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Análisis de Exante: Desempeño reciente y perspectivas para la ganadería uruguaya

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Foto: Daniel Rodriguez /adhocFOTOS

Desempeño reciente y perspectivas para la ganadería uruguaya

EMILIANO COTELO (EC): En las últimas horas se confirmaron dos casos de vaca loca en Brasil, lo que llevó a las autoridades brasileñas a suspender temporalmente las exportaciones de carne a China.  Se trata de una noticia por demás relevante para el complejo cárnico uruguayo, por lo impactos que esta situación puede tener sobre el mercado de carne mundial, un mercado que ya viene marcando en los últimos meses precios extraordinariamente altos, en medio de una recuperación muy firme de la demanda global por proteínas.

En nuestro país, la noticia fue recibida de todos modos con cautela por parte del sector cárnico uruguayo, en la medida en que aún se desconoce cuán duradera será esta situación. De todos modos, parece claro que, al menos de corto plazo, la salida de Brasil del mercado puede suponer presiones alcistas adicionales sobre los precios de la carne y sobre los valores del ganado en nuestro país.

Frente a este escenario, nos pareció oportuno dedicar el espacio económico de hoy al del sector cárnico de nuestro país, pero haciendo foco en la ganadería. Otras veces hemos analizado la situación y las perspectivas de la industria frigorífica uruguaya, pero ¿cómo qué está pasando a nivel de la fase primaria de la cadena cárnica de nuestro país? Lo conversamos con la economista Florencia Carriquiry, socia de Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): Como se mencionaba recien, la confirmación de los casos de vaca loca en Brasil llevó a que se suspendieran temporalmente las ventas hacia China ¿qué impactos podemos prever en el mercado cárnico mundial de esta situación?

FLORENCIA CARRIQUIRY(FC): Sin dudas que esto va a depender de cuanto dura esta suspensión, lo que a su vez dependerá de si se confirman nuevos casos de vaca loca o si termina siendo una situación aislada sin más impactos, como sucedió allá por junio de 2019, cuando Brasil enfrentó una situación similar.

En cualquier caso, es innegable que estamos hablando de Brasil, uno de los principales exportadores mundiales de carne y el principal proveedor de carne de China en particular, por lo cual, si la suspensión de las ventas persiste por algunas semanas el impacto en el mercado puede ser relevante, sobre todo si tenemos presente, además, que tenemos a Argentina con cepo a las exportaciones cárnicas y a Australia en plena fase de recomposición de existencias.

En medio de este contexto, las presiones alcistas sobre los precios de la carne pueden hacerse todavía más intensas en las próximas semanas.

RA: Ahora, en nuestro país ya estamos con valores de exportación de la carne en máximos históricos, ¿verdad?

FC: Sí. Los precios de exportación vienen mostrando una suba muy fuerte desde comienzos de este año y en las últimas semanas las cifras del Instituto Nacional de Carnes ya marcan un valor medio de exportación de la carne vacuna arriba de los US$ 4.400 la tonelada carcasa, que es un registro efectivamente récord, superior incluso a los valores que llegaron a verse a finales de 2019.

RA: ¿Y cómo está impactando esa suba de precios de la carne sobre el sector ganadero local?

FC: El dinamismo de las exportaciones y los altos precios de la carne se están reflejando en un aumento muy importante de la faena y en una suba fuerte de los precios del ganado.

De hecho, a instancias de la recuperación de la demanda externa, la faena vacuna viene aumentando rápidamente desde finales de 2020. Concretamente, en el conjunto del ejercicio 2020/2021 (que finalizo en junio) se faenaron unos 2,3 millones de cabezas vacunas, que es un nivel 16% superior al del ejercicio anterior (impactado por la pandemia al inicio de 2020) y es muy cercano a los niveles máximos de ejercicios anteriores. En particular, desde marzo estamos con un promedio de más de 220.00 cabezas faenadas por mes (acercándose incluso a las 240.000 cabezas en algunos meses). Son volúmenes realmente muy altos para nuestro país, y no es frecuente cuando uno mira series históricas ver esos niveles de actividad durante 5-6 meses seguidos.

Y al mismo tiempo se recuperaron las exportaciones de ganado en pie, que también subieron 16% frente el ejercicio 2019/2020 (aunque en este caso permaneciendo muy por debajo de los registros récord vistos en ciclos anteriores).

En definitiva, estamos con una demanda de ganado muy dinámica,  y en ese contexto como mencionaba antes los precios de las haciendas están mostrando subas muy importantes.

RA: ¿Podemos comentar esas cifras? ¿Cuánto han subido los precios del ganado en estos últimos meses?

FC:  Al igual que la carne, los precios del ganado comenzaron a subir de manera rápida desde finales del año pasado. De hecho, después de alcanzar valores de menos de US$ 3,2 por kilogramo en cuarta balanza a finales de 2020, los precios del novillo gordo escalaron de modo prácticamente ininterrumpido en lo que va de este año y en las últimas semanas están en torno de los de los US$ 4,40 por kilogramo (siempre en cuarta balanza), superando también los valores que llegaron a verse a finales de 2019.

Y de la misma manera, también han subido los precios a nivel de otras categorías de ganado. Por ejemplo, a nivel de la reposición, el precio del ternero, que había caído por debajo de los US$ 2 por kilogramo en pie en el peor momento de 2020, volvió superar los US$ 2,40 el kilogramo en pie en las últimas semanas, recuperando valores de finales de 2019.

Grafico precios ganado

RA: Entonces, a partir de esta evolución de la actividad y de los precios, ¿estamos viendo una mejora de la rentabilidad ganadera?

FC: Sí. Nuestras estimaciones arrojan que los ingresos netos ganaderos estarían mejorando de forma apreciable en los últimos meses. De forma consistente, hace algunos días la consultora Apeo publicó en Twitter estimaciones de lo que ellos llaman “Precios implícitos en la ganadería”, que miden el valor implícito de cada kilogramo producido en las distintas fases de la cadena cárnica. Por ejemplo, para la actividad de recría y de invernada, se mide el valor de cada kilogramo producido, desde que se adquiere un ternero o una ternera de unos 200-250 kilogramo, hasta que se vende como novillo pesado, como novillo de recría o como vaquillona gorda (en el caso de las hembras). En función de los precios relativos de las distintas categorías se obtiene el valor implícito de los kilogramos producidos entre que fue comprado y fue vendido, mientras que para la cría se computa el valor promedio de una canasta estándar de un sistema criador, que vende esencialmente vacas, terneros y alguna ternera.

Todos estos indicadores presentan una suba en los últimos meses y se ubican actualmente entre los niveles más altos en 4 años. Esas tendencias, junto con el dinamismo de la producción, son señales de un buen momento para la ganadería vacuna en todos sus eslabones.

Es cierto que los costos de producción están subiendo con el encarecimiento de varios insumos (como los fertilizantes o los combustibles) y con la reciente baja del dólar, pero es innegable que los ingresos ganaderos están teniendo una evolución muy favorable en este escenario de precios.

RA:  Está claro. Ahora, antes de terminar, ¿qué se puede esperar para adelante? Otras veces comentamos que el complejo cárnico enfrenta restricciones del lado de la oferta para seguir creciendo ¿los niveles de actividad de los últimos meses son sostenibles? ¿qué está pasando a nivel de los stocks?

FC: Sin dudas el desafío de promover un crecimiento de la oferta de ganado, que permita seguir aumentando la actividad y las exportaciones en los próximos años sigue estando vigente, pero hay buenas señales en las últimas cifras.

Seguramente este año los nacimientos volverán a estar debajo del récord de 3 millones de cabezas que se alcanzó en 2019, pero todo hace indicar que permanecerá sólo levemente por debajo de esa cifra  y, por otro lado, las cifras preliminares de DICOSE a junio de este año marcaron un stock vacuno prácticamente estable, en unos 12 millones de cabezas, que es un registro históricamente alto. Además, a nivel de composición, se destaca que tenemos un stock vacuno cada más joven y con un rodeo de cría y un número de vientres que se mantiene firme, esas son señales de una ganadería más eficiente y que sigue apostando a la expansión.