En la mañana de la primera jornada electoral del ciclo 2019-2020, nos preguntamos: ¿es conveniente que el voto siga siendo voluntario en las elecciones internas? Y, ¿a qué datos hay que estar atentos cuando cierren las urnas?
Hoy se están llevando a cabo las quintas elecciones internas de los partidos políticos, que fueron introducidas en la reforma Constitucional de 1996.
El voto en esta instancia es voluntario, lo que implica un desafío para los partidos, que deben trabajar fuerte para movilizar a sus votantes, y para las encuestadoras, que corren serios riesgos con sus mediciones.
Las cosas son diferentes en las elecciones nacionales de octubre, donde nuestro país mantiene la tradición de obligatoriedad del sufragio.
¿Por qué conviven el voto obligatorio y el voluntario en un mismo ciclo electoral? ¿Cuál es la ventaja de uno y otro? ¿Deberían unificarse los criterios?
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