividad pre-pandemia, salvo casos excepcionales. Incluso cuando el empleo muestre cierta recuperación, vamos a seguir viendo una demanda interna debilitada en un marco de caída del salario real y descenso de los ingresos en general y, además, la actividad turística va a seguir siendo extraordinariamente reducida. Hoy todavía no sabemos ni cuándo ni cómo se podrá procesar la reapertura de fronteras, en particular con los países vecinos, pero, incluso si eso sucediera en algún momento de este año, la verdad es que el contexto macroeconómico regional, con monedas históricamente devaluadas en ambos países vecinos, no nos permite ser optimistas respecto a las perspectivas para el turismo en nuestro país.

En definitiva, Romina, en nuestra opinión es esperable que en la segunda mitad de 2021 la actividad comercial tienda a recuperarse, pero no deberíamos esperar un gran repunte del sector en general… y de hecho en algunos giros y en algunas zonas del país (más dependientes del turismo) seguramente se mantendrán niveles de actividad muy reducidos.