Foto: Festejos de Año Nuevo en Wuhan, China. Crédito: Noel Celis / AFP
Hace un año, en el inicio de enero de 2020, en la ciudad china de Wuhan crecía la preocupación por una enfermedad nueva que acababa de ser identificada y que todavía no tenía ni siquiera un nombre.
Pocos días más tarde, el gobierno sorprendió al mundo cuando tomó una medida drástica y poco frecuente: cerró a cal y canto esa ciudad en un intento por contener la expansión del virus.
Pero las cosas cambiaron rápido.
El 31 de diciembre, mientras el mundo atravesaba uno de los momentos más complicados de la segunda ola de la pandemia, en las calles de Wuhan miles de personas recibieron el 2021 festejando, cantando y bailando.
Esas escenas fueron una señal más de que China está en buena medida recuperada del impacto de la pandemia, que la había golpeado tan duramente.
En octubre analizábamos aquí, En Perspectiva, lo rápido que la economía china volvió a la senda del crecimiento: ya sobre fines del año pasado se encontraba en números de pre pandemia, con aspiraciones a seguir de largo.
El país también impulsa el desarrollo de varias vacunas contra el Covid-19, principalmente las de Sinovac y Sinopharm. La primera de ellas tiene acuerdo para producirse en Brasil, en la zona de San Pablo, y la segunda ya recibió sus primeras aprobaciones a nivel internacional.
Algunos analistas especulan con que el gobierno del gigante asiático se plantea producir masivamente estas vacunas y abastecer a una gran cantidad de países en vías de desarrollo, de modo de lavar la imagen que quedó manchada por el surgimiento de la enfermedad. Se habla incluso de una “diplomacia de las vacunas”, con intereses subyacentes de ampliar la influencia china en el mundo.
Pero saliendo de esos datos y especulaciones más macro, vamos a lo cotidiano. ¿Cómo se recibió en China el 2021? ¿Cómo se vive hoy en el día a día?
Conversamos esta mañana En Perspectiva con la matemática Jana Rodríguez Hertz, quien es profesora en la universidad SUSTech de la ciudad de Shenzhen y Mariano Fernández, quien es economista y residente en Shanghái, con ya más de una década de vida en China.
|
Destaques de la entrevista:
- Rodríguez: "Desde el inicio de la pandemia, todos los días tengo que llenar un formulario electrónico dando información de mi ubicación y movimientos a la Universidad. También datos sobre si tengo moco, fiebre, etc. De mentir, pudo tener sanciones civiles y penales".
- Rodríguez: "Hasta septiembre fue obligatorio el uso de barbijo en todos lados, ahora solo en los medios de transporte".
- Fernández: "No conozco casos de desacato pero si alguien no quiere usar el tapabocas cuando se lo exigen, va a ser llevado aparte, quizás adentro de un vehículo y va a estar en penitencia un buen rato…".
- Fernández: "Cines, tetaros y recitales estuvieron cerrados hasta 6 meses primero, luego reanudaron de forma gradual con aforo limitado y hoy en día, normal. Exigen el tapabocas adentro de las salas pero pueden estar todas ocupadas".
- Rodríguez: "Hay cinco vacunas chinas, la única que fue aprobada en su fase 3 es una de las de Sinopharm, que la anunciaron el 30 de diciembre y tiene una efectividad del 79%".
- Rodríguez: "La efectividad no se compara las de occidente pero la logística es mejor porque requiere una refrigeración de entre 2 y 8 grados".
- Rodríguez: "No es prioridad de China vacunar por ahora, el plan va a ser de vacunación voluntaria y que con eso logren vacunar entre un 60% y 70% de la población".
- Rodríguez: "Ha aumentado la xenofobia de los chinos hacia los extranjeros. Me ha pasado que me rechacen taxis porque tengo cara de gringa".