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Encuesta de expectativas empresariales de Exante: Fuerte mejora en la evaluación de clima de negocios y “vara alta” respecto a la agenda de política económica en 2022
EMILIANO COTELO (EC): Exante divulgó en el día de ayer los resultados de una nueva edición de su Encuesta de Expectativas Empresariales.
Como ustedes saben, es un estudio que Exante hace cada seis meses para recoger la visión de los ejecutivos uruguayos sobre la economía, el clima de negocios y la marcha de sus propias empresas. El último relevamiento se hizo durante el mes de octubre y contó con la participación de más de 300 ejecutivos de empresas nacionales y multinacionales que operan en Uruguay.
Les proponemos recorrer los principales resultados con la economista Tamara Schandy, socia en Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): La anterior Encuesta de Expectativas la habían hecho en abril. De abril a esta parte hubo un cambio importante en la situación sanitaria de Uruguay. ¿Cómo impactó eso a nivel del clima de expectativas empresariales?
TAMARA SCHANDY (TS): En esta edición de la encuesta recogimos una visión realmente muy positiva de la marcha de la economía y del clima de negocios. Recordemos que en abril las expectativas seguían siendo relativamente favorables a pesar del deterioro de la situación sanitaria, pero en los últimos seis meses se vio una mejora adicional. Probablemente se relaciona con la mejora sanitaria, pero también con el hecho de que la economía está creciendo más y con que a la mayoría de las empresas de los ejecutivos que responden la encuesta también les está yendo mejor.
Con respecto al clima de negocios, puntualmente, el 87% dijo que es bueno o muy bueno. No veíamos esa cantidad de respuestas positivas desde los primeros años en los que comenzamos a hacer esta encuesta, allá por 2011.
Por otro lado, en general prevalece un panorama optimista respecto al desempeño que tendrá la economía el año que viene. Casi el 90% de los consultados dijo que espera que la situación económica sea mejor dentro de un año.
RA: ¿Qué opinión tienen los empresarios de la marcha de sus propias empresas? Recién mencionabas que a la mayoría les está yendo mejor.
TS: Colocamos muchas preguntas en la encuesta en relación a eso. En el informe completo que quedará colgado en la web los oyentes pueden mirarlas todas.
En grandes líneas diría que las opiniones sobre la evolución de las propias empresas en el último año no son tan favorables como respecto al marco económico general, pero son muy pocos los ejecutivos que consideran que la situación de su empresa es peor que hace un año (menos de 10%). Incluso hay un tercio de los consultados que dijo que las ventas de su empresa este año están siendo superiores a lo que habían presupuestado.
A su vez, más o menos dos tercios respondieron que sus empresas ya operan con un volumen de negocios similar o superior al previo a la pandemia, aunque es importante advertir que la recuperación no es generalizada. El otro tercio aún no alcanza esos umbrales y un 11% sostuvo que no espera que sus empresas recuperen plenamente el volumen de negocios antes de por lo menos un año.
De todas formas, respecto al futuro y en línea con la evaluación positiva de las perspectivas económicas y del clima de negocios, 3 de cada 4 considera que la situación de su empresa será mejor dentro de un año.
RA: Recuerdo que en ediciones anteriores de la encuesta comentamos que muchas empresas pensaban producir más, pero no tantas esperaban invertir más, o emplear más trabajadores. ¿Qué conclusiones se pueden extraer de las respuestas de los ejecutivos en esta última edición de octubre?
TS: Es cierto. Hasta ahora venía siendo bastante sistemático el resultado de que eran bastante más extendidas las expectativas de mayor producción que de mejora de la rentabilidad o de incremento de la inversión. Eso es consistente con que las empresas visualizan que la recuperación de la actividad viene antes que la recuperación de la rentabilidad, y también con que los planes de inversión van “de atrás” respecto a la recomposición de la rentabilidad (lo cual no sorprende). En esta edición esas grandes conclusiones se mantienen, pero se destaca el aumento de las empresas que planean invertir más.
Yendo a los números concretos, para dentro de un año 69% espera más producción y 48% espera más rentabilidad. Son números similares a la encuesta previa. Ahora, la proporción de ejecutivos que sostiene que su empresa va a invertir más subió de 42% a 54%.
También consultamos cómo es el presupuesto de inversión para 2022 respecto a lo que era un año “normal” pre-pandemia y un 35% dijo que era mayor, mientras que un 47% dijo que era similar. Solo un 18% dijo que el presupuesto de inversión para el año que viene seguirá deprimido respecto a los parámetros “normales”.
RA: Recién mencionabas las expectativas de rentabilidad y los planes de inversión. ¿Qué recogió la encuesta respecto a planes de contratación que tienen las empresas?
TS: El último relevamiento es consistente con una progresiva mejora del panorama del mercado de trabajo, aunque las empresas que planean contratar más son relativamente menos que las que esperan producir y/o invertir más en 2022. Las empresas que planean incrementar la dotación de personal pasaron de 26% en abril a 30% en esta oportunidad, cuando recién decía que casi el 70% espera producir más y más del 50% espera hacer más inversiones. Igual el saldo neto considerando también a los que van a bajar personal es muy favorable. Menos de 10% respondió que planea emplear menos gente el año próximo. De hecho, desde hace más de 10 años que no veíamos un saldo neto positivo de 20 puntos porcentuales.
También consultamos respecto a cómo compararía el empleo del año que viene versus el nivel “normal” pre-pandemia, considerando que muchas empresas hicieron recortes el año pasado. Más o menos la mitad dijo que va a ser similar y el resto se reparte en partes iguales entre los que dicen que va a ser mayor o menor. A grandes líneas, esto es muy consistente con lo que están mostrando las cifras del INE en estos últimos meses: un mercado de trabajo que de a poco ya está en el eje de la misma población ocupada que en 2019.
RA: Cambiemos a otra de las grandes dimensiones que aborda la encuesta de Exante. ¿Qué resultados obtuvieron en relación a la evaluación de la gestión del gobierno?
TS: Se mantuvo una alta aprobación. El 88% la aprueba, 9% es más bien indiferente y solo 3% la desaprueba.
A su vez, preguntamos específicamente por un conjunto de dimensiones de la gestión del gobierno y en todas ellas el saldo neto de respuestas fue positivo. Se destaca especialmente la valoración en lo que hace a la promoción de la inversión y el crecimiento económico, con aproximadamente el 80% de respuestas positivas. Las visiones más críticas se dan en lo que hace a la evolución de la pobreza (solo 29% califica favorablemente esa área de gestión) y lo relativo a la educación (con 45% de respuestas favorables), pero también en esos casos el saldo neto de respuestas es positivo, porque son muy pocos los que entienden que la gestión es mala. La mayoría de los que no responden que la gestión es buena dicen que es regular, no mala.
Por otro lado, la calidad de la educación y la apertura de la economía a nuevos mercados volvieron a aparecer como los dos asuntos que, a juicio de los ejecutivos, el gobierno tendría que priorizar el próximo año. La preocupación por la educación viene siendo una constante en ediciones anteriores de la encuesta, mientras que el tema de la apertura de la economía ha ido escalando en el ranking de menciones en forma más reciente. En 2017, 2018 y 2019, por ejemplo, solo un cuarto de los consultados (en números redondos) ubicaba eso dentro del top 3 de prioridades a abordar por el gobierno. Hoy, reitero, es el segundo tema más mencionado.
RA: Para terminar, en el título del informe se hace referencia a una “vara alta” para la gestión de la política económica en 2022. ¿Ven un riesgo de que esta visión tan favorable que tienen los empresarios pueda cambiar?
TS: Pusimos esa expresión en el título del informe porque aún cuando la evaluación del gobierno es muy positiva, más del 60% de los consultados espera una mejora en la gestión de política económica en 2022.
A nuestro juicio, ello implica que el gobierno enfrenta una “vara alta” para un año en el que está planteada una combinación ambiciosa de objetivos: crecimiento de la actividad económica, recuperación del empleo y del salario real, reducción de la inflación y reducción del déficit fiscal.
Claramente para cualquier administración es un activo muy grande el contar con este estado de expectativas empresariales, pero la efectividad con la que las autoridades aborden esa agenda y la celeridad en avanzar con algunas reformas más estructurales probablemente serán claves para preservar el actual marco de expectativas empresariales.
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Documento completo:Encuesta Expectativas – Informe Noviembre 2021