La senadora y líder del sector Casa Grande explicó por qué se opuso al TLC con Chile en el Plenario del Frente Amplio y por qué le parece importante que el partido funcione así. Recordó que el presidente de la República supo pedirle a ese organismo partidario que se pronunciara respecto de otro tratado internacional: el TISA.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 09.05.18, hora 8.26
EMILIANO COTELO (EC) —El sábado pasado el Plenario Nacional del Frente Amplio postergó sin fecha el pronunciamiento sobre el tratado de libre comercio con Chile, que está pendiente de aprobación en el Parlamento, y además le pidió al Poder Ejecutivo un análisis del impacto que tendría ese acuerdo en caso de confirmarse.
Paralelamente, aprobó un documento con orientaciones políticas proteccionistas que el gobierno debería seguir en la inserción internacional a la hora de negociar tratados. En los hechos, se impusieron aquellos sectores de la coalición que no respaldan el acuerdo firmado en 2016 entre los gobiernos de Tabaré Vázquez y Michelle Bachelet, o sea: Casa Grande, el Partido Comunista, Compromiso Frenteamplista, la Liga Federal Frenteamplista y una parte de los representantes de las bases.
El canciller Rodolfo Nin Novoa reaccionó el lunes por la mañana, aquí En Perspectiva por ejemplo, lamentó la decisión de la orgánica frenteamplista y dijo que implica "una pérdida de la reputación de la capacidad negociadora del Uruguay". Un rato después, antes del Consejo de Ministros abierto en La Macana, Florida, el presidente Vázquez ratificó que desde su punto de vista el TLC con Chile es beneficioso para el país y resaltó que el asunto está a consideración del Parlamento.
¿Qué pasó? ¿Cómo sigue esta historia? Vamos a conversarlo a partir de este momento con la senadora Constanza Moreira, que impulsó las posiciones que resultaron aprobadas el sábado en el Plenario.
Constanza, si bien se aprobó ese documento con orientaciones para la inserción internacional y algunas mociones, el asunto de fondo: el TLC con Chile no fue analizado, entonces, ¿qué pasa ahora? ¿Cuándo vuelve a sesionar el Plenario?
CONSTANZA MOREIRA (CM) —Bueno, para mí los contenidos que a nuestro juicio son más negativos del TLC con Chile sí fueron analizados en el Plenario, que es el tema de las listas negativas, el formato de negociación, la cláusula trinquete, la cláusula status quo; claro que hay no hay ninguna cláusula que se llame así ahí adentro, es nuestra manera de llamar a este tipo de constreñimientos de los tratados de nuevas generaciones, especialmente en materias de servicios.
Hago una muy brevísima explicación: nosotros con Chile tenemos un Tratado de Libre Comercio de bienes, igual que tenemos un Tratado de Libre Comercio con México, pero este es un tratado que involucra servicios…
EC — ¿Complementario de aquel?
CM —Es un acuerdo complementario de aquel. Y en este acuerdo complementario, que incluye el capítulo servicios, comercio electrónico y propiedad intelectual, aparecen algunas de las cosas negativas que nosotros habíamos visto a propósito del Tratado de Liberalización de Servicios al cual quiso adherir Uruguay, firmó el Uruguay, empezó a negociar el Uruguay y también un Plenario descartó a inicios de este período de Gobierno.
Esas cláusulas que son negativas para los países pequeños, positivas para los países grandes -grandes en términos de servicios-…
EC —Acá estamos hablando de países relativamente parecidos, Uruguay y Chile.
CM —Acá son pequeños, pero el problema es que para Chile esto no tiene costo, porque Chile ya tiene liberalizado su comercio exterior desde la época de la dictadura. Es decir, Chile es un país de arancel cero al mundo desde hace muchos años y es un modelo de negociación con el mundo. Yo siempre digo que Chile también tiene el beneficio del cobre, no es que sea estrictamente monoproductor pero tiene un producto que es el 80% de sus exportaciones. Para nosotros, ¿por qué le escapamos a los TLC? Siempre buscamos la negociación mulitlateral, especialmente si en esa negociación multilateral nosotros nos podemos amparar con otros que están en condiciones parecidas. El problema no es Chile, sino esas cláusulas del tratado que imponen límites, no al presente sino que imponen límites al desarrollo futuro. Esas cláusulas salieron negativas, la mayoría.