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Nueva caída del empleo en julio: ¿Qué esperar para esta ronda de negociación salarial?

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El Instituto Nacional de Estadística publicó el viernes cifras sobre el desempeño del mercado laboral en julio. Si bien los datos marcaron un nuevo descenso de la tasa de desempleo (hasta 7,8% de la población económicamente activa), al mismo tiempo mostraron una caída sostenida de los niveles de empleo.

Emiliano Cotelo (EC): ¿Cómo se analizan estas últimas cifras del mercado laboral? ¿Cómo puede jugar esta evolución del empleo en las negociaciones salariales que están en curso? Les proponemos conversarlo con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA) – Florencia, ¿cómo vieron ustedes los datos del mercado de trabajo que se conocieron el viernes? Con una tasa de desempleo de 7,8% estamos en los niveles más bajos en lo que va del año…

FC – Es cierto. El arranque del año había traído cifras muy negativas en materia de desempleo, que alcanzó incluso un máximo de 9,3% en febrero. Desde entonces, la tasa de desempleo vino cediendo paulatinamente, hasta quedar ligeramente por debajo de 8% ya el mes pasado… y cayendo hasta 7,8% ahora en julio.

Sin embargo y como siempre marcamos cuando comentamos estos datos, las cifras mensuales tienen mucha volatilidad y por eso nos parece que es más acertado analizarlas en términos tendenciales. Mirando entonces una extracción tendencial (que se obtiene mediante procedimientos estadísticos), en realidad el desempleo se mantenido en lo que va del año en torno al 8% de la población económicamente activa… que es un nivel muy similar al que tuvimos en promedio durante 2017.

Además, es importante tener en cuenta que en las últimas dos mediciones (junio y julio), el descenso de la tasa de desempleo se dio únicamente por menores tasas de actividad y no por una recuperación a nivel del empleo.

RA – Justamente, Emiliano recién adelantaba que en julio se vio una nueva caída de los niveles de empleo… ¿Cómo está siendo la evolución del empleo en lo que va del año? ¿Podemos comentar las cifras?

FC – Claro. Concretamente, la tasa de empleo cayó dos décimas en junio y unas cuatro décimas adicionales ahora en julio, ubicándose en 56,5% de la Población en Edad de Trabajar. Por supuesto que para este caso también aplica la precisión sobre el ruido o la volatilidad que tienen las cifras mensuales, pero incluso midiéndolo en términos tendenciales se observa un descenso sostenido del empleo en lo que va de este año… Descenso que además se suma a la caída fuerte que viene mostrando de forma prácticamente ininterrumpida desde mediados de 2014. Para poner los números en perspectiva, estamos con los niveles de empleo más bajos en una década.

En este contexto el desempleo no ha subido más porque en forma simultánea estamos viendo una baja significativa de la tasa de actividad, que, como explicamos otras veces, refleja una menor cantidad de personas buscando activamente empleo. Esta es una tendencia que también lleva varios años y que suele darse en momentos de deterioro del mercado de trabajo… cuando aumenta lo que llamamos la población “desalentada”, q deja de buscar trabajo ante la percepción de que el mercado no le ofrece oportunidades. De hecho, la tasa de actividad bajó un punto entre junio y julio, hasta ubicarse en 61,3% de la población en edad de trabajar… en términos tendenciales estamos hablando de los menores niveles en más de una década.

RA – ¿Qué está suponiendo este descenso del empleo en términos de cantidad de personas? ¿Cuáles son los sectores donde estamos viendo las caídas más fuertes?

FC – Si tomamos el promedio de los primeros siete meses del año (para evitar la volatilidad mensual que mencionábamos recién), la tasa de empleo rondó el 57%, unas nueve décimas por debajo del registrado en el mismo período de 2017 y unos cuatro puntos porcentuales por debajo de los máximos que supimos tener en 2014. Esto en términos de cantidad de personas, implica que en lo que va de este año se han pedido unos 15.000 empleos en relación con igual período del año pasado y de entre 50.000-55.000 empleos frente a 2014.

El deterioro está siendo algo más intenso en Montevideo que en Interior (aunque es relevante en los dos casos) y, cuando explotamos los datos por sector, la verdad es que la caída del empleo está siendo bastante generalizada… Tomando la comparación enero-julio de 2018 frente a enero-julio de 2014, es claro que la industria, la construcción y las actividades primarias están siendo los sectores que más lo sufrieron… Allí las caídas en el empleo vienen siendo bien relevantes: se perdieron unos 27.000 puestos de trabajo en la industria, unos 15.000 en la construcción y unos 13.000 en las actividades primarias.

RA – Está claro el panorama. Ahora, ¿qué deberíamos esperar en materia de empleo para los próximos meses? Hace algunos días conversábamos con ustedes que el riesgo de recesión económica aquí en Uruguay está aumentando ante el deterioro del contexto regional… Supongo que los riesgos para el mercado de trabajo están aumentando… ¿verdad?

FC – Sin dudas el escenario económico se ha ido deteriorando muy aceleradamente en los últimos meses… Los pronósticos de actividad económica que veníamos manejando en Deloitte ya apuntaban a un desempeño pobre en 2018-2019, pero la situación en Argentina nos hace pensar en un escenario aún peor para nuestro país. Estamos esperando a conocer las cifras oficiales del segundo trimestre para corregir las proyecciones, pero como decís, nos parece que los riesgos de recesión para la economía uruguaya están en aumento.

Con lo cual, Romina, nos parece que difícilmente veamos una mejora relevante del mercado de trabajo en los próximos meses… nosotros de hecho tendemos a esperar un deterioro adicional de los niveles de empleo…

RA – Ahora, Florencia, antes de terminar ¿cómo puede jugar toda esta situación en las negociaciones salariales que están en curso? ¿Qué están esperando en ese sentido?

FC – A ver, es claro que el panorama económico se puso mucho más complicado para esta ronda de negociación salarial… A nuestro juicio, en el escenario actual no hay condiciones para el mantenimiento del salario real en los niveles actuales y la evolución del empleo nos parece que es un claro indicador de la tensión que existe entre los objetivos de mejoras del salario y aumento del empleo…

De todas maneras y a la luz de lo que vienen siendo los reclamos desde el frente sindical en las negociaciones y lo que surge de los pocos convenios que ya han ido cerrando, tendemos a pensar que el objetivo de mantener el salario real va a seguir primando sobre la preocupación por los niveles de empleo…

La suba del dólar de este año está trayendo niveles de inflación más altos que los contemplados cuando se definieron las pautas… En vistas de eso, probablemente vamos a terminar viendo aumentos de salarios nominales mayores a lo que surgían originalmente de las pautas oficiales (con correctivos de inflación más frecuentes, por ejemplo).

En ese marco y teniendo en cuenta los problemas de competitividad que tiene nuestro país y la previsible desaceleración de la actividad económica que veremos por la devaluación en Argentina, vemos poco probable que se revierta la tendencia a la baja del empleo… Por el contrario, tendemos a pensar que en los próximos meses seguiremos viendo un deterioro del empleo y que la desocupación permanecerá en niveles altos como los actuales.