Foto: ADALBERTO ROQUE / AFP
Cuba vive en estos días las protestas callejeras más importantes en décadas, quizá la movilización más grande desde la revolución en 1959.
Las manifestaciones comenzaron el domingo en varios puntos de la isla caribeña con gritos de “libertad” y “abajo la dictadura”, y lograron tal flujo de personas que capturaron la atención internacional.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, acusó a Estados Unidos de estar detrás de las protestas y llamó a los defensores de la revolución a tomar la calle, lo que motivó contra-manifestaciones.
No vamos a admitir que ningún contrarrevolucionario, mercenario, vendido al gobierno de los EEUU, vendido al imperio, recibiendo dinero de las agencias, dejándose llevar por todas estas estrategias de subversión ideológica, vaya a provocar desestabilización en nuestro pueblo. Habrá una respuesta revolucionaria.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, publicó en Twitter: “Reconocemos el legítimo reclamo de la sociedad cubana por medicinas, alimentos y libertades fundamentales. Condenamos al régimen dictatorial cubano por llamar a civiles a reprimir y a la confrontación contra quienes ejercen sus derechos de protesta”.
Desde EEUU, el presidente Joe Biden se ha mostrado a favor de las manifestaciones y pidió al mandatario cubano que “escuche a su pueblo y atienda sus necesidades en este momento vital, en lugar de enriquecerse”.
Mientras tanto, el gobierno de Rusia rechazó la “injerencia extranjera” y aseguró que “las autoridades cubanas están tomando todas las medidas necesarias para restaurar el orden público”.
¿Qué está ocurriendo en Cuba? ¿Cómo se llegó a esta situación?
Conversamos esta mañana con la periodista Katell Abiven, directora de Agencia France-Presse (AFP) en La Habana.