Foto: Martin Bernetti / AFP
El presidente de Chile, Gabriel Boric, el joven líder de la nueva izquierda chilena, se vio forzado a realizar esta semana una reestructura profunda en su gobierno, donde dio un golpe de timón hacia el el centro, a sólo seis meses de su llegada al poder.
El martes, dos días después de que la ciudadanía rechazara de forma abrumadora la propuesta de reforma de la Constitución, Boric removió de su gabinete a los miembros más cercanos a él y designó en su lugar a dirigentes de centro izquierda.
Los relevos más resonantes fueron los de Izkia Siches y Giorgio Jackson, dos de sus colaboradores más cercanos. Siches, que se desempeñaba como jefe de gabinete y ministra de Interior, fue sustituida por la politóloga Carolina Tohá, quien fuera vocera de gobierno de Michelle Bachelet y alcaldesa de Santiago.
Jackson, que ocupaba la secretaría general de Presidencia, fue nombrado al frente del ministerio de Desarrollo Social. En su lugar fue nombrada la abogada Ana Lya Uriarte, otra figura cercana a Bachelet.
Además, hubo cambios en las carteras de Salud, donde ingresó la médica Ximena Aguilera en lugar de María Begoña Yarza; en Energía, donde Diego Pardow sustituyó a Claudio Huepe; y Ciencia e Innovación, en la que fue nombrada Silvia Díaz en lugar de Flavio Salazar.
El total de seis relevos no solo implica un cambio de nombres sino también de los equilibrios partidarios en el gabinete y el Comité Político, el círculo más cercano a Boric. En particular, crece la representación de lo que se conoce como el Socialismo Democrático, integrado por los partidos que en su momento conformaron la Concertación, con la excepción de la Democracia Cristiana.
Boric reconoció este martes que los relevos anunciados fueron “dolorosos pero necesarios”. Además admitió que su gobierno transita por su peor momento político, luego del plebiscito del domingo, donde más del 61% de los chilenos dijo No a la propuesta de reforma constitucional que había sido redactado por una convención electa como forma de encauzar el malestar social que estalló sorpresivamente con las manifestaciones masivas de fines de 2019.
Sobre el final del discurso que pronunció en un acto en el Palacio de la Moneda, Boric, pasó un mensaje a la interna de su propia fuerza política.
Los procesos de transformación social son de largo aliento. La historia de Chile, el lugar donde estamos hoy día, nos ha enseñado que los grandes cambios, los que perduran son aquellos que no se hacen de la noche a la mañana y que para concretarse y mantenerse en el tiempo requieren ser abrazados por las grandes mayorías. Los procesos de cambio siempre tienen retrocesos, cuando quien quiera que sea se asume como vanguardia y pretende ir más rápido que el pueblo al que representa. Como dijo un viejo militante, ser un adelantado a tu época en política es una forma elegante de estar equivocado. Por eso debemos escuchar la voz del pueblo y caminar junto al pueblo.
Ahora el gobierno inició una ronda de contactos con los líderes de todos los partidos políticos con representación parlamentaria, para relanzar el proceso de redacción de la nueva Constitución.
El lunes pasado, tuvimos un primer análisis de los resultados del plebiscito junto al politólogo Fernando Rosenblatt.
Hoy profundizamos en aquella votación, sus causas y, sobre todo, sus repercusiones.
Conversamos En Perspectiva con Max Colodro, sociólogo, doctor en Filosofía y analista político, columnista en el diario La Tercera.
Destaques de la entrevista:
- "Hay muchas razones pero yo creo que fundamentalmente las dos razones de fondo son que esta propuesta se fue moviendo cada vez más hacia posiciones más radicales hacia la izquierda. Surgió esta propuesta del camino constitucional como un modo de buscar consensos en la sociedad chilena, entre diversas fuerzas políticas y distintos sectores y finalmente eso no ocurre. Los convencionales elegidos fueron radicalizando sus propuestas y terminaron presentando al país un proyecto de nueva constitución muy muy radical, con posiciones muy cercanas a las que ha representado dentro de la coalición de gobierno el Partido Comunista y el Frente Amplio. Un sector muy importante de la sociedad chilena no se sintió representada por esas posiciones".
- "El 38% que apoya esta reforma constitucional es prácticamente el mismo porcentaje que está apoyando al propio gobierno. Son básicamente los partidarios del actual gobierno, la izquierda, quienes respaldaron la propuesta constitucional".
- "Llegaron a las urnas sectores que tradicionalmente no votan o votan en una porción mucho menor. Por ejemplo, el mundo rural. El mundo del campo en Chile se movilizó como pocas veces antes en la historia reciente. Participó de manera muy activa y mayoritaria en este proceso eleccionario. Ahí hubo un contingente de votación de rechazo a la propuesta. También es un sector muy crítico a la gestión del actual gobierno y eso se expresó votando por la opción rechazo. También participó de manera muy activa y muy mayoritaria un sector de la tercera edad de estrato social medio bajo y bajo del mundo popular que tampoco participa regularmente en elecciones. De algún modo se sintió o se vio potencialmente afectado por estos debates sobre la eventual propiedad de las viviendas y la posibilidad de heredar los fondos previsionales".
- "Las encuestas en general tienden a sobrerrepresentar al mundo urbano y por lo tanto el mundo del campo, más silencioso y que no aparece en los medios de comunicación regularmente, no estaba siendo tomado en cuenta ni reflejado adecuadamente en las encuestas".
- "El gobierno, después de este fracaso electoral donde de algún modo fue su proyecto político lo que fue puesto en la balanza, se ve hoy día en la necesidad de hacer una reestructuración muy profunda de su equipo político y su diseño original y de su programa de gobierno. Incorpora a sectores que hasta hace poco eran considerados adversarios".
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