La audiencia opina…

“Autoconvocados”

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Finalizado el acto organizado por Un Solo Uruguay, Gustavo recuerda desde la audiencia su pronóstico de un año atrás sobre la viabilidad del movimiento.


Hace 11 meses –un mes después del 23 de enero de 2018– les enviaba el correo de más abajo (*), fundamentando mi convicción sobre la inviabilidad de los “autoconvocados”.

Hoy, luego de escuchar por radio el acto de este año, me reafirmo en el acierto de aquel temprano presagio. Pero no por la escasa convocatoria que tuvo (de acuerdo a los dichos de los periodistas de Radio Rural, que fue por donde seguí el acto), sino más bien por el tenor de la proclama y las propuestas pero, por sobre todo, por la contradicción de base que encierra el movimiento, debido a los intereses hasta contrapuestos entre los diferentes sectores que dice representar.

Una pena. Porque entre el fárrago de ideas que disparan quedan perdidas las necesidades profundas de los olvidados del campo, con lo que terminan haciendo cierto el final de la Milonga de las Patriadas, de Washington Benavídez, con el que hace un año resumí en La Mesa con ustedes mi temor sobre este movimiento:

"Dime cuántos murieron en Masoller,
peleando simplemente y sin por qué;
cuántos muertos evoca Tupambaé.

Cuántos ponchos taparon, quietos en Arbolito;
justifica el coraje de aquel Chiquito.

En Tres Árboles, luego, tuvo Villar
que contar a sus muertos, triste contar.

Por la patria o la ausencia o la legalidad,
divisas desteñidas, muertos nomás.

Caudillos, generales, padres de la Nación,
inventaron un juego, nadie ganó.

Gauchos desconocidos, carne de cañón
del Remington o el frío, el Mauser o el sol.

Y al menos hubo un cambio, decidido y tenaz:
siguieron los paisanos, pobres nomás."

Gustavo Garibotto
Vía correo electrónico


(*)

23 feb. 2018.

Hoy hace un mes del encuentro en Durazno de los “autoconvocados”.

Sacudieron la modorra estival y generaron una saludable ola que llegó a la orilla moviendo un poco la resaca acumulada. Pero no limpió la playa.

Y ya está. Se está diluyendo porque es insostenible esa conjunción de actores con intereses tan diversos y hasta contrapuestos.

A riesgo de equivocarme, auguro que estamos ante  los estertores finales del movimiento tal como lo conocimos.

Saludos,

Gustavo


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