Programa En Perspectiva,
Dr. Alejandro Abal.
Estimado señor,
He tenido oportunidad de escuchar sus comentarios en relación a las expresiones del Rey de España en su visita a Puerto Rico en el programa. Me llamaron la atención sus expresiones al respecto de que en la Banda Oriental antes de los españoles no había nada que merezca ser rescatado.
Es verdad que la original consolidación de nuestro estado nación nos ha legado una identidad un poco sesgada que sobrevalora lo europeo e ignora la contribución de las minorías étnicas nativas y de origen africano. No obstante, la historia no es nunca un asunto terminado, cada generación aporta su mirada, sus preguntas y sus datos científicos. En ese marco me gustaría señalar algunas cosas.
En primer lugar, recordar que las culturas como productos socio históricos originales merecen ser evaluadas por sus propios valores, lo que la antropología llama el relativismo cultural. Luego de la Segunda Guerra mundial UNESCO encomendó al antropólogo Levy Strauss un documento para que la educación pudiera esclarecer las relaciones entre raza e historia, desafectando la pretendida supremacía biológica aria. Pero las supremacías culturales no se basan únicamente en la herencia genética, generalmente invocan superioridades tecnológicas, éticas, religiosas y morales.
Creo que nuestra pretendida superioridad occidental latinoamericana es un prejuicio colonial, y que de alguna manera nuestra identidad esta étnicamente maquillada por el alud migratorio. Nuestra identidad ignora e invisibiliza actores sociales claves en la construcción material e inmaterial de la Nación. Memoria y olvido se instituyen identidad mutuamente señalaba el semiólogo Roland Barthes buscando desentrañar los misterios del discurso. Señalaba que cuando hablamos de algo elegimos al mismo tiempo no hablar de otras cosas. Y por eso me sorprende su afirmación de que antes de la llegada de los europeos a esta banda no hay nada que merezca ser rescatado. ¿Cómo saber qué cosas valdrían de ser rescatadas de lo pre colonial, si apenas conocemos ese pasado nativo? Y sabemos poco justamente por ese prejuicio, que revela el oscurantismo estructural de nuestra cultura criolla en relación al estudio de los pueblos originarios.
Lo que usted llama Banda Oriental tiene no menos de 13 mil años de historia con experiencias humanas materiales e inmateriales que acumulan las culturas y que aseguran a las sociedades proyectarse al futuro. La contribución de los pueblos nativos a nuestra cultura uruguaya la mestiza y la prestigia. Señalado el prejuicio colonial, podría enumerar contribuciones positivas de los pueblos nativos para discutir su afirmación. Pero lo más justo es que usted mismo tome conocimiento de las tesis de Maestría y de Doctorado sobre el tema, y sobre todo de las investigaciones que desde hace más de 30 años ha impulsado el Estado uruguayo a través del Ministerio de Educación y Cultura (Dinacyt, Museo Historia Natural, Museo Nacional de Antropología, etc.), ANII (Fondo Clemente Estable, Sistema Nacional de Investigadores, entre otros), la UdelaR (CSIC, Centro Universitario de la Región Este, Centro Universitario Tacuarembó) y varias intendencias (Montevideo, Salto, Rocha, Tacuarembó, Colonia, entre otras).
Democratizar el pasado es democratizar el presente y reconsiderar las herencias culturales sin prejuicios nos puede ayudar a descubrir cosas sorprendentes de nosotros mismos, que tarde o temprano la escuela tendrá que enseñar. Rescatar esa cultura es necesario, aunque usted como uruguayo no quiera, pues es parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Infórmese y cambiará de opinión. Seguro que también le vendrán ganas de tomar un licorcito de butiá y le causará gracia el significado de la palabra cuñapirú.
Aunque no sea su intención, su afirmación suena supremacista y colonial. 200 años de independencia no alcanzan para sacudir la colonialidad. Si la cultura uruguaya se amputa el brazo nativo le va a costar nadar hacia su propio futuro.
Atentos saludos,
José M. López Mazz
Antropólogo
(UdelaR FHCE/CURE)
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