Foto: UTE
A fines del mes pasado UTE firmó el contrato de suministro y construcción de la obra de cierre del anillo de transmisión del norte del país, una línea de alta tensión de 500 kV que unirá Tacuarembó con Salto. Los trabajos estarán a cargo de la empresa China Machinery Engineering Corporation (CMEC), que pertenece al estado chino.
Este tramo del anillo, considerado clave por el ente, permitirá mayor flexibilidad para la generación eléctrica y mayor confiabilidad para el sistema.
El proyecto se desarrolla a través de un fideicomiso constituido por UTE, con Rafisa como entidad fiduciaria y tiene un costo de U$S 191 millones. El plazo para la finalización es de 42 meses.
Según destacaron las autoridades, esta será la obra de infraestructura más grande realizada por una empresa china en la historia de Uruguay. China Machinery Engineering Corporation participó de un llamado internacional convocado por UTE al que se presentaron nueve empresas y en el cual resultó elegida por haber presentado el precio más bajo.
Como informamos en su momento, el acto de firma del contrato se realizó el 31 de mayo vía internet, entre China y Uruguay y contó con la participación de la presidenta de UTE, Silvia Emaldi; el gerente general de República Administradora de Fondos de Inversión (Rafisa), Jorge Castiglioni; el embajador de China en Uruguay, Wang Gang; el embajador de Uruguay en China, Fernando Lugris, y el director ejecutivo y presidente de CMEC, Gang Yanshui, junto a autoridades de la empresa. En esa ocasión los dos embajadores destacaron el buen momento de las relaciones bilaterales.
En los últimos días el caso tuvo novedades.
Según informaron el programa Así nos va de Radio Carve y el diario El Observador, la Cámara de la Construcción (CCU) presentó una carta a la presidenta de UTE, al ministro de Industria, Omar Paganini, y al de Trabajo, Pablo Mieres, donde el sector plantea varias observaciones ante esta adjudicación.
En el texto, los empresarios criticaron que se les hubiera exigido una calificación investment grade a las constructoras, lo que ya dejó por fuera de la competencia de las empresas uruguayas.
Además, expresaron preocupación por un posible aumento de la participación de empresas estatales chinas en proyectos de este estilo, por entender que el respaldo del gobierno asiático les permite ofrecer precios mucho más baratos.
Hoy, En Perspectiva, conversamos con el presidente de la CCU, el ingeniero Diego O’Neill.
Destaques de la entrevista
- "No era una obra que no se pudiera hacer con empresas uruguayas, pero las exigencias que se plantearon dejaron por fuera a todas las empresas nacionales”.
- "La posibilidad de que esta obra que genera puestos de trabajo, no sean ocupados por uruguayos, es una preocupación".
- "Nosotros tenemos reparos con el proceso de esta licitación por varios motivos:
1. Excluyeron a las empresas nacionales.
2. El precio con el que gana la licitación esta empresa es llamativamente menor en el componente mano de obra.
3. La posibilidad de que en la ejecución se vean afectado los trabajadores y empresas nacionales". - "Es una licitación que comenzó en la pasada administración, que se va a desarrollar en esta administración y seguramente el contrato termine en la próxima administración, entonces esto es más un tema de Estado que de administraciones".