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Por primera vez desde 1989, Moody’s rebajó la calificación de la deuda china

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La semana pasada se conoció que Moody’s, una de las agencias calificadoras más importantes del mundo, rebajó en un escalón la nota de deuda soberana de China. Este hito es relevante por la importancia que tiene este país a nivel global y porque además es la primera vez desde 1989 que esa agencia rebaja la nota de China.

Emiliano Cotelo (EC): ¿Cómo se analiza esta noticia? ¿Qué implicancias tiene esto en los mercados internacionales? En seguida, lo analizamos con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA): Pablo, si te parece, comencemos por entender la decisión concreta de la agencia Moody’s. ¿Qué significa esta rebaja crediticia?

Pablo Rosselli (PR): Como sabemos, estas agencias califican los instrumentos de deuda de los gobiernos y de las empresas según el riesgo de incumplimiento o de default. En este caso, Moody’s rebajó la nota de la deuda soberana de China un escalón, desde Aa3 a A1, al entender que ahora hay un mayor riesgo de que este país no pueda cumplir con sus pagos… Llevándolo a la nomenclatura más conocida que utilizan las otras agencias como S&P y Fitch, esto equivale a que la nota cayó de AA- a A+.

Igual se trata de una buena calificación de deuda… sigue siendo por supuesto una calificación de grado inversor. Lo que cambió es que se pasó de un grado inversor considerado de muy elevada calidad, a uno de calidad medio alta… Y se trata también de una calificación notoriamente mejor que la de Uruguay, que siendo grado inversor está dentro de lo que se considera calidad medio baja.

A nuestro juicio, esta decisión es relevante para los mercados internacionales porque como decía Emiliano al comienzo, estamos hablando de una de las economías más grandes del mundo junto a Estados Unidos y el principal motor de crecimiento de la economía global. Otro asunto relevante, que también mencionaba Emiliano, es que la última vez que Moody’s rebajó la nota de China fue en 1989… Desde ese entonces las revisiones han sido siempre al alza. Si incluimos a las otras agencias, la última rebaja crediticia fue también hace mucho tiempo, y la realizó S&P en 1999… Por lo tanto, estamos ante la primera rebaja de calificación de la deuda de China en más de 15 años.

RA:  –  Ya que mencionas a S&P, ¿qué calificación le están dando a China las otras agencias?

PR:  –  S&P tiene ahora a China un escalón por encima de Moody’s (está en AA- desde desde 2010), pero con la precisión de que desde comienzos de 2016 la perspectiva de esta nota es “negativa”. Es decir que el movimiento más probable a futuro sería a la baja, como acaba de hacer Moody’s. Fitch, por otro lado, mantiene la nota de China en A+, es decir que está ahora en el mismo escalón de Moody’s.

En cualquier caso, Romina, no hay que perder de vista que desde que estas agencias comenzaron a evaluar la deuda de China a fines de los años 80 o a inicios de los 90s, las tres agencias le han mantenido siempre el grado inversor.

RA:  –  ¿Y cómo tomaron los mercados esta noticia? ¿Causó sorpresa o estaba anticipado?

PR:  –  El impacto inicial fue de un descenso en la bolsa de China y de una devaluación del yuan… Sin embargo, estas caídas se revirtieron bastante rápido.

También hubo algunos impactos en variables relevantes como el dólar australiano – porque China es un mercado clave para Australia – y en los precios de algunos commodities, como por ejemplo el mineral de hierro, porque China es el principal demandante de hierro en el mundo.

Pero más allá de esas reacciones iniciales, no tuvimos movimientos relevantes a nivel mundial, a pesar de que fue la primera rebaja de calificación en mucho años. Y eso puede tener una explicación en el hecho de que Moody’s ya tenía desde el año pasado una perspectiva negativa para la nota de China, por lo que esta rebaja no fue muy sorprendente… Además, y como decía al comienzo, China sigue teniendo una nota muy buena… y la nota que le puso Moody’s es la misma que por ejemplo ya tenía China con Fitch.

RA:  – Pablo, ¿cuáles fueron los principales elementos que esgrimió Moody’s para esta rebaja?

PR:  – El principal motivo que se menciona es la expectativa de que la fortaleza financiera de China se deteriore en los próximos años, a instancias de una deuda que seguirá aumentando en un contexto de caída del crecimiento potencial.

Por otra parte, la agencia dice que las reformas económicas que lleva adelante el gobierno, aunque van en la dirección correcta, no serán suficientes para evitar un aumento del endeudamiento.

RA:  – Analicemos el primer punto, Pablo. ¿A qué se refieren con que va a caer el crecimiento potencial?

PR:  – El tema es así… Hasta la crisis financiera internacional de 2008, el PBI de China crecía a razón de casi 10% anual… Esa fue la tasa de expansión desde inicios de los 80 y ese crecimiento estaba basado en un modelo fuertemente exportador. Tras la crisis internacional y la debilidad de la demanda de los países desarrollados, el modelo de crecimiento pasó a apoyarse fundamentalmente en fuertes inversiones de infraestructura… inversiones en muchos casos de dudosa productividad y  financiadas generalmente con mucha deuda. Este modelo demasiado basado en la inversión ya parece estar agotado y por eso el desafío actual es transitar hacia un patrón de crecimiento mucho más apoyado en el consumo… pero eso supone ritmos de expansión todavía más moderados.

Pero además, el menor crecimiento potencial o tendencial que prevé la agencia se justifica también por la caída de la población en edad de trabajar que viene observándose en los últimos años como consecuencia de la aplicación durante varias décadas de la política de un hijo por hogar… Y a eso se agrega un menor crecimiento de la productividad, algo que es  bastante generalizado en el mundo… Según Moody’s, el gobierno subestima la reducción en el potencial de crecimiento de la economía china… De hecho, Moody’s prevé que en unos años el crecimiento económico en China bajará a 5% anual, desde casi 7% actualmente.

RA: – Y por el lado de la deuda, Pablo, ¿es justificada la preocupación de Moody’s?

PR:  –  Probablemente sí, Romina… En realidad, el aumento de la deuda en China es algo que viene generando preocupación en muchísimos analistas, no sólo a Moody’s.

RA:  – ¿Podemos comentar algunas cifras, Pablo?

PR:  –  Por un lado, la deuda pública en China es relativamente baja. La agencia proyecta que se ubique en 40% del PBI el año que viene y que ascienda a 45% del PIB dentro de 5 años.

Sin embargo, la deuda total de la economía China es muy alta (casi 260% del PBI el año pasado) y Moody’s espera que siga creciendo…

Si bien otros países como Canadá, Estados Unidos y Australia tienen niveles de deuda total similares o incluso mayores, el PBI per cápita de éstos es notoriamente mayor que en China… Y si el PIB per cápita es mayor, eso quiere decir que esos estados tienen más capacidad de enfrentar problemas financieros importantes derivados de ese endeudamiento.

Y otro elemento que preocupa es la composición de esta deuda. En China, el 65% de la deuda total proviene de las empresas, mientras que en Estados Unidos, por ejemplo, ese porcentaje es menor a 30%… Por estas razones, el riesgo de problemas importantes en el sistema financiero de China es mayor al de otras economías con endeudamientos elevados…

RA:  –  Pablo, ¿cómo se tomó el gobierno de China esta rebaja crediticia?

PR:  –  El gobierno criticó la decisión de Moody’s. Las autoridades señalaron que esa decisión era “absolutamente infundada”… y lo hicieron con un tono severo que se aparta de lo habitual.

Al margen del estilo de la respuesta y aun considerando que los aspectos que marca Moody’s son a nuestro juicio pertinentes y relevantes, también nos parece cierto que, como marca el gobierno, China tiene algunos puntos a favor… Por ejemplo, la deuda externa en China es muy baja (12% del PBI en 2016), el ahorro de los hogares es alto (40% de los ingresos) y el gobierno cuenta cuantiosas reservas internacionales (que alcanzan a unos US$ 3 billones).

En definitiva, Romina, esta rebaja de la deuda de China a nuestro juicio no es en absoluto alarmante pero de todos modos recoge una preocupación generalizada entre los analistas en relación a la salud del sistema financiero de China y al ritmo de crecimiento que podrá sostener a mediano y largo plazo.