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Inclusión financiera: Avanzan medios de pago y canales electrónicos

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“Por primera vez el número de transferencias bancarias ha superado el número de cheques liquidados”. Así destacaba el Banco Central el aumento que han tenido las transferencias electrónicas en la primera mitad del año en un informe sobre el sistema de pagos publicado la semana pasada. El informe también dio cuenta, como lo hace siempre, de la evolución en el uso de los distintos medios de pago en el país.

Emiliano Cotelo (EC) —A partir de estas cifras, nos pareció oportuno dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a este tema… A su vez, la inclusión financiera se volvió materia de fuerte discusión en la agenda política. Sobre estos temas, en seguida conversamos con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA) —Pablo, si te parece, comencemos por repasar los principales datos del primer semestre…

Pablo Rosselli (PR) —Emiliano marcaba recién que la cantidad de transferencias electrónicas superó por primera vez el número de operaciones realizadas con cheque… un medio de pago que tradicionalmente ha sido muy fuerte en el país. Es cierto que las transferencias no son un instrumento nuevo, pero han tenido una expansión bastante marcada en este último tiempo. Entre enero y junio se efectuaron unos 12,3 millones de transferencias, por un monto total de algo más de US$ 200 mil millones… Estos números suponen un aumento interanual de casi 30 % si lo medimos en dólares y de 15 % si lo midiéramos en pesos corrientes. En cambio, las transacciones con cheques alcanzaron a unos 10,2 millones en el semestre, 2 millones menos que las transferencias… y la brecha es todavía mayor si lo medimos en volumen, ya que los cheques movieron unos US$ 49.000 millones en estos seis meses (un monto que igual sigue siendo muy relevante dentro del sistema pero que es 4 % inferior al del primer semestre de 2016).

Ahora, corresponde aclarar que dentro de estos montos hay muchos movimientos, la gran mayoría, que se realizan entre empresas. Me refiero, por ejemplo, a transferencias interbancarias para pago de proveedores pero, en cualquier caso, la operativa de transferencias entre las personas también parece estar creciendo a un ritmo fuerte.

RA —Pablo, ¿cuánto están creciendo los otros medios de pagos? ¿Seguimos viendo tasas de expansión tan “espectaculares” en el uso de las tarjetas de crédito y de débito como vimos en los últimos años?

PR —Sí… Lógicamente, las tasas de crecimiento del gasto con tarjetas se han moderado respecto a las registradas con la entrada en vigencia de la ley de inclusión financiera, pero tanto en el caso de las tarjetas de crédito como en las tarjetas de débito la expansión sigue siendo bastante intensa.

Por un lado, el gasto efectuado con tarjetas de crédito emitidas en nuestro país sumó unos US$ 2.500 millones en el primer semestre, un 13 % más que en igual período de 2016 medido en pesos corrientes y casi un 6 % más en términos reales (es decir, descontando la inflación promedio). Y por otra parte el gasto realizado con tarjetas de débito locales sumó unos US$ 1.750 millones en enero-junio… lo cual supone un aumento real de más de 50 % en la comparación interanual. De hecho, si bien el gasto con tarjetas de débito sigue siendo menor al de las tarjetas de crédito, hoy ya representa algo más de un 40 % del gasto total operado con tarjetas… mientras que a comienzos de 2013, hace cuatro años (antes de la aprobación de la ley de inclusión financiera, que se aprobó en 2014), este porcentaje era menor a 10 %.

RA —¿Y qué es lo que está detrás de este aumento? Me imagino que no sólo aumenta la cantidad de plásticos, sino que también se debe a que cada vez los usamos más… ¿Qué factor incide más?

PR —En el caso de las tarjetas de crédito, hoy hay unos 3,1 millones de plásticos en circulación, lo que supone un aumento interanual de 5 %. En particular, la cantidad de tarjetas bancarias ha subido más, un 12 %, mientras que las emitidas por instituciones no bancarias de hecho cayeron levemente, un 2 %. A su vez, hace ya bastante tiempo que viene subiendo el número de transacciones que realizamos con esas tarjetas… llegando a un promedio de 3,1 operaciones por tarjeta por mes en este primer semestre de 2017.

Las tarjetas de débito en circulación también subieron, a un ritmo de 12 % interanual, alcanzando a 2,6 millones en junio. Ahora, la cantidad de transacciones que se realizan con estas tarjetas aumenta bastante más… actualmente se efectúan en promedio unas 2,7 operaciones por tarjeta en un mes, mientras que en el primer semestre de 2016 ese número era de 1,8 y a comienzos de 2013 de sólo 0,2.

RA —¿Y cómo comparan estas cifras de uso de tarjetas con los pagos en efectivo?

PR —En realidad no existen estadísticas de transacciones en efectivo porque justamente es imposible rastrear el efectivo… De todos modos, el Banco Central publica estadísticas sobre los retiros de efectivo de los cajeros automáticos… lo que nos dan una buena noción de lo que está sucediendo con el uso del efectivo.

Lo que muestran estas cifras es que a medida que avanza el uso de medios electrónicos se están frenando los retiros de efectivo. De hecho, la cantidad de retiros cayó 2 % interanual en enero-junio y el monto retirado se mantiene prácticamente estabilizado en términos reales en los niveles de comienzos de 2015.

RA —Para terminar, Pablo, ¿cómo evalúan la propuesta de reforma constitucional en contra de la obligatoriedad del pago de sueldos a través del sistema financiero?

PR —Acá hay al menos dos perspectivas de análisis… Una relativa al propósito de la iniciativa y otra en relación a la justificación del planteo.

Los comerciantes que han tomado este camino de reforma constitucional se sienten perjudicados por el avance de los medios electrónicos de pagos (particularmente de las tarjetas de crédito y débito). Suelen alegar que las comisiones que cobran los emisores de las tarjetas son desmedidas… Acá tenemos un reclamo atendible… No estamos diciendo que tengan o no tengan razón pero es un tema de discusión… El gobierno alega que las comisiones están bajando y que seguirán bajando a través de la negociación entre gobierno y bancos…

Ahora, la realidad sin duda alguna es que los comercios no están obligados a aceptar tarjetas de crédito o débito (salvo casos muy puntuales como las estaciones de servicio en horario nocturno)… El tema de fondo es que los consumidores quieren utilizar estos medios de pagos… Esa tendencia es irreversible y por eso los comercios no encuentran mejor alternativa que aceptar esos medios de pago… Es cierto, igual, que la ley de inclusión financiera ha alentado esta tendencia, estimulando el uso de las tarjetas con reducciones de IVA… y es cierto que el pago de sueldos por medios electrónicos también contribuye luego al uso de estos medios de pago… Pero la realidad es que se trata de una tendencia irreversible que obedece a la preferencia de los consumidores… Me animo a decir, sin duda alguna, que derogar la obligatoriedad del pago de sueldos con medios electrónicos no tendrá mayor efecto en esta tendencia… En definitiva, Romina, el mecanismo planteado no será eficaz para atender el problema que tienen los comerciantes y que motivó el camino de reforma constitucional.

RA —Pero decías que había otra perspectiva… en relación a la justificación del planteo… ¿A qué te referías?

PR —Recién decía que si la preocupación es el costo para los comercios de los medios de pago, esta propuesta de reforma constitucional no va a traer ninguna solución.

Otro tema está en que algunos cuestionan que la ley vaya por un camino de obligar a las empresas y trabajadores a pagar y cobrar el sueldo por medios electrónicos… Este argumento apela a una perspectiva filosófica… Se critica que limita la libertad.

Obviamente es un tema mucho más de valoración política que económica… De todos modos y apelando más a una valoración política, personal y por cierto debatible, me parece que hay algunas cosas para marcar.

La primera es que muchas leyes limitan las libertades individuales y lo hacen legítimamente cuando hay un interés general para hacerlo. En ese sentido, un objetivo clave de la ley de inclusión financiera es avanzar en la formalización de la economía… Reducir la informalidad y la evasión me parece, sin duda alguna, un objetivo de interés general… reducir la evasión es una cuestión de eficiencia económica y de equidad tributaria.

Ese objetivo puede parecer a algunos suficiente y a otros insuficiente para limitar la libertad de empresas y trabajadores… pero en materia de impuestos, las restricciones a la libertad están siempre sobre la mesa… Por otra parte, en sentido estricto solo podríamos hablar de una interferencia con la libertad de elección en aquellos casos en los que tanto el trabajador como la empresa desean realizar esa transacción en efectivo… No es claro que haya muchos casos en los que eso sea así… Me imagino que son más frecuentes los casos donde la empresa es reticente a pagar a través de un banco, para evitar un mayor control de la DGI o el BPS.

Por último, aun cuando pueda fundamentarse que no es conveniente establecer el pago de sueldos obligatoriamente por bancos, me parece que de modo alguno esta es una temática de reforma constitucional… La Constitución define las grandes reglas de juego de la sociedad… Es extremadamente inconveniente que utilicemos la Constitución para derogar leyes… las leyes se aprueban y se derogan por mayoría en el Parlamento… que a su vez cambiamos cada cinco años… Cambiar la Constitución es sumamente difícil… por eso mismo, en la Constitución debemos poner las reglas que pensamos deben cambiar muy poco.

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