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La economía de EEUU: ¿Qué tan cerca está la suba de la tasa de interés?

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Ayer la atención de los diarios especializados en economía y de los analistas internacionales volvió a centrarse en Estados Unidos, porque se conoció un nuevo dato de PBI y el miércoles hubo una nueva reunión de la Reserva Federal.

Los datos divulgados marcaron cierta aceleración de la economía norteamericana en el segundo trimestre, luego de un primer trimestre que había sido bastante pobre. Con estas novedades sobre la mesa surgen varias preguntas… ¿Qué tan cerca estamos del primer ajuste de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal? ¿Qué puede pasar con el valor del dólar de aquí en más? ¿Cómo debemos interpretar estas noticias desde nuestro país? En los próximos minutos les proponemos abordar este tema con el economista Javier Glejberman, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA) —Javier, si te parece comencemos con el dato de PBI que se conoció ayer. ¿Cuánto creció la economía en el segundo trimestre, concretamente? ¿Cómo lo vieron ustedes en términos generales?

JAVIER GLEJBERMAN (JG) —A ver… Ayer cuando se leían las noticias sobre el dato de PBI parecía haber cierto consenso en que el dato fue bueno, pero nada deslumbrante por decirlo de alguna manera.

En el segundo trimestre del año la economía norteamericana tuvo un crecimiento frente al primer trimestre de 2,3 % en términos anualizados (que es como se presentan las cifras en Estados Unidos). Por su parte, el dato del primer trimestre fue corregido al alza… Previo a este reporte, las cifras oficiales marcaban que la economía había tenido una caída de 0,2 % y ahora se informó un crecimiento de 0,6 %… Éste fue un elemento positivo de la información que conocimos ayer.

De todas maneras, algunos analistas remarcaban que el crecimiento tampoco está siendo demasiado contundente y es cierto… Recordemos que durante 2014 se observaron tasas de expansión de entre 4 % y 5 % en algunos trimestres y en este 2015, como recién comentamos, tuvimos aumentos de 0,6 % y de 2,3 %.

RA —Javier, sigamos profundizando en las cifras de PBI… ¿Qué se destaca en la lectura del dato desde la óptica de la demanda? ¿Cómo fue el comportamiento del consumo privado y de las exportaciones por ejemplo?

JG —Desde esa perspectiva hay algunas notas positivas… El consumo privado (que representa casi el 70 % del PBI) tuvo cierta aceleración, porque se observó un crecimiento de 3 % frente a un ritmo de 2 % en el primer trimestre del año. Allí es importante remarcar (y de hecho lo hizo la Reserva Federal en su comunicado) que las cifras del mercado de trabajo siguen marcando una mejora. Recordemos que la tasa de desempleo se sitúa en 5,3 % y que la creación de empleos sigue siendo firme.

El otro punto es que las exportaciones tuvieron un rebote en el segundo trimestre. Recordemos que a comienzos de año se desarrolló un conflicto en torno a la actividad portuaria que tuvo efectos negativos. De hecho, en el primer trimestre del año las exportaciones disminuyeron alrededor de 6 % y ahora tuvieron un aumento de 5 %… Y otro punto a destacar es que este crecimiento exportador se dio a pesar de la valorización del dólar en el mundo, una preocupación que la propia Reserva Federal había hecho explícita meses atrás.

Es cierto que hay algunos componentes de la demanda como la inversión de las empresas que todavía no repunta, pero en líneas generales y como comentábamos antes, podemos decir que el dato del segundo trimestre fue al menos aceptable.

RA —¿Con estos datos sobre la mesa se puede decir que es casi un hecho que haya una suba la tasa de interés de referencia este año? ¿O todavía hay algún margen de duda?

JG —Desde hace bastante tiempo la Reserva Federal adoptó un tono muy moderado y fue indicando que el momento de subir las tasas de interés dependería de la marcha de la economía, de la solidez del mercado de trabajo, de la trayectoria de inflación… Parecería que la estrategia de la Reserva Federal fue dejar pasar un tiempo prudencial para ver cómo marchaba la economía y al mismo tiempo ir preparando al mercado para ese ajuste de la tasas de interés. Hoy, con los datos que tenemos sobre la mesa, parece haber bastante consenso entre los distintos actores en que la tasa va a tener un primer ajuste en lo que queda de 2015… Al menos eso es lo que se desprende de los mensajes de la propia Fed, de lo que sostienen los analistas y de lo que implícitamente muestran los mercados financieros.

RA —Javier, ¿a qué te referís cuándo decís que hay consenso entre los distintos actores? ¿La reunión de la Reserva Federal del miércoles aportó algún elemento nuevo?

JG —Bueno, en la reunión del miércoles no hubo ningún pronunciamiento muy claro, pero el balance que hizo la Fed de la economía fue relativamente favorable y eso fue interpretado por los analistas como una confirmación de que la Reserva Federal está próxima a subir la tasa de interés.

De hecho, la Fed tiene una forma de guiar al mercado qué consiste en divulgar la opinión de sus miembros en relación al valor apropiado de la tasa de interés al cierre de cada año… Y el último relevamiento muestra que la Reserva Federal espera una tasa de 0,6 % para fines de 2015… Con los valores actuales de 0 %-0,25 %, está señalizando al menos un ajuste.

Los analistas consultados por el Wall Street Journal también ven un valor parecido para el cierre de este año… Incluso hay una encuesta que hizo este diario que muestra que el 80 % de los analistas espera que la suba se de en setiembre en la próxima reunión de la Fed.

Por lo tanto, resulta bastante probable que (más tarde o más temprano) este año veamos un primer ajuste de la tasa de referencia.

RA —¿Y cómo puede impactar ese ajuste de las tasas en el valor del dólar? Te lo pregunto a la luz de las subas tan fuertes que vimos en las últimas semanas… ¿Hay espacio para más fortalecimiento del dólar?

JG —Es cierto, desde mediados del año pasado que el dólar viene mostrando un fortalecimiento muy importante en los mercados internacionales… Lógicamente con vaivenes en el tiempo y con intensidades diferentes según el mercado que se considere, pero desde una mirada global y tendencial la suba ha sido muy fuerte e incluso en estos últimos días se ha intensificado. Según un índice que recoge la evolución del dólar en los mercados más relevantes para Estados Unidos, el dólar se apreció alrededor de 15 % en los últimos doce meses a julio.

De todas maneras, es importante recordar que a pesar de este fortalecimiento, el dólar recién está en los niveles promedio de los últimos treinta/cuarenta años… Lo que quiero decir con esto es que el dólar supo estar muy por encima de los valores que tenemos hoy en día.

Además, el propio ajuste de la tasa de interés le va a ir poniendo (de forma gradual) más presión al dólar. Y otro elemento es que la economía norteamericana va a estar creciendo en los próximos años a mayor ritmo que el resto de los países desarrollados y a un ritmo similar al de muchos países emergentes. Esta es una perspectiva adicional a tener en cuenta, que a nuestro juicio le va a dar impulso al dólar.

RA —Para terminar… ¿Cómo tenemos que leer estas noticias desde Uruguay? ¿Qué debemos tener en cuenta?

JG —Por un lado tenemos que tener en cuenta que el dólar se está apreciando a nivel global y que es muy factible que lo siga haciendo en el mediano plazo. Es cierto, como comentaban con Florencia algunos días atrás, que la suba del dólar en nuestro país fue muy intensa en las últimas semanas… Pero también lo fue en Brasil, en Argentina y en otros países relevantes para nuestro país, por lo que las ganancias de competitividad han sido limitadas. En definitiva, tenemos que seguir pensando en presiones de apreciación del dólar en nuestro país.

Y, por otro lado, también tenemos que considerar que las tasas de interés internacionales van a ir aumentando… De forma gradual, pero van a aumentar. Esto es particularmente importante para las economías emergentes como la nuestra porque los flujos de capitales (que en los últimos años fueron muy abundantes hacia estos países) son bien sensibles al valor de estas tasas y además tasas más altas en Estados Unidos también significan costos de financiamiento más altos para las economías emergentes.

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Foto en Home: Traders trabajan en el New York Stock Exchange (NYSE), 29 de julio de 2015. Crédito: Spencer Platt/Getty Images/AFP