La invitada de hoy en La Conversación fue Camila Guillot, una de las libreras de El Castillo Vagabundo, una librería diferente, no en un local sino en una casa, en el barrio Cordón, en Canelones y Frugoni. La más nocturna de todas, acaso —cierra a medianoche, de lunes a sábados—. Está un poco escondida y así lo prefieren sus conductores; tiene mucho de intimismo, apuesta al encanto de la experiencia de estar allí, más allá de la búsqueda de libros. Su surtido literario es reducido pero muy selecto; se venden juegos, incluye su propuesta gastronómica y su estudio de tatuajes. La crearon Camila Guillot junto a Gervasio Lembo y al cocinero Manuel Mannise. Su nombre está doblemente inspirado por la película de animación El increíble castillo vagabundo y por el placer de "vagabundear", según explicó Camila.