Foto: En Perspectiva
El Dr. Jorge Díaz renunció al cargo de Fiscal de Corte seis meses antes de completar su mandato, que era de 10 años.
Fue uno de los hombres de mayor exposición pública en el sistema de justicia uruguayo, ya desde sus tiempos como juez de Crimen Organizado.
Pero se destacó especialmente cuando estuvo en medio del fuego cruzado de propios y extraños durante la reforma del Código del Proceso Penal, que levantó gran polémica y cuyos efectos se siguen discutiendo.
¿Qué fue lo que lo llevó a dar el paso al costado ahora?
¿Cómo ve, desde su reciente independencia, cómo la política uruguaya lidia con la inseguridad?
¿Qué visión tiene de dónde estamos parados hoy en Uruguay en materia de delincuencia y particularmente de narcotráfico?
¿En qué lugar se imagina a sí mismo en los próximos años?
Hoy En Perspectiva conversamos con el Dr. Jorge Díaz.
Destaques de la entrevista
- Mi trayectoria me permitió conocer las grandes falencias del antiguo sistema procesal penal, sus injusticias, defectos, irrespeto por los derechos humanos, su falta de garantías, etc.
- Yo soy abogado, mi rol es ese.
- El eje central de la gestión era la reforma procesal penal y para eso había que hacer reformas paralelas
- Yo no asumí como Fiscal de Corte para ser un servidor público que hiciera la plancha por 10 años y cobrará el sueldo. Asumí para hacer esto, me designaron para hacer esto y lo hice, cuando la tarea está cumplida ya está.
- El sistema procesal penal se caía a pedazos y había que cambiarlo, todos eran conscientes de que había que cambiarlo.
- Yo tenía razón, porque yo anuncié que el código no era el problema.
- El problema nunca fue el código, hubo defasaje al principio porque fueron muchos cambios, pero yo tenía razón, el problema nunca fue ese y con los resultados a la vista… que tenemos casi 14 mil privados de libertad.
- Cuando el objetivo se consigue, quien fue contratado para ese trabajo, dice “cumplí y me voy”.
- La tarea estaba cumplida.
- Como consecuencia de mi renuncia, sentí que había bajado el nivel de presiones y discusión .
- Nunca en los 10 años que estuve en frente de la Fiscalía me dejé guiar por ningún planteo de ningún dirigente político.
- Hay que dejar a un lado la paquetería, quien sea el Fiscal General tiene que estar preparado para estar en medio de las tensiones.
- Hay una tensión entre los fiscales generales con la sociedad, con el sistema político, con la policía, con los jueces… etc.
- La sensación que tengo después de estos años de trabajo es como la historia de Túpac Amaru cuando lo quisieron desmembrar y lo tiraban 4 caballos de un lado y 4 del otro; y al final le cortaron la lengua, esa es la sensación que tiene un Fiscal General.
- Consultado sobre la situación de cárceles: “Son parte del problema no de la solución, el aumento de la población carcelaria aumenta situaciones complejas y es lo que se ha producido en este periodos”.
- A las cárceles no solo se va a purgar una pena, sino que desde allí el Estado despliega herramientas para que ese individuo se inserte en la sociedad luego de la condena, lo que termina pasando es que le número de gente que pasa por la cárcel, vuelve a delinquir y se termina formando un círculo vicioso o virtuoso.
- Tiene que existir un Ministerio de Justicia.
- Nuestras cárceles están llenas de jóvenes, pobres, adictos y analfabetos.