El corresponsal itinerante

Treinta días en la República Islámica de Irán: Crónica y fotos del Corresponsal Itinerante de En Perspectiva

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Gabriel Díaz, colaborador de En Perspectiva, recorrió Irán durante un mes. “En general hay un clima de optimismo”, afirmó. Con respecto al acuerdo nuclear firmado el pasado julio con EEUU y las principales potencias del mundo, añadió: “Se espera que las sanciones se levanten en diciembre y con eso lleguen las inversiones y el país vuelva a estar conectado”.

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Corresponsal Itinerante
Lunes 5.10.2015

La República Islámica de Irán vive un momento clave de su historia reciente, luego de en julio firmara un acuerdo nuclear con Estados Unidos y las principales potencias del mundo, donde se comprometió a no desarrollar la bomba atómica, a cambio del levantamiento de las sanciones que han venido asfixiando su economía.

Se trata del cuarto productor de petróleo del mundo y posee la mayor reserva de gas natural.

Además, es un actor de primera línea en el tan convulsionado Medio Oriente, donde tiene una ubicación estratégica, rodeado por Afganistán, Irak y muy cerca de Siria.

Nuestro corresponsal itinerante, Gabriel Díaz, acaba de completar una recorrida por Irán que duró un mes, para acercarse a su cultura, que tiene más de 2.500 años de historia, para vivir de cerca su actualidad y los cambios que está atravesando y, a partir de esa experiencia, avizorar el futuro de ese país.

Comencemos explicándole a la audiencia por qué viajaste como turista y por qué no establecimos contacto durante este último mes…

GABRIEL DÍAZ (GD) —A modo de resumen puedo decir que es más sencillo conseguir el visado de turista que el de periodista o escritor, teniendo en cuenta que la libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales más afectados por el gobierno iraní. De modo que me comprometí ante las autoridades a no realizar actividad alguna relacionada con el oficio durante mi estancia en el país… y así fue. Ahora estamos aquí para compartir lo vivido.

EN PERSPECTIVA (EP) —Vamos a situarnos, repasemos algunos aspectos generales del país.

GD —Como decías en la introducción este es un momento histórico para un país que tiene cerca de 80 millones de habitantes y se encuentra en un punto estratégico, siendo sin duda el más estable de la región. El embargo ha golpeado duramente a la economía, la inflación comienza a controlarse, está sobre el 15 %, pero ha llegado a superar el 40 % en los últimos años. El desempleo por ejemplo golpea con fuerza a la juventud.

Para que se hagan una idea de lo que significa este bloqueo establecido por la Onu en 2006 y endurecido en 2011 por EEUU y la UE, en el país no se pueden hacer transacciones financieras. Tienes que llegar al país con dinero en efectivo porque no hay manera de obtenerlo, no hay cajeros automáticos, no hay posibilidad de hacer transferencias bancarias…Y claro, esto que lo vive uno como viajero hay que trasladarlo al ámbito de las relaciones comerciales que quedaron trancadas, aunque en 2013 comenzara a experimentar cierta apertura.

En general hay un clima de optimismo. Se espera que las sanciones se levanten en diciembre y con eso lleguen las inversiones y el país vuelva a estar conectado con el mundo, exportando, importando, pero sobre todo normalizando unas muy dañadas relaciones exteriores.

EP —En buena medida esas relaciones fueron dañadas por la tensión entre el expresidente G W Bush y Mahmud Ahmadinejad…

GD —La sociedad iraní está convencida de que este nuevo escenario ha sido posible porque en la casa Blanca está Barack Obama y en Teherán, la capital de Irán, el presidente Hassan Rohani, un hombre descrito como moderado y más abierto al diálogo. Van quedando atrás aquellos tiempos de cruces verbales entre Bush y Ahmadinejad que poco favor le hicieron a la cooperación internacional.

Y, por cierto, no son pocos los iraníes que bromean con la figura del expresidente Ahmadinejad, dicen que bien podría haberse tratado de un espía estadounidense porque fue absolutamente funcional a los intereses de la administración Bush, generando más tensión y acritud, hasta el punto de temer una nueva guerra que hubiera resultado en más desastre y destrucción en una zona ya devastada por la violencia.

Bueno, ahora el escenario es otro: Irán ha aceptado fuertes controles e inspecciones regulares con el fin de garantizar que no fabricará armas nucleares.

EP —Contanos qué impresión te llevaste al llegar, cómo fue ese encuentro con la sociedad iraní.

GD —Me encontré con uno de los pueblos más generosos, hospitalarios y educados que he conocido hasta ahora, tanto en Asia, América Latina como en África. Allá ocurre lo contrario de lo que pasa en otras partes, primero te invitan a su casa porque tienen una tradición milenaria de la cortesía al recibir al extranjero, al desconocido, como a un verdadero pariente querido, no visto durante años.

A la semana, sin ir más lejos, ya estaba parando en la casa de una familia que conocí en una obra de teatro con la que conversé y casi terminó adoptándome. Es fuerte y no parece verdad, pero podría contar muchos ejemplos de situaciones similares que viven todos los viajeros. Lo mejor de la experiencia de viajar por Irán es el encuentro con su gente, sin dudas.

Es un país seguro, te puedes mover con total tranquilidad, lo recorrí en ómnibus de punta a punta sin ningún problema. Tienen buenas carreteras. La cobertura de saneamiento por ejemplo llega al 98 % de la población. Hay un alto nivel de alfabetización, el más alto de la región, cercano también al 100 % entre los jóvenes. Si a esto le sumamos que la juventud, los menores de 30, representan el 60 % de la población, nos encontramos con un pueblo joven y altamente formado. Como decía antes, son ellos, los jóvenes, los que más sufren el desempleo y quienes más emigran. Ese es un asunto que esperan aliviar con el levantamiento de las sanciones.

EP —¿Qué ciudades visitaste? Adelantanos un poco qué vamos a ver en las fotos de la web.

GD —Primero llegué a Teherán, una ciudad con 15 millones de habitantes, con un tránsito caótico, un verdadero dolor de cabeza. Además, muy contaminada porque el embargo ha hecho que los autos o el parque automotor no se renueve desde hace años, en general. Y eso produce contaminación.

Todo esto es compensado por la amabilidad de la gente y por una movida cultural muy interesante en arte, cine, teatro…Por supuesto que los artistas lidian con la censura, pero siguen adelante y, como decía antes, con un poco más de margen de acción con la llegada del moderado Rohaní.

EP —Después de la capital…

GD —Después seguí hacia el sur en bus, hice escala en varios pueblos. Si tengo que elegir, me quedo con Esfahan, la ciudad más hermosa de Irán, por lejos. Allá se puede ver y disfrutar buena parte de los pilares de la cultura iraní, con una monumental plaza central, los famosos bazares, sus alfombras, los puentes y parques, sumamente cuidados y sobre todo disfrutados por la gente.

Las calles están llenas de vida, muchos de estos espacios públicos son parte además del Patrimonio de la Humanidad y por eso hay una mezcla especial de belleza arquitectónica, naturaleza y las personas que lo habitan.

EP —¿Y en las calles qué se ve?

GD —Contrario a lo que se pueda pensar, porque recibimos una imagen bastante reducida del país y su gente, la presencia policial es escasa. Hay policías, sí, pero mucho menos que en Uruguay por ejemplo.

Las parejas caminan de la mano, hay grupos de jóvenes y familias haciendo picnics; las mujeres, sobre todo las jóvenes, visten con colores, llevan la hiyab – velo islámico, sí, porque es obligatorio, pero de una manera informal que casi se les cae. De hecho creo que en algún momento se les caerá y probablemente convivan personas que llevan el velo y las que no…

En esta ciudad, como en todas no hay bares ni discotecas, el alcohol está prohibido…Pero bueno, no hay joven que no te hable de las fiestas privadas que están autorizadas hasta la medianoche y que allí se bebe alcohol. Aquello de “hecha la ley hecha la trampa” es asunto viejo…

Los mayores son los más conservadores y el chador, ese manto negro que cubre el cuerpo de las mujeres de la cabeza a los pies, lo llevan sobre todo las mujeres mayores.

EP —Luego hay una ciudad famosa por sus poetas y su vino…

GD —Esa ciudad es Shiraz, que a muchos les sonará por la variedad de uva Syrah. Según cuenta la leyenda tuvo su origen en esta ciudad del sur de Irán. Fue allá que estuve junto con la familia que les contaba antes y que produce vino de hace cientos de años y lo siguen haciendo ahora a pesar de las prohibiciones del gobierno.

Ellos, los habitantes de Shiraz, se consideran los rebeldes del país, desobedientes, díscolos…Y lo son. De hecho, allí nació el famoso poeta iraní Hafez, cuya obra es una oda a los placeres de la vida, el amor, las rosas y el vino. Verán en las fotos a la gente peregrinando a su tumba, rodeada de jardines y fuentes…Esa es una visita obligada.

La ruta se puede completar visitando Persépolis, la ciudad levantada durante el apogeo del imperio persa, hace 2.500 años. Acá me gustaría destacar la figura de su principal referente, Ciro el Grande, que fue el emperador más poderoso en su tiempo y muy conocido por no imponer la lengua o la religión persa entre los pueblos conquistados sino por promover la diversidad y la apertura, la inclusión más que la imposición. Por lo que se cuenta de él, fue un tipo mucho más abierto y dialogante que los actuales gobernantes, en pleno siglo XXI.

EP —Detengámonos unos minutos en la actual coyuntura de los derechos humanos. La situación de las mujeres, ¿cuál es?

GD —Fíjense que lo primero que te hacen notar las mujeres es que en ese país, a diferencia de Arabia Saudí, la mujer puede manejar…Otro aspecto positivo es que más del 60 % de la población universitaria está compuesta por mujeres. Esto es un dato fundamental porque de la mano de la educación, el conocimiento, viene la libertad.

Pero la legislación sigue siendo muy discriminatoria, el testimonio de la mujer no tiene el mismo valor que el del hombre en caso de conflicto…Es cierto que pueden ser diputadas pero de los 290 legisladores, solo 9 son mujeres. Para salir del país necesitan permiso del marido…Las relaciones extramatrimoniales están penadas con cárcel o multas… Y como sabemos, están obligadas a llevar el velo aunque muchas lo hacen hoy de forma bastante informal. De hecho si la ley se aplicara a rajatabla, miles habrían sido detenidas…

Me llamó la atención ver en las calles muchas jóvenes con la nariz vendada. No entendía por qué hasta que pregunté y el motivo no es otro que la rinoplastia a gran escala. Irán es el país con una de las tasas más altas de rinoplastia, esa intervención quirúrgica que modifica la nariz original. Según un reporte de la agencia EFE, por año se operan unas 200.000 personas porque la nariz es una de las partes del cuerpo más visible… De hecho la cara es la parte del cuerpo visible de las mujeres. Por eso se operan la nariz, se pintan mucho y llevan los labios rojo contestatario…

EP —¿Qué pasa con Internet, por ejemplo?

GD —Pues ahí nos encontramos con otro dato curioso. Las redes sociales están bloqueadas, con Facebook a la cabeza, pero en el país existen programas que se bajan gratuitamente y desbloquean las tantas y tantas páginas censuradas. Nos podemos preguntar si las autoridades lo saben y qué hacen…No solo lo saben sino que tanto el líder religioso Alí Jamenei como el presidente envían mensajes a la población vía Facebook.

Habrá que ver qué sucede una vez se levante el embargo porque el país recibirá a muchos extranjeros que necesita para modernizarse en múltiples campos, no solo económico, también es probable que regresen muchos de los iraníes que viven en el exterior y es evidente que la balanza se inclinará hacia una ampliación de las libertades.

EP —En ese sentido, ¿qué balance harías?

GD —Volvemos al comienzo, el país está en un momento decisivo. Hay un choque entre las aspiraciones de un Estado que está encabezado por un líder religioso y un consejo de guardianes que no se eligen por voto popular y las aspiraciones de una sociedad joven, educada, que demanda más libertad y sobre todo igualdad.

Este choque no se da de forma explícita desde que la Revolución Verde de 2009 fuera reprimida y su líder encarcelado…Se da poco a poco, con pequeños grandes gestos cotidianos y ganando espacios de libertad, es inevitable… la libertad de expresión, de prensa o de manifestación, así como la igualdad entre hombres y mujeres no son una cuestión de occidente u oriente, son derechos de todos los seres humanos, que tendrían que estar por encima de interpretaciones, pero no es así.

Por otra parte, tras este histórico acuerdo nuclear, Irán seguirá jugando un papel clave en una zona inestable, violenta, con muchos frentes abiertos. En estos días había un encendido tono por parte de las autoridades iraníes hacia sus vecinos los saudíes, sus grandes rivales de la zona, por la muerte de iraníes en la estampida que se produjo hace dos semanas en la procesión a La Meca y la falta de información y de una investigación independiente sobre la tragedia.

Irán es una excepción y deberá cuidar mucho este carácter excepcional, sobre todo con esa inmensa riqueza en petróleo y gas,  avanzar sin perder su identidad, el nivel de apertura, de educación y todo lo heredado de una cultura milenaria que los hace únicos en muchos aspectos… por encima de sus gobernantes.

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Enlace relacionado
Blog de Gabriel Díaz en EnPerspectiva.net