Editorial

Vengan a Uruguay, emprender es fácil y económico

Por

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Por Alejandro Sciarra ///

Durante la campaña electoral, es natural ver a flor de piel la problemática del empleo. Entonces, podríamos pensar que el sistema político se desvela pensando cómo generar puestos de trabajo. Sin embargo, desde que tengo memoria, las propuestas en torno a la generación de empleo son tres: el Estado como gran patrón, engrosando siempre sus plantillas; la obra pública, o sea, el Estado mismo poniendo dinero ajeno, no siempre en sitios necesarios; y por último, la inversión extranjera, que parece la gran panacea, el santo “curalotodo” que nos trae progreso y trabajo infinito.

Y hasta ahí llegamos. No importa la ideología. La creación de puestos de trabajo estará siempre supeditada al Estado como empleador, a la obra pública o a las facilidades que el mismo Estado dé, a la inversión extranjera. ¿Lo notaron? Todo gira en torno al omnipresente. Todo depende de la mano del Estado. Así es que se ha logrado aquello de que el 50% de los estudiantes universitarios de nuestro país desea un cargo público al terminar sus estudios. La cultura se moldea. La ausencia de creatividad de nuestros gobernantes ha matado el tan manoseado espíritu emprendedor.

Ese que no es otra cosa que el sueño de que mi futuro dependa de mi.

Al parecer hay una suerte de sistema que conspira contra todo aquel que busque alejarse de las garras del Estado. Parece que nos hemos dormido en el argumento cómodo de las históricas e insuficientes fuentes de trabajo creadas por el gobierno de turno. Existe una especie de soberbia política que determina que es el Estado el único apto para conseguirnos trabajo. O quizá, una desconfianza en la capacidad creativa de las personas para forjar su propio futuro.

Cuando se habla de la calamidad que significa para un país la pérdida de puestos de trabajo, o de la emigración de jóvenes profesionales, se asoma una dramática ausencia de creatividad para dar las respuestas necesarias.

Quizá no sea el único y final remedio. Pero qué bueno sería cambiar la mirada. Que esos jóvenes profesionales que emigraron, o que esos otros que perdieron su empleo, pudieren ver en Uruguay un gran aliado del emprendedurismo. “Vengan a Uruguay, emprender es fácil y económico.”

Que el Estado deje de ser un obstáculo en los negocios ajenos, que se haga a un lado y permita el crecimiento y el desarrollo de quienes tienen la vocación de ser generadores de empleo y progreso. Qué bueno que el Estado deje de ser ese socio que reclama su porción antes de que ésta exista. Un Estado que comprenda, que si me ahoga hoy, con impuestos, tasas y contribuciones, no estaré mañana. Y que si serena su voracidad tributaria hoy, tendrá un contribuyente y generador de empleo, quién sabe por cuántos años, y quién sabe de qué tamaño.

***

Emitido en el espacio Tiene la palabra de En Perspectiva, miércoles 27.03.2019

Sobre el autor
Alejandro Sciarra es abogado de formación, pero a los 30 años dio un giro hacia la psicología positiva aplicada al ámbito educativo y empresarial. Desde los 18 años participa en política, integró en más de una oportunidad La Tertulia de En Perspectiva, es colaborador del Semanario Voces y en Radio Oriental. Desde hace un año está radicado en Italia con su esposa, desde donde sigue de cerca la realidad política y social uruguaya y europea.