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Uruguay cayó al puesto 76 en el ranking de competitividad global

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Esta semana el instituto Foro Económico Mundial divulgó su reporte anual de competitividad, un informe donde se relevan una serie de indicadores económicos, políticos y sociales que son determinantes del nivel de competitividad en cada país.

Emiliano Cotelo (EC): Uruguay es uno de los casi 140 países que participan de este reporte. En esta edición, nuestro país cayó tres lugares y quedó en la posición 76 del ranking mundial. ¿Qué factores impulsaron esta caída y cómo quedamos en relación a nuestra región? ¿Cuáles son los puntos fuertes y las debilidades de nuestro país? En seguida, analizamos este tema con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.

Pablo, empecemos por recordarle a los oyentes en qué consiste este índice de competitividad… ¿Qué es exactamente lo que se mide? ¿Qué variables se tienen en cuenta?

Pablo Rosselli (PR): El informe de competitividad del Foro Económico Mundial apunta a analizar la capacidad de los países para competir en la economía global a partir de una mirada de largo plazo… Los analistas económicos solemos enfocarnos con mucha frecuencia en variables que afectan la competitividad a través de los precios relativos, del tipo de cambio… Por el contrario, la visión de competitividad en este informe es más estructural y es bastante más amplia, porque se miden más de 100 variables cuantitativas y cualitativas.

Las variables cuantitativas son en general indicadores macroeconómicos o demográficos, mientras que las cualitativas surgen de encuestas a empresarios y a otros agentes relevantes. Todas éstas variables son luego agrupadas en doce “pilares”, a partir de los cuales se llega a un puntaje general, que luego es utilizado para elaborar el ranking entre los distintos países.

EC – ¿Y concretamente cuáles son esos índices que se consideran? ¿Podés poner algún ejemplo?

PR – Sí, claro. Dentro de lo que se denomina “pilares básicos”, tenemos índices de por ejemplo calidad institucional, calidad de la infraestructura, entorno macroeconómico y acceso a la educación primaria y a la salud.

Otras variables se agrupan en los llamados “pilares de eficiencia”. Por ejemplo, hay subíndices vinculados al funcionamiento del mercado de trabajo, al funcionamiento de los mercados de bienes y al desarrollo financiero. También se analiza el tamaño de mercado y la penetración tecnológica. Y finalmente hay pilares asociados a la “innovación”, donde como dice el propio nombre se utilizan indicadores de innovación y sofisticación en los negocios.

EC – Bien… Vayamos ahora a los resultados de esta edición. ¿Qué lectura podemos hacer sobre el resultado de Uruguay?

PR – Uruguay estuvo en el puesto 73 el año pasado y cayó hasta el lugar 76 en esta oportunidad. Si bien no resulta un cambio muy sustancial, esta caída es para nosotros un llamado de atención, porque es la primera vez en cinco años que Uruguay desciende en el ranking.

EC – Ya que lo mencionás, Pablo, ¿podés recordarnos cómo ha ido evolucionando Uruguay en estos años?

PR – En términos generales podemos decir que Uruguay ha estado rondando la “mitad de la tabla”, con un ranking promedio de 73 en los últimos 10 años. En este tiempo llegamos a estar bastante mejor que ahora (alcanzando el lugar 63 en el 2011) pero también supimos caer a la posición 85 en el 2013… más allá de estas oscilaciones, el punto que nos parece importante es que en los últimos años no hemos podido consolidar una mejora considerable en los indicadores que se miden en este informe.

Ahora vale la pena aclarar que nuestra posición en este ranking lógicamente puede cambiar cuando se agregan o quitan países del relevamiento (algo que ocurre año a año) o cuando otros países mejoran o empeoran en el ranking… sin que nosotros hayamos cambiado en nada… A fin de cuenta es mucho más un indicador de posición relativa que un indicador en términos absolutos de cómo se hacen las cosas en los países.

EC – Queda claro eso, Pablo. Hecha esa aclaración, ¿qué podemos decir de Uruguay respecto a otros países de la región?

PR – Uruguay está en el puesto cuarto en América del Sur y séptimo entre los países de América Latina y el Caribe. Considerando que son 20 los países de América Latina y el Caribe que participan del relevamiento, Uruguay no está muy bien posicionado en la región… tampoco está muy mal.

En cuanto a los países que están por encima nuestro, una vez más Chile volvió a liderar en la región (alcanzando el puesto 33 en el ranking global). Delante de Uruguay también quedaron Colombia, Costa Rica, Panamá, México y Perú.

Si en cambio nos comparamos con los países del Mercosur, vemos que los otros miembros del bloque han mejorado frente al año pasado. Argentina pasó del puesto 104 al puesto 92, Paraguay subió desde el lugar 117 al lugar 112 y Brasil mejoró apenas un punto y se ubicó en el puesto 80. De todos modos, Uruguay compara bien con los socios del Mercosur…

EC – Concentrándonos ahora en nuestro país, ¿cuáles son los aspectos en los que Uruguay muestra un mejor posicionamiento?

PR – En términos generales, a Uruguay le va relativamente bien en la valoración de los “pilares básicos”, le va un poco peor en los “pilares de eficiencia” y está bastante rezagado en lo que son los “pilares de innovación y sofisticación”.

Al interior de los pilares “básicos”, Uruguay se destaca respecto a su calidad institucional, lo cual es algo que también viene siendo resaltado en otros rankings globales. De hecho, nuestro país alcanzó el mejor puesto de la región en este aspecto, quedando incluso un lugar por encima de Chile. En Infraestructura también alcanzamos una valoración bastante buena (puesto 45 en el ranking) porque somos un país pequeño donde no faltan muchas infraestructuras… el problema es de calidad… pero no de cantidad.

Entre los pilares de “eficiencia”, logramos una muy buena calificación en Penetración Tecnológica (lugar 36 en el ranking), quedando también primeros en nuestra región. Este indicador considera, por ejemplo, la cantidad de suscriptores a banda ancha de internet, el ancho de banda del servicio o la cantidad de suscriptores de banda ancha móvil.

EC – Y en el otro extremo, ¿cuáles son las áreas en las que estamos más rezagados y que tenemos que mejorar?

PR – A pesar de que en general “rankeamos” bien en el conjunto de pilares “básicos”, el indicador de Contexto Macroeconómico volvió a quedar en un lugar bastante atrás (puesto 95 en el mundo). Pero además, tuvimos una caída llamativa en el ranking de educación primaria y salud (pasando del lugar 56 al lugar 70)… francamente es difícil de comprender un cambio tan grande… tenemos que indagarlo mejor.

A su vez, entre los pilares de “eficiencia” nos volvió a ir mal en lo que tiene que ver con el funcionamiento de nuestro mercado de trabajo, donde seguimos en el puesto 121… una posición muy mala en el ranking global. También quedamos atrás en la evaluación del Tamaño de Mercado, aunque es lógico que en esta área corramos con desventaja porque nuestro país es pequeño y entonces tiene un mercado interno muy reducido…

Por último y como comenté anteriormente, seguimos teniendo una valoración bastante débil en lo que refiere a los pilares de “sofisticación e Innovación”, quedando en promedio en el lugar 87.

EC – Para terminar Pablo, ¿qué tan importante les parece este índice o qué utilidad tiene para nuestro país?

PR – Como decíamos al principio, este indicador nos sirve para entender un poco mejor la competitividad del país desde una perspectiva de largo plazo… más allá de la importancia de los aspectos cambiarios o de tarifas públicas… que siempre están presentes en el debate… Por este motivo, es un indicador que en alguna medida puede servir de guía para establecer una agenda de políticas públicas de mediano largo plazo, con foco en la competitividad y el crecimiento de largo plazo.

De todos modos, tenemos que interpretar con cuidado estos indicadores porque varias de las categorías que se relevan se basan en entrevistas que recogen percepciones de los agentes (empresarios y otros actores relevantes) y esas percepciones pueden tener cierta subjetividad y estar afectadas por la dinámica de la discusión política de cada país.

En algunos indicadores no es fácil interpretar o entender la posición de Uruguay… A su vez, los distintos indicadores tienen una importancia diferente de un país a otro, según el grado de desarrollo relativo de los países… Cuando el ingreso per cápita es bajo en un país, en ese país ponderan más los pilares básicos… Para Uruguay, que ya tiene un ingreso per cápita entre medio y medio alto, pesan más otros indicadores de eficiente y sofisticación… Eso tiene una lógica detrás pero también obliga a ser muy cautelosos en la interpretación…

De hecho, pese a que Uruguay está posicionado en el séptimo lugar en América Latina y el Caribe, en los últimos 15 años Uruguay ha sido de los países de más crecimiento y mayor inversión extranjera directa en relación al PIB.

Por lo tanto, Emiliano, tenemos que interpretar con cuidado estos índices, pero a nuestro juicio aportan en cualquier caso información muy valiosa para el desarrollo de las políticas públicas de competitividad.