Un día como hoy, pero de 1907 nacía en Coyoacán, Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, mejor conocida como Frida Kahlo, una pintora mexicana que dejó su legado.
A 115 años de su nacimiento, su figura ha ganando reconocimiento con el paso del tiempo y su imagen es celebrada en todo el mundo.
De estar postrada en la cama debido a un accidente de autobús que fue arrollado por un tranvía, tuvo que verse obligada a realizarse 32 operaciones quirúrgicas sin pensar que sería una de las artistas más influyentes del arte popular.
“Pinto mi propia realidad”, decía la mexicana que nació en La Casa Azul, en el barrio de Coyoacán, donde pasó gran parte de su vida, y donde debió estar postrada completamente enyesada luego del accidente. Para ayudarla a pasar el tiempo, su madre le acercó un caballete portátil y una caja de pinturas, y fue entonces cuando nació la artista. Su frágil salud fue tema una y otra vez de sus lienzos, considerados surrealistas.
Su legado ha tenido impacto no sólo en las artes visuales. En la música, ha influenciado desde temas, hasta nombres de álbumes.
Chavela Vargas, la costarricense con quien compartieron una gran amistad – la cantante llegó a a convivir con Frida y su pareja, el pintor Diego Rivera-, le dedicó de las canciones más tristes que tenía en su repertorio: Paloma Negra.
Chris Martin conoció la pintura “Viva la vida” durante su gira con Coldplay en México en 2007 al visitar el Museo Frida Kahlo, mejor conocido como la Casa Azul en Coyoacán. Al año siguiente lanzaría el álbum y un tema con ese nombre.
“Ella pasó por muchas cosas, por supuesto, y luego comenzó a pintar un cuadro en su casa que decía ‘Viva la Vida’… Me encantó la audacia de eso”, comentó el vocalista británico.
Dedicado a la pintora mexicana Frida Khalo, "Scar Tissue" en su momento se convirtió en el primer sencillo del séptimo álbum de la banda californiana Red Hot Chili Peppers y, además, una de las canciones más exitosas del grupo. Habla de derrotas que con el tiempo se convierten en belleza.
Fito Paez dedica a la pintora su canción "Lo que el viento nunca se llevó", un homenaje a la vida y al color.
El director de cine, artista plástico y músico mexicano Sergio Arau compuso allá por 1992 una pieza semblanza que lleva por título "Mi Frida sufrida".
