Por David Torrejón ///
Pocos se acordarán, pero alguna vez existió una comunidad iberoamericana de la publicidad. Se llamó Ciber (Comunidad Iberoamericana de la Comunicación) y probablemente se desarrolló entre 1979 y 1985. Digo probablemente porque, aunque parezca imposible, hay cosas que no están en Google y otras que, estando, por la mala suerte de tener un nombre poco singular son imposibles de encontrar. Los fundadores de la Ciber poco se imaginaron lo que iba a dar de sí en el futuro el acrónimo elegido.
La Ciber llegó a contar representación en 21 países (también Portugal y Brasil) y a sus entusiastas fundadores hay que reconocerles atrevimiento en un momento en el que las comunicaciones eran otra cosa muy distinta de lo que hoy son. Su objetivo era reconocer recíprocamente titulaciones, establecer lazos y fomentar la creación de un espacio común.
También fueron pioneros en no diferenciar entre publicidad y relaciones públicas, dos disciplinas que hoy están mucho más cercanas. Durante un tiempo, la Ciber se hizo cargo también del Festival Iberoamericano de Publicidad, fundado en 1969 por el argentino Alberto Gollán. Hacia 1985 pude asistir a la última asamblea del capítulo español que, tras suprimirse la subvención oficial del Instituto Iberoamericano de Cooperación, desapareció.
Han pasado 30 años y tengo la impresión de que, si alguien retomara la iniciativa, una nueva Ciber podría ser un proyecto exitoso. De hecho, de manera espontánea, esa Ciber se está creando sola. El trasiego de profesionales entre los distintos países de habla española más los estados hispanos de EEUU es constante. Hay empresas españolas abriendo delegaciones o acordando alianzas en muchos países (especialmente México, Colombia y Chile) y me imagino que lo mismo hacen las de otros países, los tres festivales de área (el citado FIAP, que ahora se celebra en Miami –Punta del Este acogió dos ediciones–, el Ojo de Iberoamérica –Buenos Aires– y El Sol –Bilbao, España–) han permitido que varias generaciones de publicitarios latinos hayan estrechado lazos personales.
Y si hablamos del mundo académico, hace apenas dos meses que se ha celebrado en Quito, Ecuador, el Primer Congreso Iberoamericano de Investigadores en Publicidad, organizador por el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal), que si bien tenía como lema “Pensar y practicar la publicidad desde el Sur”, estaba abierto a toda la comunidad académica iberoamericana.
Hay, por tanto, un sustrato suficiente para que una nueva Ciber (o como se quiera llamar) lo potenciara y fuera capaz de abrir nuevas vías de colaboración con el éxito que no tuvo hace 30 años. Programas académicos, becas, proyectos de investigación, intercambio de profesionales, encuentros para facilitar alianzas empresariales… el campo de posibilidades de cooperación es enorme.
Si las asociaciones y cámaras profesionales de ambos lados del Atlántico fuésemos capaces de organizarnos y unos cuantos Gobiernos apoyarnos, esa comunidad, estoy seguro, sería de una gran utilidad. Como comunidad latinoamericana tenemos que ir más allá de celebrar juntos efemérides como el 400 aniversario de la muerte de Cervantes. Deberíamos ser capaces de sacar partido de nuestra potencia cultural y económica, y la comunicación es una de las vías más interesantes para lograrlo. Vivimos en un mundo donde los intangibles son cada vez más importantes y no tenemos que resignarnos a que todo lo que tiene que ver con su gestión y estudio proceda del mundo anglosajón.
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Pregoneros digitales, el blog sobre publicidad de David Torrejón en EnPerspectiva.net, actualiza en forma quincenal, los jueves.
Sobre este blog
Ah, la publicidad: la amamos y la odiamos. Siempre ligada a los medios de comunicación, la publicidad enfrenta cambios radicales en este siglo XXI de la comunicación digital. De su evolución y las nuevas formas en que nos alcanza e intenta seducirnos trata este blog.
