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¿A qué responde y qué impacto puede tener la devaluación del yuan en China?

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La economía china volvió a acaparar la atención a nivel mundial en estos últimos días. Recordemos que unas semanas atrás la bolsa de ese país registró pérdidas muy importantes, pero ahora el foco pasó a estar en el yuan, la moneda de China.

Concretamente, el Banco Popular de China decidió el martes devaluar un 2 % el yuan e introdujo algunas modificaciones en el régimen cambiario. En los días posteriores el yuan se siguió depreciando y comenzó a generar preocupación en el mundo y también en nuestro país. Para conversar sobre este tema estamos en diálogo con el economista Javier Glejberman, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA) —Javier, si te parece para ubicar a los oyentes, podríamos comenzar repasando cómo funciona el mercado de cambios en China y cómo ha sido la evolución del dólar hasta ahora…

JAVIER GLEJBERMAN (JG) —Sí, sobre todo es importante repasar brevemente esos puntos para poder poner en contexto las medidas que se tomaron en esta semana.

Recordemos que desde 1994 China tiene un sistema de tipo de cambio en el cual el Banco Popular de China fija la paridad de la moneda frente al dólar y a partir de esa referencia el dólar cotiza en el mercado, pero restringido a un intervalo que en el último tiempo era de más/menos 2 %… Es un esquema que deja pocas libertades a las fuerzas de mercado a la hora de definir el valor del dólar… Además, el Banco Central movió muy poco el valor central del rango, así que en los hechos es un régimen de tipo de cambio fijo… Muy diferente al sistema que rige actualmente en nuestro país por ejemplo.

Cuando a mediados de 2013 terminó la fase de debilitamiento del dólar a nivel internacional y comenzó a subir por las razones que ya todos conocemos, en China la cotización se mantuvo estable alrededor de 6,20 yuanes. Es decir que en estos últimos dos años China estuvo perdiendo competitividad con varios de sus principales socios comerciales, cuyas monedas se depreciaban frente al dólar.

RA —Hecha esa aclaración, pasemos entonces a lo que sucedió en esta semana… ¿De qué magnitud fue la devaluación que promovieron las autoridades chinas?

JG —Como adelantabas al comienzo, el martes las autoridades decidieron subir la paridad de referencia frente al dólar un 2 % y determinaron devaluaciones algo menores el miércoles y el jueves. Esas devaluaciones más los movimientos que se dieron dentro de la banda de flotación permitida que comentábamos antes llevó al yuan a depreciarse alrededor de 4 % frente al dólar entre lunes y jueves…

Ahora, como decíamos recién, el tipo de cambio en China estuvo relativamente estable en los últimos años, por lo que esta devaluación luce pequeña en sí misma, pero también luce pequeña en relación a lo que se han depreciado otras monedas. Por ejemplo, pensemos que en los últimos doce meses el real se desvalorizó más de 50 %, las monedas de Australia y Nueva Zelanda alrededor de 30 % y el euro perdió un 20 % de su valor frente al dólar.

RA —Javier, ¿y entonces por qué tanta preocupación? ¿Por qué tanta alarma?

JG —Bueno, por varios motivos. Quizás el primero y más evidente es que por su tamaño y por la importancia que tiene en la economía mundial todo lo que sucede en China de forma inesperada llama la atención y preocupa. Y este movimiento la verdad que fue inesperado.

Por otro lado, más allá de que por el momento la depreciación del yuan ha sido pequeña como recién dijimos, no podemos estar seguros si se trata de un ajuste puntual o si es el comienzo de un fenómeno más permanente.

Aquí hay un punto que es relevante y es el siguiente… Junto al anuncio de la devaluación del martes, las autoridades chinas anunciaron también que cambiarían la forma en que se fija esa paridad de referencia sobre la cual fluctúa la moneda. Hasta la semana pasada el Banco Popular de China fijaba esa referencia sin tener demasiado en cuenta las presiones de mercado del día previo… Podía ocurrir (y de hecho es lo que ocurría) que el mercado operara con presiones alcistas del dólar y que al otro día se volviera a fijar la misma referencia central. Lo que ahora se anunció es que al momento de fijar esa referencia se tendrán más en cuenta elementos de mercado como el valor de cierre de la jornada anterior, la oferta y la demanda del mercado y la variación de precios de otras divisas internacionales.

Si esas intenciones se materializan, las autoridades están señalizando que el valor del yuan responderá en mayor medida a fundamentos de mercado… Con una economía desacelerándose y con el dólar apreciándose en todo el mundo, eso podría dar lugar a una depreciación mayor en China.

RA —En la prensa internacional se destacaba que China está tratando de mostrar un mercado más “flexible”, algo que aparentemente es requisito para que el FMI le de al yuan un status de moneda de reserva, que hoy no tiene… ¿Ese es el motivo de este cambio?

JG —Puede ser uno de los ingredientes, sin dudas. El FMI de hecho hizo un “guiño” esta semana al decir que los cambios introducidos en el sistema cambiario para darle al mercado una mayor participación en la fijación del valor de la moneda son bienvenidos.

Pero no nos olvidemos que China se está desacelerando, las exportaciones están cayendo y al estar con su moneda fija contra un dólar que se apreciaba en el mundo estaba perdiendo competitividad.

RA —Javier, justamente eso te quería preguntar… ¿cómo se están viendo las perspectivas para la economía china?

JG —Los datos que se conocieron en los últimos meses siguen mostrando un panorama de desaceleración… Como decimos habitualmente, una desaceleración que no es muy abrupta, pero sí es sostenida en el tiempo… En el segundo trimestre la economía de China tuvo un crecimiento de 7 % interanual… Si bien ese ritmo de expansión fue igual al del primer trimestre, hay consenso en que China continuará desacelerándose… De acuerdo al FMI, el PBI va a cerrar este año con una expansión promedio de 6,8 % y para 2016 espera un crecimiento de 6,3 %.

RA —Javier, es claro que por tratarse de una economía enorme, el mundo está mirando con ojos bien abiertos lo que está pasando en China… Ahora, concretamente, ¿cómo reaccionaron los mercados financieros y los mercados de materias primas ante estas novedades?

JG —El punto clave es que China se ha convertido en un consumidor de materias primas muy relevante a nivel mundial. De hecho, otras veces hemos comentado en este espacio que China es el principal mercado para varios países de América Latina y lógicamente también es muy relevante para varios países de Asia.

Y entonces, con el yuan depreciándose y con una economía enfriándose, no sorprende que las cotizaciones de varias materias primas hayan caído en estos últimos días. Por ejemplo, el valor del petróleo y del cobre cayó entre 1 % y 2 % después de los anuncios en China y la soja perdió 8 % (aunque en ese caso también hubo otros motivos además de China).

Y, por otro lado, está el tema de las monedas, que fue muy marcado en Asia… En varias economías como Corea del Sur, Indonesia, Malasia y Vietnam las monedas también se depreciaron en respuesta al movimiento del yuan… Por lo fuertes que son los lazos comerciales en esa región, ningún país va a estar cómodo perdiendo competitividad contra un mercado tan grande como China.

RA —Javier, desde nuestro país ya hay algunas voces de preocupación por este tema… ¿Cómo lo ven ustedes? ¿A qué tenemos que estar atentos?

JG —Es un elemento más de preocupación dentro de un marco externo que hace tiempo ya se tornó bastante negativo. Como comentábamos recién, la devaluación del yuan pone presión sobre otras monedas y también sobre los precios de las materias primas… Eso es clave para nosotros… Por ahora el movimiento en la cotización del yuan fue acotado, pero va a haber que seguir monitoreando la magnitud del ajuste, porque hasta ahora no hubo una señalización clara por parte del gobierno chino.