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Remanentes de vacunas covid-19: Lo que pasó en el Hospital Militar y otros casos del fin de semana

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Javier Calvelo / adhocFOTOS

Este domingo, el Hospital Militar vacunó a unas 280 personas mayores de 71 años contra el covid-19. Habitualmente su vacunatorio no funciona los domingos, pero abrió porque había recibido remanentes de dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech.

Este episodio, que dio pie a una polémica en redes sociales, fue un caso especial dentro de la operativa que se está impulsando desde el Ministerio de Salud Pública (MSP) con los remanentes de vacunas de Pfizer y ahora también AstraZeneca.

El aviso del Hospital Militar se realizó a través de redes sociales el sábado por la noche, para vacunar entre las 20:30 y las 22. Según informó la Dirección Nacional de Sanidad de las Fuerzas Armadas, como la cantidad de dosis era alta y para evitar aglomeraciones, se decidió vacunar primero a usuarios del servicio de salud militar.

Luego se abrió un llamado para vacunar en la mañana dominical, tanto a usuarios como a no usuarios. A las seis de la mañana había ya un número importante de personas haciendo fila, por lo que se repartieron números por orden de llegada hasta cubrir a la cantidad de dosis disponibles, proceso que se culminó sobre las 8:15 de la mañana.

Los remanentes

Una ordenanza del MSP y los consiguientes instructivos que se le hace llegar a cada vacunatorio establecen que, de darse sobrantes al final de la jornada de inoculación, estos se deben administrar a personal de la salud o a mayores de 71 años en el caso de la vacuna de Pfizer. En el caso de AstraZeneca, se deben aplicar a mayores de 60 años.

¿Por qué se generan remanentes? Por un par de motivos.

El primero es el número de dosis que se extrae de cada vial, es decir de cada pequeño frasco en el que vienen envasadas las inmunizaciones. Cada vial de Pfizer alcanza para seis dosis. Al finalizar el día, esos viales abiertos no pueden volver a guardarse. Por lo tanto, lo que sobra (por ejemplo, porque faltaron algunas de los agendados para ese día), en principio, se tira. Para evitar el desperdicio, se le pueden aplicar a personas que no estaban previstas para ese día y que cumplan con las características antedichas. Por cada vial abierto sobran como máximo cinco dosis, por lo que la cantidad de remanentes por vacunatorio suele ser baja.

La segunda razón por la que se generan sobrantes es la cadena de frío. Las vacunas de Pfizer/BioNTech se almacenan en ultrafreezers a 80 grados bajo cero cuando llegan a Uruguay, y para el traslado a los vacunatorios se pasan a heladeras comunes. En ese proceso, la vida útil de las dosis se reduce y por eso hay que administrarlas en un lapso de pocos días.

Las fuentes que consultó En Perspectiva enfatizaron que el departamento de Fiscalización del MSP lleva a cabo auditorías aleatorias para controlar las causas de los remanentes y, sobre todo, que esas dosis no se administren a personas por fuera de las franjas etarias dispuestas por las autoridades.

Listas de espera, redes y colas en la noche

Desde el inicio mismo de esta campaña, en marzo, varios vacunatorios optaron por conformar listas de espera con la gente que concurre preguntando si quedaron dosis; para que no haya aglomeraciones, se las va llamando si efectivamente hay sobrantes. De todos modos, es común observar que a última hora de la tarde en algunos lugares se forman filas integradas por quienes aún no tienen fecha agendada, en especial de la franja de 71 a 19 años, donde existe mucha ansiedad por el atraso en la inoculación con Pfizer.

Además, en Twitter y en grupos de Whatasapp suele circular información, muchas veces correcta y falsa en otras ocasiones, sobre cupos disponibles en vacunatorios, lo que lleva a que algunos ciudadanos se movilicen acá o allá, incluso transportando a familiares mayores (madres, tíos, abuelos), en busca de la oportunidad que están esperando.

Según esos informantes del MSP, los remanentes de vacunas contra covid-19 se generan en todo el mundo, y a nivel internacional se ha aplicado la misma estrategia de administrarlos a personas sin agenda.

Este fin de semana

Lo que ocurrió con el Hospital Militar, dijeron las fuentes del MSP, fue lo siguiente: un vacunatorio que cerró su agenda del viernes y recién debía reabrir el lunes tenía un conjunto de viales que tenían que administrarse sí o sí en el fin de semana, es decir, que no “duraban” hasta el lunes. Para evitar desperdiciarlos, se enviaron al Hospital Militar, que primero los aplicó el sábado de noche con usuarios de la institución y luego abrió un turno especial, abierto al público en general, por la mañana para continuarlo.

Algo similar sucedió en otras instituciones, públicas y privadas. En Canelones el propio intendente Yamandú Orsi participó en la divulgación ayer, al caer la tarde, cuando escribió en Twitter: "En este momento, 19:15, se me comunica oficialmente que los mayores de 60 que quieran vacunarse, AHORA, pueden concurrir a los centros de vacunación de Canelones dispuestos para AstraZeneca. Hay sobrantes de esta jornada". Incluso un rato después ajustó la información: "Este tweet se puso a solicitud del MSP de esa hora, en la que se autorizó y pidió convocar. El horario es hasta las 22 SOLAMENTE en Progreso, Canelones y Pando. Me avisan que en el resto es hasta las 20. Utilizo esta vía solo luego de comunicación oficial."

En particular Caamepa (Centro de Asistencia de la Agrupación Médica de Pando) había lanzado un llamado a través de Instagram para colocar un sobrante de 200 dosis de AstraZeneca. Esa mutualista, igual que el Hospital Militar, optó por entregar número a las personas que fueran llegando para desalentar las concentraciones.

¿Soluciones?

¿Existe una manera más ordenada y abierta de resolver el destino de las dosis remanentes de cada día?
Por ahora, las autoridades del MSP no han encontrado otra. Nicolás Jodal, director de Genexus y uno de los responsables del sistema de agenda electrónica para la vacunación covid, consultado el jueves por Búsqueda sobre la situación actual, respondió: “Desde mi punto de vista, no hay nada que podamos hacer”. Luego agregó que no hay planes para incorporar algún mecanismo que permita gestionar esas dosis a través del sistema.

Mientras tanto las polémicas se ven incentivadas por las idas y venidas que el tema tiene en redes sociales y, sobre todo, por el cansancio de aquellos sectores de personas mayores, integrantes de la población de riesgo, que aún no han tenido acceso al pinchazo debido, en especial, porque las dosis de Pfizer-BioNTech arribaron al país en volumen claramente menor a las de Sinovac.

Desde la semana pasada, esos embarques, que se concretan los miércoles, son más voluminosos que al principio: 80.000 cada vez. En ese contexto, el ministro Daniel Salinas aseguró ayer, domingo, que antes del 3 de mayo todos los uruguayos de entre 71 y 80 años habrán recibido la inyección que les corresponde.