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Inflación volvió a salir del rango objetivo en febrero: ¿Qué podemos esperar en los próximos meses?

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El IPC tuvo una suba de 0,88 % en febrero y, de esa manera, la inflación en términos anuales quedó en 7,07 %, superando nuevamente el tope del rango objetivo, luego de permanecer casi un año dentro de esa referencia.

Emiliano Cotelo (EC): ¿Cómo se analiza la suba que viene mostrando la inflación en los últimos meses? ¿Qué podemos esperar para adelante? Lo conversamos con la economista Alicia Corcoll, de la consultora Deloitte.

Alicia, ¿cómo vieron el dato de inflación de febrero? ¿Sorprendió que la inflación volviera a salir del rango meta o estaba dentro de lo esperado?

Alicia Corcoll (AC): La verdad es que la suba del IPC en febrero fue más alta de lo que estábamos esperando… Nuestro pronóstico apuntaba a una suba de 0,65 % en el mes, con lo cual el incremento de 0,9 % que efectivamente se vio supuso un error de algo más de 2 décimas, que es un desvío importante para un solo mes… Y de hecho, con nuestras proyecciones, la inflación no salía del rango meta… sino que permanecía levemente por debajo del 7 %. Desde esa perspectiva, podemos decir que las cifras conocidas ayer supusieron sí una sorpresa.

Sin embargo, Romina, analizando más en detalle estos datos lo que vemos es que el incremento de la inflación en febrero se explicó esencialmente por un par de elementos puntuales… sin reflejar una intensificación muy generalizada de lo las presiones inflacionarias más firmes.

RA – ¿Por qué decís eso, Alicia? ¿Cuáles son esos elementos puntuales que estuvieron por detrás del aumento de la inflación el mes pasado?

AC – Me refiero concretamente a que la suba de la inflación en febrero (y ese error de pronóstico que como decía recién tuvimos en Deloitte) se explicó sobre todo por una suba de los precios administrados mayor a la que teníamos contemplada y por un nuevo aumento de la inflación en frutas y verduras, que tampoco estábamos incorporando en nuestros pronósticos.

De hecho, el componente frutas y verduras viene subiendo sistemáticamente en los últimos meses y en febrero tuvo un alza de casi 1 % en promedio. De esa manera, la inflación anual en este componente (que es muy volátil, por factores climáticos, sobre todo), pasó de 7,4 % en enero a 15 % en los últimos doce meses a febrero… Recordemos que sólo siete meses atrás (a mediados de 2017) la inflación en frutas y verduras era negativa en 18 %. El cambio que ha tenido este componente ha sido enorme en el último año… y eso ha sido clave para explicar el incremento que viene mostrando la inflación total desde mediados del año pasado a esta parte.

RA – Entonces, Alicia, más allá de estos dos elementos que marcás, ¿no hubo otros elementos que cambien el diagnóstico inflacionario?

AC – Diría que no. Si dejamos de lado estos dos factores y nos concentramos en la señal que nos muestra nuestra extracción de la inflación subyacente (que no contempla ni las frutas y verduras ni tampoco a los precios administrados) la verdad es que no tuvimos una sorpresa en febrero. El dato cierto fue muy parecido a la proyección.

RA – ¿Cómo fue concretamente la evolución de la inflación subyacente en febrero?

AC – La inflación subyacente fue de 0,9 % en el mes (apenas una décima mayor a lo que teníamos en nuestro pronóstico) y en términos anuales está relativamente estable desde hace algunos meses… En febrero incluso bajó una décima frente a enero y se ubicó en 6,7 %, dentro del rango objetivo.

En particular, al interior del núcleo del IPC no hubo cambios muy relevantes… La inflación transable (la más impactada por la evolución del dólar) se mantuvo levemente por encima de 5 % en términos anuales y la inflación no transable (es decir, la suba de precios a nivel de bienes y servicios que no se comercian con el exterior y por ende están menos directamente impactados por el dólar) permaneció en torno a 8 % en los últimos doce meses.

RA – Está claro, Alicia. ¿Y qué podemos esperar para los próximos meses? ¿La inflación seguirá fuera del rango? ¿Qué están proyectando en Deloitte para este año?

AC – Como comentamos otras veces, más allá de lo que puedan ser shocks transitorios de oferta en productos como las frutas y verduras, la dinámica de la inflación de los próximos meses va a depender en forma muy importante de la evolución que se proyecte para el dólar.

Si el dólar subiera en el transcurso del año hacia niveles en torno a los $ 31, como maneja el promedio de los analistas que contestan la Encuesta de Expectativas del Banco Central y en otros relevamientos similares, nuestros modelos de proyección del IPC marcan que la inflación cerraría 2018 en torno a 7 % (aunque incluso podría subir algo más hacia mediados de este año).

Ahora, en las circunstancias actuales, nosotros en Deloitte nos venimos convenciendo de que es cada vez más probable un escenario sin suba del dólar este año… Y con un tipo de cambio que se quede en torno a $ 29, la inflación debería volver a bajar y cerrar algo abajo del 7 % nuevamente.

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